Ciudad de México.- La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ha detectado recientemente extorsiones mediante aplicaciones como Whatsapp, en las que los delincuentes contactan a la primera víctima y le piden desinstalar esta apelación de su teléfono para darla de alta en un móvil suyo y concretar el ilícito.
"Ellos (los extorsionadores) lo dan de alta en un teléfono agresor; cuando generan el contacto con tu familia ésta piensa que efectivamente te tienen porque están mensajeando desde tu número de Whatsapp, y de ahí mandan videos, audios y se comunican, pero todo es a través de un empalme porque la víctima presuntamente está aislada en un hotel, sola, sin agresión”, advirtió Guillerno Terán Pulido, titular de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, Fuerza Antisecuestro (FAS).
Terán Pulido destacó que es necesario que los ciudadanos conozcan esta forma en que actúan las bandas delictivas a fin de evitar que la gente sea agraviada por este delito de alto alto impacto, que registra 1.7 casos consumados por cada 100 mil habitantes en promedio diario en la Ciudad de México.Ante este fenómeno, como medidas de prevención para evitar ser afectado por este delito, la PGJ capitalina recomienda a la ciudadanía:
Cuelgue si recibe una llamada de extorsión o violenta.
Denuncie, y en caso de creer el engaño, reflexione que no tiene la capacidad operativa ni la preparación para rescatar a un familiar.
Use de forma responsable sus redes sociales, para evitar filtrar información que puede ser una herramienta para el extorsionador.
Cuente con una aplicación de mensajería alterna en la que sólo esté el núcleo familiar, que permita que ante una extorsión realice una búsqueda preliminar de su ser querido.
Siempre, antes de salir, informe a su familia dónde estará y las actividades principales a realizar.
Si en casa hay un adulto mayor o un menor de edad que potencialmente puede contestar un teléfono, debe conocer cómo operan estos grupos para prevenir que sean sorprendidos.
El funcionario reiteró que los grupos dedicados a la extorsión ahora obtienen información de las víctimas en sus redes sociales y utilizan la aplicación de Whatsapp de los afectados como vía de engaño.
SIGUEN OTRAS EXTORSIONES
Las investigaciones realizadas por la PGJDF permiten establecer dos tipos de extorsión: la aleatoria y la dirigida. La primera es la de mayor incidencia y en la que cualquier persona puede recibir una llamada para exigirle dinero mediante la amenaza.
En este caso, el método más frecuente es el llamado “chillón”, en el que una persona simula la voz, haciéndose pasar por el hijo o hija de la víctima, para decir que está secuestrada y que necesita ayuda. En otra variante, el agresor se ostenta como integrante de la delincuencia organizada y pide dinero a cambio de no hacer daño.
Las investigaciones realizadas por la PGJDF permiten establecer dos tipos de extorsión: la aleatoria y la dirigida.
La extorsión dirigida es contra una persona en específico, de la que el probable participante tiene detalles genéricos del ciudadano al que contacta y que obtiene a través de la información que ésta sube a sus redes sociales, como fotografías familiares.
Terán Pulido explicó que otro fenómeno que se presenta ahora es el “secuestro virtual” que jurídicamente es una extorsión, en la que “el contacto con la víctima inicia con una llamada telefónica, un famoso chillón, sales tú de la casa a toda velocidad para tratar de rescatar y encontrar a tu familia, desafortunadamente en el inter te piden que compres un teléfono económico y que apagues el que estás utilizando”.
"Ellos (los extorsionadores) lo dan de alta en un teléfono agresor; cuando generan el contacto con tu familia ésta piensa que efectivamente te tienen porque están mensajeando desde tu número de Whatsapp, y de ahí mandan videos, audios y se comunican, pero todo es a través de un empalme porque la víctima presuntamente está aislada en un hotel, sola, sin agresión”, advirtió Guillerno Terán Pulido, titular de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, Fuerza Antisecuestro (FAS).
Terán Pulido destacó que es necesario que los ciudadanos conozcan esta forma en que actúan las bandas delictivas a fin de evitar que la gente sea agraviada por este delito de alto alto impacto, que registra 1.7 casos consumados por cada 100 mil habitantes en promedio diario en la Ciudad de México.Ante este fenómeno, como medidas de prevención para evitar ser afectado por este delito, la PGJ capitalina recomienda a la ciudadanía:
Cuelgue si recibe una llamada de extorsión o violenta.
Denuncie, y en caso de creer el engaño, reflexione que no tiene la capacidad operativa ni la preparación para rescatar a un familiar.
Use de forma responsable sus redes sociales, para evitar filtrar información que puede ser una herramienta para el extorsionador.
Cuente con una aplicación de mensajería alterna en la que sólo esté el núcleo familiar, que permita que ante una extorsión realice una búsqueda preliminar de su ser querido.
Siempre, antes de salir, informe a su familia dónde estará y las actividades principales a realizar.
Si en casa hay un adulto mayor o un menor de edad que potencialmente puede contestar un teléfono, debe conocer cómo operan estos grupos para prevenir que sean sorprendidos.
El funcionario reiteró que los grupos dedicados a la extorsión ahora obtienen información de las víctimas en sus redes sociales y utilizan la aplicación de Whatsapp de los afectados como vía de engaño.
SIGUEN OTRAS EXTORSIONES
Las investigaciones realizadas por la PGJDF permiten establecer dos tipos de extorsión: la aleatoria y la dirigida. La primera es la de mayor incidencia y en la que cualquier persona puede recibir una llamada para exigirle dinero mediante la amenaza.
En este caso, el método más frecuente es el llamado “chillón”, en el que una persona simula la voz, haciéndose pasar por el hijo o hija de la víctima, para decir que está secuestrada y que necesita ayuda. En otra variante, el agresor se ostenta como integrante de la delincuencia organizada y pide dinero a cambio de no hacer daño.
Las investigaciones realizadas por la PGJDF permiten establecer dos tipos de extorsión: la aleatoria y la dirigida.
La extorsión dirigida es contra una persona en específico, de la que el probable participante tiene detalles genéricos del ciudadano al que contacta y que obtiene a través de la información que ésta sube a sus redes sociales, como fotografías familiares.
Terán Pulido explicó que otro fenómeno que se presenta ahora es el “secuestro virtual” que jurídicamente es una extorsión, en la que “el contacto con la víctima inicia con una llamada telefónica, un famoso chillón, sales tú de la casa a toda velocidad para tratar de rescatar y encontrar a tu familia, desafortunadamente en el inter te piden que compres un teléfono económico y que apagues el que estás utilizando”.
Excelsior
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