Por: José Calzada
La equidad de género que contempla la reforma al Código Electoral para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave que fue aprobado el 30 de junio del 2015 con 34 votos a favor, cero en contra y una abstención, por parte de los diputados de la LXIII Legislatura de Veracruz obligó a los partidos políticos a cumplir con la equidad de género que signifi-ca que el 50 por ciento de sus postulaciones a puestos de elección popular deberán co-rresponder a mujeres y el resto a varones, sin embargo, la paridad en el ejercicio del po-der no se observa como una realidad a mediano plazo, se limita a un cumplimiento de la ley en las postulaciones, al menos en el Proceso Electoral Local 2017.
Además, las reformas que ya se aplican a partir de la elección local del 2016, permiten la reelección de diputados locales hasta por cuatro periodos consecutivos, pero lo más im-portante de esas modificaciones, sin duda, fue que los partidos políticos o coaliciones postularán candidatos a diputados de mayoría relativa bajo el principio de 50 por ciento para mujeres y 50 por ciento para varones, situación que se trata de cumplir con dema-siadas dificultades y que en los hechos se reduce a un mero cumplimiento legal para las postulaciones que no abona a una participación igualitaria en el ejercicio del poder público, por varias razones:
1.- Los partidos políticos no han sido capaces de preparar cuadros femeninos que partici-pen en procesos electorales con posibilidades reales de triunfo y con ello un ejercicio de equidad en el gobierno
2.- En todos los partidos, el déficit de mujeres es evidente y esporádicamente se registran candidaturas reales con rentabilidad electoral, en la mayoría de los casos corresponden a mujeres que van de relleno en las postulaciones de municipios en los que esas féminas no tienen ninguna posibilidad de ganar.
3.-A pesar de que la ley obliga a paridad en municipios grandes, las dirigencias partidistas buscan los recovecos legales y matemáticos para evadir la postulación de mujeres y con ello los riesgos de perder una elección.
4.- La equidad de género se convirtió en un arma de doble filo para los dirigentes partidis-tas y los grupos de poder para ajustar cuentas en sus filas para beneficio de los varones, por encima del espíritu de paridad.
5.- Es lamentable pero cierto, si bien los partidos políticos no preparan a sus cuadros fe-meninos, tampoco las mujeres que pregonan el empoderamiento hacen lo necesario para su capacitación y posicionamiento social que les permita participar en un proceso electoral constitucional.
En estas circunstancias, ninguno de los partidos políticos contribuye al cumplimiento real del reforma electoral que “garantiza” la equidad de género, la participación de la mujer se limita a una postulación en candidaturas a puestos de elección popular sin futuro.
Pero el mal de la falta de equidad no se reduce a los partidos políticos, también en el sec-tor de los independientes, de los 102 ciudadanos que solicitaron participar de manera in-dependiente, sólo 78 cumplieron con las exigencia de la autoridad electoral y lograron romper los candados para convertirse en candidatos, pero de esos 78 sólo el 5 por ciento son mujeres, tampoco se observa equidad en ese sector.
De esa manera no se prevé que en los 212 ayuntamientos se pueda hacer realidad la equidad de género más allá de la formula presidencia municipal-sindicatura, en el resto de los cuerpos edilicios, las fórmulas de asignación de regidurías difícilmente coincidirán con una paridad.
En términos globales tampoco se alcanzará la equidad de género en las 212 alcaldías, las 212 sindicaturas y las 630 regidurías que se disputarán el próximo 4 de junio en las que 5.6 millones de veracruzanos tendrán la oportunidad de votar por la renovación de los gobiernos municipales.
La equidad de género deberá entonces, esperar mejores tiempos que tengan que ver con un cambio de mentalidad en la sociedad y en los partidos políticos, más allá de ajustes a las leyes que hoy por hoy se convierten en letra muerta.
GALLOS DE PELEA
El movimiento que desde hace varios meses realizan los organizadores de peleas de ga-llos para presionar a una modificación a la legislación vigente que prohibe ese tipo de es-pectáculos, tiene nombre y apellido, se trata del diputado local, Luis Daniel Olmos Barra-das.
Y es que este miércoles, representantes de 150 organizaciones de galleros del Estado se manifestaron anunciando un voto de castigo a las fracciones del Congreso local que no apoyen la iniciativa para retirar la prohibición de las peleas de gallos de la Ley de Protec-ción de los Animales del Estado.
Ante los medios, el presidente de la Sección Nacional de Criadores de Aves de Combate, Efraín Rábago Echegoyen, criticó que el Congreso local siga sin atender su reclamo. El tema se politiza, se aparta de llegar a ser algo trascendente para Veracruz en materia de derechos de los animales, el asunto lleva mano y al parecer es azul la mano que mece la cuna, pues los productores insistieron en que apoyarán a los partidos o candidatos que apoyen retirar la prohibición de esa actividad, pues argumentan, afectan a miles de familias.
Es una pena.
Además, las reformas que ya se aplican a partir de la elección local del 2016, permiten la reelección de diputados locales hasta por cuatro periodos consecutivos, pero lo más im-portante de esas modificaciones, sin duda, fue que los partidos políticos o coaliciones postularán candidatos a diputados de mayoría relativa bajo el principio de 50 por ciento para mujeres y 50 por ciento para varones, situación que se trata de cumplir con dema-siadas dificultades y que en los hechos se reduce a un mero cumplimiento legal para las postulaciones que no abona a una participación igualitaria en el ejercicio del poder público, por varias razones:
1.- Los partidos políticos no han sido capaces de preparar cuadros femeninos que partici-pen en procesos electorales con posibilidades reales de triunfo y con ello un ejercicio de equidad en el gobierno
2.- En todos los partidos, el déficit de mujeres es evidente y esporádicamente se registran candidaturas reales con rentabilidad electoral, en la mayoría de los casos corresponden a mujeres que van de relleno en las postulaciones de municipios en los que esas féminas no tienen ninguna posibilidad de ganar.
3.-A pesar de que la ley obliga a paridad en municipios grandes, las dirigencias partidistas buscan los recovecos legales y matemáticos para evadir la postulación de mujeres y con ello los riesgos de perder una elección.
4.- La equidad de género se convirtió en un arma de doble filo para los dirigentes partidis-tas y los grupos de poder para ajustar cuentas en sus filas para beneficio de los varones, por encima del espíritu de paridad.
5.- Es lamentable pero cierto, si bien los partidos políticos no preparan a sus cuadros fe-meninos, tampoco las mujeres que pregonan el empoderamiento hacen lo necesario para su capacitación y posicionamiento social que les permita participar en un proceso electoral constitucional.
En estas circunstancias, ninguno de los partidos políticos contribuye al cumplimiento real del reforma electoral que “garantiza” la equidad de género, la participación de la mujer se limita a una postulación en candidaturas a puestos de elección popular sin futuro.
Pero el mal de la falta de equidad no se reduce a los partidos políticos, también en el sec-tor de los independientes, de los 102 ciudadanos que solicitaron participar de manera in-dependiente, sólo 78 cumplieron con las exigencia de la autoridad electoral y lograron romper los candados para convertirse en candidatos, pero de esos 78 sólo el 5 por ciento son mujeres, tampoco se observa equidad en ese sector.
De esa manera no se prevé que en los 212 ayuntamientos se pueda hacer realidad la equidad de género más allá de la formula presidencia municipal-sindicatura, en el resto de los cuerpos edilicios, las fórmulas de asignación de regidurías difícilmente coincidirán con una paridad.
En términos globales tampoco se alcanzará la equidad de género en las 212 alcaldías, las 212 sindicaturas y las 630 regidurías que se disputarán el próximo 4 de junio en las que 5.6 millones de veracruzanos tendrán la oportunidad de votar por la renovación de los gobiernos municipales.
La equidad de género deberá entonces, esperar mejores tiempos que tengan que ver con un cambio de mentalidad en la sociedad y en los partidos políticos, más allá de ajustes a las leyes que hoy por hoy se convierten en letra muerta.
GALLOS DE PELEA
El movimiento que desde hace varios meses realizan los organizadores de peleas de ga-llos para presionar a una modificación a la legislación vigente que prohibe ese tipo de es-pectáculos, tiene nombre y apellido, se trata del diputado local, Luis Daniel Olmos Barra-das.
Y es que este miércoles, representantes de 150 organizaciones de galleros del Estado se manifestaron anunciando un voto de castigo a las fracciones del Congreso local que no apoyen la iniciativa para retirar la prohibición de las peleas de gallos de la Ley de Protec-ción de los Animales del Estado.
Ante los medios, el presidente de la Sección Nacional de Criadores de Aves de Combate, Efraín Rábago Echegoyen, criticó que el Congreso local siga sin atender su reclamo. El tema se politiza, se aparta de llegar a ser algo trascendente para Veracruz en materia de derechos de los animales, el asunto lleva mano y al parecer es azul la mano que mece la cuna, pues los productores insistieron en que apoyarán a los partidos o candidatos que apoyen retirar la prohibición de esa actividad, pues argumentan, afectan a miles de familias.
Es una pena.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario