Ciudad de México.- Primero les quitaron la construcción de lo que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, porque el Presidente Andrés Manuel López Obrador traía su propio proyecto que dejó en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional, una construcción mediocre alejada de las grandes infraestructuras del mundo, tan necesaria para mostrar al mundo que el País avanza –y si bien hay pobreza, en todas partes del mundo la hay, incluso en los países desarrollados-, pero como el mandatario no quiere pelearse con los empresarios, sobre todo con los despojados, entre otros Carlos Slim Helú, le concederá el 60 por ciento la construcción del afamado Tren Maya al sector privado nacional e internacional, obra que implicará una inversión cercana a los 120 mil millones de pesos, de los cuales cerca de 60 por ciento provendrá del sector empresarial.
En ese sentido, tras una reunión privada en Palacio Nacional, Slim Helú, presidente vitalicio de Grupo Carso, dijo que se trata de un proyecto “muy interesante” en el que van a estar presentes porque dará un gran impulso al sureste del País, que en este momento es tan necesario, a pesar de que por ahora se elabora su ingeniería básica, y en ese sentido, el presidente de Grupo Hermes, Carlos Hank Rhon aseguró que fue un buen encuentro y que el mandatario se mostró muy atento con los asistentes.
“Es un gran proyecto. Sí, claro, estamos interesados en participar”, dijo el empresario mexiquense que entre sus empresas figura La Peninsular. También, el presidente de Coconal, Héctor Ovalle, otro de los convocados, dejó en claro sus deseos de subirse al tren: por supuesto que nos interesa y sí, vamos a participar en los concursos, esperamos los detalles, tenemos experiencia. Las tres constructoras, que figuran en el top 10 de las principales a nivel nacional, participaban en el cancelado aeropuerto de Texcoco y ahora buscan estar nuevamente en el principal proyecto de infraestructura del actual gobierno, que se estima inaugurar en la segunda mitad del 2023. Al encuentro que duró un par de horas, fueron convocados representantes de 18 constructoras, entre ellas China Communications Construcción Company.
Debido al interés de estar presentes en la construcción del Tren Maya (que implica “1,460 km de derechos y oportunidades”), entre los “grandes empresarios” destacaron: Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Azteca, y Olegario Vázquez Aldir, de Prodemex, además de representantes de Grupo México, ICA, Grupo Indi, Omega, Sacyr, Grupo Omega, Acciona, Caltia, Pinfra y BlackRock. Por el gobierno federal, hubo representantes de la Secretaría de Hacienda. En respuesta al ánimo manifiesto, el presidente de la República, de acuerdo con el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, pidió al sector privado poner todo su empeño en los concursos para que las licitaciones sean totalmente transparentes, quien dijo que una inquietud común de los empresarios es que el gobierno Federal se encargue de resolver eventuales problemas de índole social (ambientales y derechos de vía) para que no se vayan a interrumpir los trabajos.
“Esos temas están en nuestra cancha y los estamos atendiendo”, dijo el funcionario. El titular de Fonatur adelantó que, ante la complejidad de las licitaciones para construir los siete tramos que incluye el trayecto, se decidió elaborar talleres informativos antes de que se publiquen las bases de licitación, para que todos los interesados comiencen a resolver, antes de tiempo, sus dudas. “Fue una reunión con constructoras. En su momento habrá una con los fabricantes de trenes. Estamos trabajando”, señaló.
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