Toluca, México.- La evaluación de los maestros que señala la Reforma Educativa no es un método para despedirlos sino una forma de profesionalización, pues dependiendo de los resultados cada maestro tendrá acceso a una capacitación acorde a su nivel para mejorar su trabajo, quienes piensan lo contrario están equivocados.
Aseguró durante una conferencia sobre la reforma Educativa el Dr. Gilberto Ramón Guevara Niebla, quien es miembro de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
Ante la presencia del subsecretario de Educación Básica y Normal del Estado de México, Jorge Alejandro Neyra González, y el rector de la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl, Noe Molina Rusiles, el ponente expresó que los maestros no deben tener miedo ni escepticismo en relación a la evaluación, ya que es para lograr una modernización y no tiene un espíritu punitivo sino formativo.
El también sociólogo de la Educación en la Escuela de Altos Estudios de París, entre otros títulos, aseguró que la evaluación docente es parte de un movimiento mundial y la idea es tener un concepto claro de la buena enseñanza, donde los profesores digan cual es la buena enseñanza, es decir se van a evaluar a sí mismos.
“Siendo la educación un tema prioritario, ya que es indispensable que los bastiones de la enseñanza evolucionen, por eso es indispensable elevar la calidad en el proceso enseñanza aprendizaje, y con la Reforma Educativa por primera vez se deja de ver al profesor como un trabajador y se le toma en cuenta como maestro”, apuntó.
En ese sentido, durante la sesión de preguntas y respuestas, Guevara Niebla dijo que en materia sindical “es correcto que los profesores defiendan sus derechos, yo creo, dijo, que un sindicato de maestros no es un sindicato de obreros, es un sindicato de trabajadores intelectuales muy especial, que exige una calidad moral e intelectual de sus liderazgos”.
Y puntualizó: “descalificamos con tanta energía las inmoralidades que observamos, es una cosa grotesca lo que está ocurriendo en el sindicalismo. Se necesitan sindicatos serios comprometidos con los trabajadores, las instituciones, la educación, los niños y la nación. Por eso el único mecanismo para dejar de ser un país tercermundista es la educación”.
Aseguró durante una conferencia sobre la reforma Educativa el Dr. Gilberto Ramón Guevara Niebla, quien es miembro de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
Ante la presencia del subsecretario de Educación Básica y Normal del Estado de México, Jorge Alejandro Neyra González, y el rector de la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl, Noe Molina Rusiles, el ponente expresó que los maestros no deben tener miedo ni escepticismo en relación a la evaluación, ya que es para lograr una modernización y no tiene un espíritu punitivo sino formativo.
El también sociólogo de la Educación en la Escuela de Altos Estudios de París, entre otros títulos, aseguró que la evaluación docente es parte de un movimiento mundial y la idea es tener un concepto claro de la buena enseñanza, donde los profesores digan cual es la buena enseñanza, es decir se van a evaluar a sí mismos.
“Siendo la educación un tema prioritario, ya que es indispensable que los bastiones de la enseñanza evolucionen, por eso es indispensable elevar la calidad en el proceso enseñanza aprendizaje, y con la Reforma Educativa por primera vez se deja de ver al profesor como un trabajador y se le toma en cuenta como maestro”, apuntó.
En ese sentido, durante la sesión de preguntas y respuestas, Guevara Niebla dijo que en materia sindical “es correcto que los profesores defiendan sus derechos, yo creo, dijo, que un sindicato de maestros no es un sindicato de obreros, es un sindicato de trabajadores intelectuales muy especial, que exige una calidad moral e intelectual de sus liderazgos”.
Y puntualizó: “descalificamos con tanta energía las inmoralidades que observamos, es una cosa grotesca lo que está ocurriendo en el sindicalismo. Se necesitan sindicatos serios comprometidos con los trabajadores, las instituciones, la educación, los niños y la nación. Por eso el único mecanismo para dejar de ser un país tercermundista es la educación”.
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