Emiliano Mateo Carrillo
LA POBREZA DE MÉXICO Y UN ASISTENCIALISMO DE CONTROL ANTE LOS FOCOS DE MOVILIZACIÓN SOCIAL. Favorecidos los 400 municipios que han sido identificados por el presidente Enrique Peña Nieto como la población objetivo del programa social hasta alcanzar los 7.4 millones de habitantes. La Pobreza de los Mexicanos será la responsable de operar la política social del nuevo gobierno federal, donde fueron diputados y funcionarios de gobiernos estatales; en la Subsecretaría de Desarrollo Social y Humano, esta Ernesto Nemer Álvarez, quien recientemente renunció a la Secretaría General de Gobierno del Estado de México. En el 2011, fue uno de los aspirantes a la gubernatura del Estado de México, conminado por el ahora presidente de México, Enrique Peña. Declinó su aspiración para que finalmente el candidato fuera el Dr. Eruviel Ávila Villegas; ganando con una votación de tres millones de sufragios, por encima de Luis Felipe Bravo y Alejandro Encinas.
Más de 720 mil personas, viven en pobreza en Ecatepec; Pablo Bedolla, alcalde da la razón, dato escalofriante, si tomamos en cuenta que según el INEGI, la población es de aproximadamente 1 millón 800 mil habitantes, aunque cifras municipales hablan de 3 millones, pero de cualquier manera, hablar de un municipio de la importancia de Ecatepec con el 30 por ciento de su población, somos pobres y es un reto mayúsculo.
Javier Guerrero García, estará a cargo de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano. Este nuevo subsecretario fue diputado federal en tres ocasiones, secretario de Finanzas y de Desarrollo Económico de Coahuila, periodo del gobierno de Enrique Martínez y Martínez, secretario de Desarrollo Económico en el actual gobierno de Rubén Moreira. También participó en la década de los 90s, en el Consejo Consultivo de Solidaridad, programa de Desarrollo Social, impulsado por el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
Oportunidades, estará a cargo de Paula Angélica Hernández Olmos, ex diputada federal del PRI, ha coordinado para su partido las elecciones federales de 2009, la de gobernador de Hidalgo en 2005, resultó ganador el hoy secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; fue coordinadora de invitados especiales para la campaña de Peña Nieto; en la Subsecretaría de Prospectiva, Planeación Evaluación con Juan Carlos Lastara Quiroz, ex presidente municipal de Zacatlán, Puebla; ex secretario de Desarrollo Social, durante el gobierno de Mario Marín. El ex diputado federal y ex promotor del Programa Nacional Solidaridad, deberá trabajar durante este sexenio para lograr un padrón único de beneficio.
En dicha entidad encargada de abastecer de productos básicos y complementarios a localidades rurales de alta y muy alta marginación, fue nombrado Héctor Eduardo Velasco Monroy, ex diputado local y federal, ex presidente de la CNC mexiquense; ex secretario particular adjunto, de Peña Nieto, cuando era gobernador del Estado de México.
La Cruzada anti hambre, de Peña Nieto, se convertirá en la empresa electoral más grande en la historia de México. Con un PRI anclado a la compra y coacción del voto; la institucionalización de la entrega de despensas, será la legalización del fraude electoral y un seguro de vida para el priismo. Base para las abastecedoras del monopolio de la leche Alpura, Lala, y Maseca (que los gobiernos neoliberales se encargaron de privatizar, siendo una paraestatal), la principal importadora de productos básicos del extranjero, motivo por el cual está el campo en la miseria; principales proveedores de Diconsa y Liconsa (paraestatales).
“La vinculación con la población donde dos tercios no son afines (PRD Y PAN un poquito menos), la izquierda de AMLO, logró más de 15 millones 800 mil sufragios, que establecen las mediciones de fuerzas e interlocuciones. Con una población meta de 7.5 millones de pobres a quienes se les pretende hacer llegar este plan alojado en el Sistema Nacional Contra el Hambre”. El PRI cubriría la totalidad, más 2.5 de personas a quienes les compró el sufragio en la elección presidencial del 2012, constatado en cinco millones de votos, según cifras de la coalición Movimiento Progresista. Y con elecciones municipales, estatales y federales intermedias a la vista, el absolutismo priista contará con una herramienta sustancial para su imposición en cada rincón del país.
Las zonas conurbadas de 6 estados más poblados, y sus 125 municipios donde hay pobreza alimentaria, violencia urbana y los jóvenes mas vulnerables de 14 a 35 años, sin expectativas de encontrar un trabajo remunerador que permita una mejor calidad de vida y desarrollo, nuestra juventud en manos de la delincuencia y vicios, como alcoholismo, drogadicción.
Durante la campaña presidencial, la coordinación electoral de Peña Nieto, adelantó que se crearía este programa, dijeron, como una copia del plan Hambre Cero, implementado en Brasil, por el presidente Lula, que redujo de 60 a 20 millones el número de pobres en ese país. Sin embargo, el plan gubernamental con sus oligárquicas kakistocratas, que les permitan operar a las metas y objetivos, como la Privatización de Pemex, las concesiones de minas, explotación de los recursos naturales, así como establecer un programa de infraestructura de carreteras, ferrocarriles, puertos, vías aéreas para la I.P. que les permita desaparecer el estrado mexicano en manos de las corporaciones financieras, soportadas en el modelo neoliberal, la visión es que despierte la población, que permita detener la depredación del país.
No es ni por mucho, una calca del modelo brasileño, sino simple y llanamente, una transportación nacional de un modelo instaurado en el Estado de Hidalgo, cuando el hoy secretario de Gobernación mexicano, Miguel Ángel Osorio Chong, era gobernador de esa entidad. Ahí le llamaron “Plan Alimentario” trataba única y exclusivamente, el reparto de despensas básicas a través del sistema DIF; por cierto, que ahora dirige a nivel nacional la esposa de Osorio Chong, Laura Vargas Carrillo. Pero el programa, de Osorio Chong, en nada resolvió la hambruna en Hidalgo, tipificado por la Federación como el quinto estado más pobre de México. A razón de que, entonces, al Gobierno estatal se le olvidó implementar reglas de operación, ley orgánica o mecanismos de transparencia, que evitaran lo que finalmente ocurrió: el Plan Alimentario hidalguense, fue interceptado por operadores electorales, bajo orden oficial, reparten a conveniencia los alimentos (no necesariamente a quien lo necesite); convirtiéndose esto, en la herramienta inmediata de coacción electoral, que tuvo su prueba de fuego en la elección gubernamental del año 2010, donde, el ahora gobernador impuso a su sucesor, Francisco Olvera. Ese es el plan ahora nacionalizado, en la “Cruzada Nacional Contra el Hambre”.
Un programa, que ni siquiera puede calificarse de bien intencionado, sus objetivos específicos, son político-electorales. Y, si no fuera así, ¿qué alcances podría tener un plan pensado para 7.5 millones de habitantes, cuando existen 28 millones de mexicanos, que literalmente no tienen ni para comer, 10 millones de los cuales son indígenas con hambruna, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Además de que este programa no se plantea eliminar las causas de la miseria, que están relacionadas con el incentivo de las relaciones mercantiles, y la eliminación de derechos sociales, aunado a la cancelación de la organización agrícola y el subsidio a las cosechas, que eviten la migración del campo a las urbes, donde más y más gente, está expuesta al desamparo.
Más de 720 mil personas, viven en pobreza en Ecatepec; Pablo Bedolla, alcalde da la razón, dato escalofriante, si tomamos en cuenta que según el INEGI, la población es de aproximadamente 1 millón 800 mil habitantes, aunque cifras municipales hablan de 3 millones, pero de cualquier manera, hablar de un municipio de la importancia de Ecatepec con el 30 por ciento de su población, somos pobres y es un reto mayúsculo.
Javier Guerrero García, estará a cargo de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano. Este nuevo subsecretario fue diputado federal en tres ocasiones, secretario de Finanzas y de Desarrollo Económico de Coahuila, periodo del gobierno de Enrique Martínez y Martínez, secretario de Desarrollo Económico en el actual gobierno de Rubén Moreira. También participó en la década de los 90s, en el Consejo Consultivo de Solidaridad, programa de Desarrollo Social, impulsado por el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
Oportunidades, estará a cargo de Paula Angélica Hernández Olmos, ex diputada federal del PRI, ha coordinado para su partido las elecciones federales de 2009, la de gobernador de Hidalgo en 2005, resultó ganador el hoy secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; fue coordinadora de invitados especiales para la campaña de Peña Nieto; en la Subsecretaría de Prospectiva, Planeación Evaluación con Juan Carlos Lastara Quiroz, ex presidente municipal de Zacatlán, Puebla; ex secretario de Desarrollo Social, durante el gobierno de Mario Marín. El ex diputado federal y ex promotor del Programa Nacional Solidaridad, deberá trabajar durante este sexenio para lograr un padrón único de beneficio.
En dicha entidad encargada de abastecer de productos básicos y complementarios a localidades rurales de alta y muy alta marginación, fue nombrado Héctor Eduardo Velasco Monroy, ex diputado local y federal, ex presidente de la CNC mexiquense; ex secretario particular adjunto, de Peña Nieto, cuando era gobernador del Estado de México.
La Cruzada anti hambre, de Peña Nieto, se convertirá en la empresa electoral más grande en la historia de México. Con un PRI anclado a la compra y coacción del voto; la institucionalización de la entrega de despensas, será la legalización del fraude electoral y un seguro de vida para el priismo. Base para las abastecedoras del monopolio de la leche Alpura, Lala, y Maseca (que los gobiernos neoliberales se encargaron de privatizar, siendo una paraestatal), la principal importadora de productos básicos del extranjero, motivo por el cual está el campo en la miseria; principales proveedores de Diconsa y Liconsa (paraestatales).
“La vinculación con la población donde dos tercios no son afines (PRD Y PAN un poquito menos), la izquierda de AMLO, logró más de 15 millones 800 mil sufragios, que establecen las mediciones de fuerzas e interlocuciones. Con una población meta de 7.5 millones de pobres a quienes se les pretende hacer llegar este plan alojado en el Sistema Nacional Contra el Hambre”. El PRI cubriría la totalidad, más 2.5 de personas a quienes les compró el sufragio en la elección presidencial del 2012, constatado en cinco millones de votos, según cifras de la coalición Movimiento Progresista. Y con elecciones municipales, estatales y federales intermedias a la vista, el absolutismo priista contará con una herramienta sustancial para su imposición en cada rincón del país.
Las zonas conurbadas de 6 estados más poblados, y sus 125 municipios donde hay pobreza alimentaria, violencia urbana y los jóvenes mas vulnerables de 14 a 35 años, sin expectativas de encontrar un trabajo remunerador que permita una mejor calidad de vida y desarrollo, nuestra juventud en manos de la delincuencia y vicios, como alcoholismo, drogadicción.
Durante la campaña presidencial, la coordinación electoral de Peña Nieto, adelantó que se crearía este programa, dijeron, como una copia del plan Hambre Cero, implementado en Brasil, por el presidente Lula, que redujo de 60 a 20 millones el número de pobres en ese país. Sin embargo, el plan gubernamental con sus oligárquicas kakistocratas, que les permitan operar a las metas y objetivos, como la Privatización de Pemex, las concesiones de minas, explotación de los recursos naturales, así como establecer un programa de infraestructura de carreteras, ferrocarriles, puertos, vías aéreas para la I.P. que les permita desaparecer el estrado mexicano en manos de las corporaciones financieras, soportadas en el modelo neoliberal, la visión es que despierte la población, que permita detener la depredación del país.
No es ni por mucho, una calca del modelo brasileño, sino simple y llanamente, una transportación nacional de un modelo instaurado en el Estado de Hidalgo, cuando el hoy secretario de Gobernación mexicano, Miguel Ángel Osorio Chong, era gobernador de esa entidad. Ahí le llamaron “Plan Alimentario” trataba única y exclusivamente, el reparto de despensas básicas a través del sistema DIF; por cierto, que ahora dirige a nivel nacional la esposa de Osorio Chong, Laura Vargas Carrillo. Pero el programa, de Osorio Chong, en nada resolvió la hambruna en Hidalgo, tipificado por la Federación como el quinto estado más pobre de México. A razón de que, entonces, al Gobierno estatal se le olvidó implementar reglas de operación, ley orgánica o mecanismos de transparencia, que evitaran lo que finalmente ocurrió: el Plan Alimentario hidalguense, fue interceptado por operadores electorales, bajo orden oficial, reparten a conveniencia los alimentos (no necesariamente a quien lo necesite); convirtiéndose esto, en la herramienta inmediata de coacción electoral, que tuvo su prueba de fuego en la elección gubernamental del año 2010, donde, el ahora gobernador impuso a su sucesor, Francisco Olvera. Ese es el plan ahora nacionalizado, en la “Cruzada Nacional Contra el Hambre”.
Un programa, que ni siquiera puede calificarse de bien intencionado, sus objetivos específicos, son político-electorales. Y, si no fuera así, ¿qué alcances podría tener un plan pensado para 7.5 millones de habitantes, cuando existen 28 millones de mexicanos, que literalmente no tienen ni para comer, 10 millones de los cuales son indígenas con hambruna, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Además de que este programa no se plantea eliminar las causas de la miseria, que están relacionadas con el incentivo de las relaciones mercantiles, y la eliminación de derechos sociales, aunado a la cancelación de la organización agrícola y el subsidio a las cosechas, que eviten la migración del campo a las urbes, donde más y más gente, está expuesta al desamparo.
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