Ciudad de México.- La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) ha dejado de ser una operadora de programas sociales, y retomó su carácter de rectora de la política social, señaló Enrique González Tiburcio, coordinador de asesores de la titular del ramo, Rosario Robles Berlanga.
Resaltó que la política social de nueva generación del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se enfoca a alcanzar una sociedad de derechos y, para ello, se ha recuperado el concepto de movilidad social, perdido durante los últimos 18 años.
Explicó que el nuevo papel de la Sedesol es conducir la política social "en su tránsito progresivo" hacia la universalización de los derechos y promover al mismo tiempo que cada dependencia asuma la parte que le corresponde.
En su intervención en la Reunión de Oficiales Mayores y Homólogos de la Administración Pública Federal, detalló que con este nuevo enfoque de política social, se prevé cerrar tres brechas: la urbana-rural, la indígena-no indígena y la del ingreso entre los deciles más altos y los más bajos de la población mexicana.
En el patio central del Museo Interactivo de Economía, González Tiburcio destacó, además, que esta nueva visión del desarrollo social busca pasar a una política de derechos sociales y humanos consagrados en la Constitución, pero que no son vividos, por lo que ahora ya no se habla de beneficiarios sino de titulares de derechos.
El funcionario de Sedesol subrayó que para ello se rediseñaron los programas sociales, como el de Desarrollo Humano Oportunidades, que ahora tendrá salidas productivas para hacerlo aún más efectivo en el combate a la pobreza.
Además, explicó que otro cambio relevante en la política social es que ahora se construye desde abajo con base en dos ejes muy importantes: el territorio y la participación social, con lo cual, se ha pasado de la ventanilla al trabajo en el territorio, lo que permite empatar la demanda social con la oferta institucional y contar con 55 mil promotores comunitarios encargados de levantar las demandas sociales.
Al referirse a la Cruzada Nacional contra el Hambre, destacó que no es toda la política social del presidente Enrique Peña Nieto, sino que ahí inicia; y la calificó como un instrumento muy importante para reconstruir los canales entre los tres órdenes de gobierno, las secretarías de Estado y las diferentes dependencias.
Precisó que de un universo de 7.01 millones de personas en pobreza extrema alimentaria, se atiende ya a 50 por ciento, es decir, a 3.4 millones de personas que viven en 405 municipios.
Indicó que en este año se atenderá a otro 25 por ciento y para 2015 a 25 por ciento restante, con lo que el año entrante se cubrirá la totalidad de la población objetivo en todo el país.
González Tiburcio explicó que se ha impulsado el federalismo social con las reformas al Ramo 33, en particular al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), que presentaba problemas de eficacia, fiscalización y transparencia.
Para ello, aclaró, se preparó un catálogo de obras y acciones que permitirá ejercer con más eficacia estos recursos tan importantes dado que ocho estados concentran 70 por ciento de los recursos y 75 por ciento de las carencias.
Resaltó que la política social de nueva generación del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se enfoca a alcanzar una sociedad de derechos y, para ello, se ha recuperado el concepto de movilidad social, perdido durante los últimos 18 años.
Explicó que el nuevo papel de la Sedesol es conducir la política social "en su tránsito progresivo" hacia la universalización de los derechos y promover al mismo tiempo que cada dependencia asuma la parte que le corresponde.
En su intervención en la Reunión de Oficiales Mayores y Homólogos de la Administración Pública Federal, detalló que con este nuevo enfoque de política social, se prevé cerrar tres brechas: la urbana-rural, la indígena-no indígena y la del ingreso entre los deciles más altos y los más bajos de la población mexicana.
En el patio central del Museo Interactivo de Economía, González Tiburcio destacó, además, que esta nueva visión del desarrollo social busca pasar a una política de derechos sociales y humanos consagrados en la Constitución, pero que no son vividos, por lo que ahora ya no se habla de beneficiarios sino de titulares de derechos.
El funcionario de Sedesol subrayó que para ello se rediseñaron los programas sociales, como el de Desarrollo Humano Oportunidades, que ahora tendrá salidas productivas para hacerlo aún más efectivo en el combate a la pobreza.
Además, explicó que otro cambio relevante en la política social es que ahora se construye desde abajo con base en dos ejes muy importantes: el territorio y la participación social, con lo cual, se ha pasado de la ventanilla al trabajo en el territorio, lo que permite empatar la demanda social con la oferta institucional y contar con 55 mil promotores comunitarios encargados de levantar las demandas sociales.
Al referirse a la Cruzada Nacional contra el Hambre, destacó que no es toda la política social del presidente Enrique Peña Nieto, sino que ahí inicia; y la calificó como un instrumento muy importante para reconstruir los canales entre los tres órdenes de gobierno, las secretarías de Estado y las diferentes dependencias.
Precisó que de un universo de 7.01 millones de personas en pobreza extrema alimentaria, se atiende ya a 50 por ciento, es decir, a 3.4 millones de personas que viven en 405 municipios.
Indicó que en este año se atenderá a otro 25 por ciento y para 2015 a 25 por ciento restante, con lo que el año entrante se cubrirá la totalidad de la población objetivo en todo el país.
González Tiburcio explicó que se ha impulsado el federalismo social con las reformas al Ramo 33, en particular al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), que presentaba problemas de eficacia, fiscalización y transparencia.
Para ello, aclaró, se preparó un catálogo de obras y acciones que permitirá ejercer con más eficacia estos recursos tan importantes dado que ocho estados concentran 70 por ciento de los recursos y 75 por ciento de las carencias.
Notimex
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