Toluca, Méx. .- Actualmente un trabajador puede tardar más de 30 años en pagar su casa, tiempo en el cual pagará hasta cuatro veces el valor de la propiedad debido a la sobrevaluación de los créditos, este es el principal motivo por el cual se abandonan las propiedades, también a la baja percepción salarial que no permite cubrir mensualidades de aproximadamente 7 mil pesos por una propiedad que no excede de dos cuartos, revelan datos de la organización Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna A.C.
José Humbertus Pérez Espinoza, representante de la organización afirmó que el principal problema del abandono de las viviendas es su sobrevaloración, pero también que se construyen en zonas lejanas y carentes de servicios, lo que propicia que las familias opten por dejarlas.
“A través de créditos de Infonavit o Fovissste un trabajador adquiere una casa que a la fraccionadora le costó construir en 150 mil pesos, ellos la cotizan en 300 mil, pero al liquidarla en 30 años terminan pagando cuatro veces su valor real, cuando lo ideal es adquirir la propiedad en no más de 12 años condenándolos a pagar algo que no lo vale, pero además adquieren créditos impagables que al final propiciarán el abandono de su hogar”.
El Frente Mexiquense en Defensa de la Vivienda lleva desde la administración de Peña Nieto denunciando esta situación, pues advierten que existe un círculo de corrupción alrededor del otorgamiento de créditos para adquirir vivienda, donde regularmente es el fraccionador el que gana, mientras el trabajador y los gobiernos pierden, estos al permitir la construcción de casas de baja calidad y sin servicios que serán dejadas en un futuro, mientras los primeros jamás podrán volver a adquirir una propiedad porque pierden todos sus derechos.
De acuerdo con datos de la organización un 60 por ciento de los empleados que adquieren un crédito pierden sus casas por falta de pagos. Del 2002 al 2012 que abarca tanto la administración de Peña Nieto y de Eruviel Ávila Villegas se tiene una estadística de que se vendieron 600 mil viviendas, de estas se abandonaron casi 200 mil, siendo los créditos de Infonavit los que más se dejaron de pagar.
Las casas que más se abandonan son las que construyen ARA y GEO, ésta última reporta elevados índices debido a la inseguridad en el municipio de Zumpango; Sadasi, Urvit, Homex son otras de las fraccionadoras que también están siendo afectadas por este fenómeno.
Pérez Espinoza advirtió que detrás de la adquisición de casas y asignación de créditos hipotecarios hay un gran fraude no sólo en la entidad, si no en todo el país, pues las constructoras no están cumplimientos con los requerimientos mínimos de calidad, los gobiernos siguen permitiendo la explotación y los trabajadores sueñan con adquirir casas impagables.
José Humbertus Pérez Espinoza, representante de la organización afirmó que el principal problema del abandono de las viviendas es su sobrevaloración, pero también que se construyen en zonas lejanas y carentes de servicios, lo que propicia que las familias opten por dejarlas.
“A través de créditos de Infonavit o Fovissste un trabajador adquiere una casa que a la fraccionadora le costó construir en 150 mil pesos, ellos la cotizan en 300 mil, pero al liquidarla en 30 años terminan pagando cuatro veces su valor real, cuando lo ideal es adquirir la propiedad en no más de 12 años condenándolos a pagar algo que no lo vale, pero además adquieren créditos impagables que al final propiciarán el abandono de su hogar”.
El Frente Mexiquense en Defensa de la Vivienda lleva desde la administración de Peña Nieto denunciando esta situación, pues advierten que existe un círculo de corrupción alrededor del otorgamiento de créditos para adquirir vivienda, donde regularmente es el fraccionador el que gana, mientras el trabajador y los gobiernos pierden, estos al permitir la construcción de casas de baja calidad y sin servicios que serán dejadas en un futuro, mientras los primeros jamás podrán volver a adquirir una propiedad porque pierden todos sus derechos.
De acuerdo con datos de la organización un 60 por ciento de los empleados que adquieren un crédito pierden sus casas por falta de pagos. Del 2002 al 2012 que abarca tanto la administración de Peña Nieto y de Eruviel Ávila Villegas se tiene una estadística de que se vendieron 600 mil viviendas, de estas se abandonaron casi 200 mil, siendo los créditos de Infonavit los que más se dejaron de pagar.
Las casas que más se abandonan son las que construyen ARA y GEO, ésta última reporta elevados índices debido a la inseguridad en el municipio de Zumpango; Sadasi, Urvit, Homex son otras de las fraccionadoras que también están siendo afectadas por este fenómeno.
Pérez Espinoza advirtió que detrás de la adquisición de casas y asignación de créditos hipotecarios hay un gran fraude no sólo en la entidad, si no en todo el país, pues las constructoras no están cumplimientos con los requerimientos mínimos de calidad, los gobiernos siguen permitiendo la explotación y los trabajadores sueñan con adquirir casas impagables.
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