Veracruz.- La traición y las promesas incumplidas siempre serán dos temas inseparables en la supuesta democracia veracruzana.
Cuando cambian las circunstancias, los contextos o se polarizan las fuerzas, los políticos siempre deben de saber adaptarse al entorno que los rodea.
Total, de manera pragmática el objeto de todo es acceder al poder, mantenerlo, disfrutarlo y ejercerlo.
Eso mismo ha pasado con la actual diputada federal Marina Garay Cabada, quién inteligentemente ha sabido mantenerse en el esquema público de los Tuxtlas y de Veracruz, todo gracias a convenios y traiciones.
Y es que siendo la alevosía un gran instrumento, la legisladora aprendió muy bien el obscuro manejo absolutista y su historia ha sido llena de desencuentros.
Marina Garay Cabada ha sabido mantenerse efectiva en el cuadro político de la suiza veracruzana.
Es más, la también empresaria de la construcción es una maestra de la traición y haciendo uso de esta sublime cualidad ha fabricado su imperio.
La notable legisladora formó parte del sofocado grupo de Jorge Uscanga Escobar a quién por abruptos manejos personales traicionó y aun a pesar de jurar odio por Nemesio Domínguez también comulgó con él, para luego darle una artera puñalada.
La clave de todo, la supervivencia.
Marina Garay ha sabido dar cátedra de cómo usar la política del impedimento.
Al verse limitada en sus fuerzas o poder de convocatoria, Garay Cabada ha buscando finamente adherirse a personajes brillantes que en medida del fulgor, iluminan a la diputada.
En el pasado lo hizo con Uscanga, Nemesio y hasta con Fidel, y hoy lo hace con Jorge Carvallo Delfín con quién los unen fuertes lazos de amistad y de negocios.
Pero todo parece indicar que la historia tenderá a repetirse, ya que luego de que la misma Marina le hiciera a campaña junto con Santiago Avendaño a Carvallo Delfín, ahora la misma legisladora no le ve futuro al Lerdense, y ha sido vista coqueteando con grupos antagónicos a su todavía socio y amigo.
¿Será que Marina Garay ya piensa en traicionar a Carvallo Delfín?, esperemos que esta vez no se equivoque, porque aunque se asegure que Jorge Carvallo este disminuido en fuerza y tenga todo en contra, hasta ahorita es el más seguro candidato a diputado por el PRI en los Tuxtlas.
En fin, veremos qué pasa, sólo hay que recordar que el don de la traición no está al alcance de cualquier político.
Cuando cambian las circunstancias, los contextos o se polarizan las fuerzas, los políticos siempre deben de saber adaptarse al entorno que los rodea.
Total, de manera pragmática el objeto de todo es acceder al poder, mantenerlo, disfrutarlo y ejercerlo.
Eso mismo ha pasado con la actual diputada federal Marina Garay Cabada, quién inteligentemente ha sabido mantenerse en el esquema público de los Tuxtlas y de Veracruz, todo gracias a convenios y traiciones.
Y es que siendo la alevosía un gran instrumento, la legisladora aprendió muy bien el obscuro manejo absolutista y su historia ha sido llena de desencuentros.
Marina Garay Cabada ha sabido mantenerse efectiva en el cuadro político de la suiza veracruzana.
Es más, la también empresaria de la construcción es una maestra de la traición y haciendo uso de esta sublime cualidad ha fabricado su imperio.
La notable legisladora formó parte del sofocado grupo de Jorge Uscanga Escobar a quién por abruptos manejos personales traicionó y aun a pesar de jurar odio por Nemesio Domínguez también comulgó con él, para luego darle una artera puñalada.
La clave de todo, la supervivencia.
Marina Garay ha sabido dar cátedra de cómo usar la política del impedimento.
Al verse limitada en sus fuerzas o poder de convocatoria, Garay Cabada ha buscando finamente adherirse a personajes brillantes que en medida del fulgor, iluminan a la diputada.
En el pasado lo hizo con Uscanga, Nemesio y hasta con Fidel, y hoy lo hace con Jorge Carvallo Delfín con quién los unen fuertes lazos de amistad y de negocios.
Pero todo parece indicar que la historia tenderá a repetirse, ya que luego de que la misma Marina le hiciera a campaña junto con Santiago Avendaño a Carvallo Delfín, ahora la misma legisladora no le ve futuro al Lerdense, y ha sido vista coqueteando con grupos antagónicos a su todavía socio y amigo.
¿Será que Marina Garay ya piensa en traicionar a Carvallo Delfín?, esperemos que esta vez no se equivoque, porque aunque se asegure que Jorge Carvallo este disminuido en fuerza y tenga todo en contra, hasta ahorita es el más seguro candidato a diputado por el PRI en los Tuxtlas.
En fin, veremos qué pasa, sólo hay que recordar que el don de la traición no está al alcance de cualquier político.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario