Ciudad de México.- De la mano de los servicios turísticos, los precios al consumidor registraron un alza mensual de 0.28 por ciento en julio, con la cual alcanzaron una dimensión de 4.07 por ciento desde el mismo mes de 2013, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En tanto, los bienes y servicios que constituyen la canasta básica de consumo se elevaron 0.19 por ciento en promedio durante el séptimo mes del año, con lo que la magnitud anual de su carestía llegó a 4.99 por ciento, indicó el organismo.
Los productos con mayor incidencia en el índice nacional de precios al consumidor en julio, respecto al mes anterior, fueron los servicios turístico en paquete, con una alza mensual de 9.77 por ciento; el jitomate, con un aumento de 15.96; la gasolina de bajo octanaje, con 3.75 por ciento; el transporte aéreo, que alcanzó una altura de 11.55 por ciento y la cebolla, que rebasó a los aviones con una elevación de 18.56 por ciento.
Atemperaron la carestía la baja mensual de 2.94 por ciento en el precio del pollo, la de 3.67 en el huevo, la caída de 16.17 por ciento en la cotización de la uva, el abaratamiento de 2.74 por ciento de las cremas para la piel y la reducción de 0.28 por ciento en el precio de los automóviles.
La inflación subyacente en julio, para cuyo cálculo se eliminan los productos agropecuarios, los energéticos y las tarifas autorizadas por cualquiera de los tres niveles de gobierno, fue de 0.19 por ciento, con lo cual su crecimiento desde el mismo mes del año pasado fue de 3.25 por ciento.
En tanto que la inflación no subyacente, que corresponde a los rubros eliminados de la anterior, tuvo un incremento mensual de 0.56 por ciento y una elevación anual de 6.83 por ciento.
Así, en su medición de los últimos 12 meses la carrera de los precios ha sido liderada por los energéticos, con un incremento anual de 8.38 por ciento; seguidos de los productos energéticos con una alza de 7.14 por ciento desde julio de 2013, y las tarifas autorizadas por cualquiera de los tres niveles de gobierno, que llevan un incremento promedio de 5.92 por ciento en un año.
En tanto, los bienes y servicios que constituyen la canasta básica de consumo se elevaron 0.19 por ciento en promedio durante el séptimo mes del año, con lo que la magnitud anual de su carestía llegó a 4.99 por ciento, indicó el organismo.
Los productos con mayor incidencia en el índice nacional de precios al consumidor en julio, respecto al mes anterior, fueron los servicios turístico en paquete, con una alza mensual de 9.77 por ciento; el jitomate, con un aumento de 15.96; la gasolina de bajo octanaje, con 3.75 por ciento; el transporte aéreo, que alcanzó una altura de 11.55 por ciento y la cebolla, que rebasó a los aviones con una elevación de 18.56 por ciento.
Atemperaron la carestía la baja mensual de 2.94 por ciento en el precio del pollo, la de 3.67 en el huevo, la caída de 16.17 por ciento en la cotización de la uva, el abaratamiento de 2.74 por ciento de las cremas para la piel y la reducción de 0.28 por ciento en el precio de los automóviles.
La inflación subyacente en julio, para cuyo cálculo se eliminan los productos agropecuarios, los energéticos y las tarifas autorizadas por cualquiera de los tres niveles de gobierno, fue de 0.19 por ciento, con lo cual su crecimiento desde el mismo mes del año pasado fue de 3.25 por ciento.
En tanto que la inflación no subyacente, que corresponde a los rubros eliminados de la anterior, tuvo un incremento mensual de 0.56 por ciento y una elevación anual de 6.83 por ciento.
Así, en su medición de los últimos 12 meses la carrera de los precios ha sido liderada por los energéticos, con un incremento anual de 8.38 por ciento; seguidos de los productos energéticos con una alza de 7.14 por ciento desde julio de 2013, y las tarifas autorizadas por cualquiera de los tres niveles de gobierno, que llevan un incremento promedio de 5.92 por ciento en un año.
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