Toluca, Méx.- La población pobre no sufre sólo la falta de ingresos, ya que la pobreza tiene múltiples dimensiones, incluidos déficits en salud y educación, entre otros, destacaron los académicos de la Universidad Autónoma del Estado de México, Liliana Rendón Rojas y Elías Eduardo Gutiérrez Alva.
Los profesores de la Facultad de Economía, autores del artículo "Índice de Desarrollo Humano 2013. ¿México en ascenso?", indicaron que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo hace un cálculo del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que incluye la cantidad, así como la intensidad de carencias simultáneas sufridas por las personas en los ámbitos de la salud, educación y nivel de vida.
Al respecto, puntualizaron, se deben traducir los ingresos en bienestar, considerando aspectos sociales, ambientales y políticos, a partir del desarrollo de las capacidades de la población. Reconocieron que en muchos de los países del sur con crecimiento acelerado, la población que vive en condiciones de pobreza multidimensional supera a la que sufre pobreza de ingresos.
El IPM, señalaron, es el producto de la incidencia de la pobreza multidimensional (proporción de personas con pobreza multidimensional) y el número promedio de carencias que se sufren en cada hogar con pobreza multidimensional (la intensidad de la pobreza); con esta última se puede obtener un panorama más completo de la pobreza de un país.
Subrayaron que en México la dimensión que más aporta al IPM es la educación, con 38.6 por ciento, seguido del nivel de vida, con 37.5; en tanto, la salud tiene una contribución de 23.9.
Finalmente, manifestaron Liliana Rendón Rojas y Elías Eduardo Gutiérrez Alva, la población que vive bajo la línea de la pobreza de ingresos de 1.25 dólares al día en términos de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA) es de 1.2 por ciento y bajo la línea de la pobreza nacional, 51.3 por ciento de la población.
Los profesores de la Facultad de Economía, autores del artículo "Índice de Desarrollo Humano 2013. ¿México en ascenso?", indicaron que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo hace un cálculo del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que incluye la cantidad, así como la intensidad de carencias simultáneas sufridas por las personas en los ámbitos de la salud, educación y nivel de vida.
Al respecto, puntualizaron, se deben traducir los ingresos en bienestar, considerando aspectos sociales, ambientales y políticos, a partir del desarrollo de las capacidades de la población. Reconocieron que en muchos de los países del sur con crecimiento acelerado, la población que vive en condiciones de pobreza multidimensional supera a la que sufre pobreza de ingresos.
El IPM, señalaron, es el producto de la incidencia de la pobreza multidimensional (proporción de personas con pobreza multidimensional) y el número promedio de carencias que se sufren en cada hogar con pobreza multidimensional (la intensidad de la pobreza); con esta última se puede obtener un panorama más completo de la pobreza de un país.
Subrayaron que en México la dimensión que más aporta al IPM es la educación, con 38.6 por ciento, seguido del nivel de vida, con 37.5; en tanto, la salud tiene una contribución de 23.9.
Finalmente, manifestaron Liliana Rendón Rojas y Elías Eduardo Gutiérrez Alva, la población que vive bajo la línea de la pobreza de ingresos de 1.25 dólares al día en términos de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA) es de 1.2 por ciento y bajo la línea de la pobreza nacional, 51.3 por ciento de la población.
Déficit
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