* La tarifa del transporte en el Edomex, una de las más altas del país
Estado de México.- El dilema de gastar más en transporte que en alimentos, es el panorama que enfrentan a diario miles de mexiquenses, quienes pagan una tarifa de 8 pesos mínimo más 20 centavos por kilómetro recorrido, mientras el salario mínimo es de 70.10 pesos al día.
Así lo señaló en entrevista Gabriel Medina Peralta, integrante del Colectivo Metrobús Toluca Ya, quien dijo que una línea divisoria imaginaria entre el Distrito Federal y el estado de México, hace una diferencia de hasta un 40 por ciento en las tarifas del transporte de pasajeros.
Si una madre de familia va a dejar a la escuela a dos de sus hijos, regresa a casa sola y más tarde va por ellos y regresan juntos, estamos hablando de ocho pasajes.
A ello hay que agragar si su esposo utiliza dos medios de transporte para ir a casa y dos para regresar, ya son otros cuatro pasajes; esto se traduce en 12 pasajes, es decir, se habla de un desembolso de casi cien pesos diarios”, agregó Gabriel Medina Peralta.
Es decir, si se habla de una familia con un ingreso de salario mínimo, significa que destina semanalmente al menos una tercera parte de su ingreso en transporte, lo que va más en detrimento de su ya de por si lacerada economía.
Más lamentable aún, que lejos de que las autoridades den indicios de meter en cintura al transporte público, todavía se dan el lujo de reconocer, como lo hizo este fin de semana el secretario del Transporte, Isidro Pastor Medrano, que circulan sin ser molestadas más de 35 mil unidades de transporte “toleradas”, irregulares o vulgo “piratas” en el territorio mexiquense, sin que los operativos puedan ordenarlas.
Es decir, ninguna esperanza dan a los usuarios para que los asaltos a bordo de las unidades de transporte sean erradicadas, pese a que se acaban de poner en marcha ocho Bases de Operaciones (BOM) en distintos corredores denominados de alta incidencia delictiva en el edomex.
Así, no sólo los usuarios se ven afectados por las tarifas, sino que el poco dinero que podrían llevar en sus bolsillos para sufragar otros gastos, terminan en manos de la delincuencia.
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