Estado de México.- Industriales del corredor Lerma-Otzolotepec aprovechan las severas lluvias como la ocurrida el martes pasado, para verter al río Lerma los desechos tóxicos que acumulan en contenedores, denunció Everardo Lovera, líder de la Federación de Productores de Maíz del Estado de México.
Subrayó que el problema es tan grave, que la pestilencia se puede percibir a 100 metros del cauce del río, en Atlacomulco.
En entrevista, el dirigente campesino sentenció que "cuando hay inundación, todo el mundo le pone foco al Lerma, y sueltan y sueltan culpas; pero la contaminación es permanente, por lo que no sólo en época de lluvias se le debe poner atención".
Sin embargo, sostuvo, es precisamente en esta temporada cuando algunas empresas echan todos sus venenos al cauce, ya que los volúmenes de agua los disimulan.
"Se sabe de industrias del corredor de Lerma y Otzolotepec, que guardan en sus patios todo tipo de contaminantes, y cuando viene la época de lluvias simplemente los tiran y el río se lleva todo".
No sé cuántas empresas hacen eso, pero lo que es cierto es que en la zona de Atlacomulco la pestilencia del río va más allá de los 100 metros; es muy fuerte, ya que no se trata de materia orgánica, sino de residuos químicos de procesos industriales. Son puro veneno, reiteró.
Recordó que este tipo de acciones es penado por la ley, hay suficientes y hasta sobradas leyes, pero falta cultura y voluntad para aplicarlas.
El líder de los maiceros aceptó, asimismo, que en la contaminación del río son muchos los responsables, no solamente a los industriales, pues también los ayuntamientos y, en menor proporción, los ciudadanos, que no observan una buena práctica de manejo de residuos, como los domésticos.
Subrayó que el problema es tan grave, que la pestilencia se puede percibir a 100 metros del cauce del río, en Atlacomulco.
En entrevista, el dirigente campesino sentenció que "cuando hay inundación, todo el mundo le pone foco al Lerma, y sueltan y sueltan culpas; pero la contaminación es permanente, por lo que no sólo en época de lluvias se le debe poner atención".
Sin embargo, sostuvo, es precisamente en esta temporada cuando algunas empresas echan todos sus venenos al cauce, ya que los volúmenes de agua los disimulan.
"Se sabe de industrias del corredor de Lerma y Otzolotepec, que guardan en sus patios todo tipo de contaminantes, y cuando viene la época de lluvias simplemente los tiran y el río se lleva todo".
No sé cuántas empresas hacen eso, pero lo que es cierto es que en la zona de Atlacomulco la pestilencia del río va más allá de los 100 metros; es muy fuerte, ya que no se trata de materia orgánica, sino de residuos químicos de procesos industriales. Son puro veneno, reiteró.
Recordó que este tipo de acciones es penado por la ley, hay suficientes y hasta sobradas leyes, pero falta cultura y voluntad para aplicarlas.
El líder de los maiceros aceptó, asimismo, que en la contaminación del río son muchos los responsables, no solamente a los industriales, pues también los ayuntamientos y, en menor proporción, los ciudadanos, que no observan una buena práctica de manejo de residuos, como los domésticos.
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