Naucalpan, Edomex.- La casa de un policía del municipio de Naucalpan era también un sitio de taxis, donde hombres fueron ejecutados.
Ahí, en la colonia Valle Dorado, 11 personas con armas largas acribillaron a sus víctimas, a las que también les dieron el tiro de gracia.
Es el domicilio de la familia Rosales el lugar donde ocurrió el multihomicidio. Eran las 00:30 horas cuando dos camionetas arribaron al Andador Nezahualcóyotl.
Sin apagar el motor de los vehículos, cuatro mujeres y siete hombres descendieron de las unidades para dirigirse hacia la casa de los Rosales.
Así lo cuentan los testigos del ataque, quienes al ver a los atacantes caminar hacia el andador en declive buscaron refugio para protegerse de los maleantes.
Ellos dicen que los homicidas sólo recorrieron unos metros hasta llegar a la puerta del domicilio número 205 de dicha calle. Ahí se encontraban los cinco hombres que supuestamente trabajaban en el sitio con “el comandante”, un policía municipal dueño de vehículos de alquiler, que no estaban legalmente acreditados como taxis.
Cuentan los testigos que hace poco más de un año “el comandante Rosales” y tres de sus hijos, también policías, convirtieron parte de su casa en un sitio de taxis. Así, el patio de la vivienda fue ocupado como estacionamiento de coches de alquiler, y parte del domicilio como oficinas del negocio.
Hasta el interior de ese lugar lograron entrar los 11 atacantes con sus armas largas.
No se escucharon voces ni peleas, sólo el motor de las camionetas y la ráfaga de las armas, que aturdieron a los testigos que se encontraban en el estacionamiento de dos edificios aledaños al domicilio de las víctimas.
Fueron más de cinco minutos lo que duró el ataque. Después escucharon los pasos de gente que se dirigía hacia las camionetas encendidas y el motor de la marcha cuando huían. Segundos después, los testigos se acercaron a una mujer que pedía ayuda para los cinco supuestos taxistas.
Se trataba, dicen, de la hija menor del policía. Una hora más tarde arribaron paramédicos y policías. El intento por auxiliar a los heridos terminó cuando los rescatistas certificaron la muerte de los cinco hombres.
Eran más de 30 casquillos de diferente calibre los hallados en el interior de la casa y en la entrada a la oficina, donde también murió una de las víctimas. Elementos de la Secretaria de Marina se sumaron a los operativos que mantiene el Ejército mexicano y las policías Federal, Estatal y Municipal en al menos cinco zonas de alto riesgo del municipio.
Ahí, en la colonia Valle Dorado, 11 personas con armas largas acribillaron a sus víctimas, a las que también les dieron el tiro de gracia.
Es el domicilio de la familia Rosales el lugar donde ocurrió el multihomicidio. Eran las 00:30 horas cuando dos camionetas arribaron al Andador Nezahualcóyotl.
Sin apagar el motor de los vehículos, cuatro mujeres y siete hombres descendieron de las unidades para dirigirse hacia la casa de los Rosales.
Así lo cuentan los testigos del ataque, quienes al ver a los atacantes caminar hacia el andador en declive buscaron refugio para protegerse de los maleantes.
Ellos dicen que los homicidas sólo recorrieron unos metros hasta llegar a la puerta del domicilio número 205 de dicha calle. Ahí se encontraban los cinco hombres que supuestamente trabajaban en el sitio con “el comandante”, un policía municipal dueño de vehículos de alquiler, que no estaban legalmente acreditados como taxis.
Cuentan los testigos que hace poco más de un año “el comandante Rosales” y tres de sus hijos, también policías, convirtieron parte de su casa en un sitio de taxis. Así, el patio de la vivienda fue ocupado como estacionamiento de coches de alquiler, y parte del domicilio como oficinas del negocio.
Hasta el interior de ese lugar lograron entrar los 11 atacantes con sus armas largas.
No se escucharon voces ni peleas, sólo el motor de las camionetas y la ráfaga de las armas, que aturdieron a los testigos que se encontraban en el estacionamiento de dos edificios aledaños al domicilio de las víctimas.
Fueron más de cinco minutos lo que duró el ataque. Después escucharon los pasos de gente que se dirigía hacia las camionetas encendidas y el motor de la marcha cuando huían. Segundos después, los testigos se acercaron a una mujer que pedía ayuda para los cinco supuestos taxistas.
Se trataba, dicen, de la hija menor del policía. Una hora más tarde arribaron paramédicos y policías. El intento por auxiliar a los heridos terminó cuando los rescatistas certificaron la muerte de los cinco hombres.
Eran más de 30 casquillos de diferente calibre los hallados en el interior de la casa y en la entrada a la oficina, donde también murió una de las víctimas. Elementos de la Secretaria de Marina se sumaron a los operativos que mantiene el Ejército mexicano y las policías Federal, Estatal y Municipal en al menos cinco zonas de alto riesgo del municipio.
El Universal
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