Estado de México.- El problema histórico del Poder Judicial en México es que ha estado dominado por un grupo de familias, situación que se replica en los estados, señala el investigador en derecho, Alejandro Wong, quien alerta que este espacio se ha convertido en un "cementerio de dinosaurios políticos", cuya calidad y preparación está en duda.
A raíz de que todos los aspirantes a Magistrados del Poder Judicial fueron reprobados, el doctor en derecho comenta que esta situación, la cual califica de “alarmante”, abre la puerta para analizar diferentes aspectos sobre la convocatoria para magistrados y en general del Poder Judicial del Estado de México.
En primer plano, ve como un desacierto que la convocatoria haya sido exclusivamente para personas que forman parte del poder judicial. Asegura que la entidad mexiquense cuenta con abogados litigantes y académicos -con una gran trayectoria- que pueden aportar bastante al Poder Judicial Local.
“Se necesita formar un tribunal constitucional, que las personas que lo integran necesitan tener una sensibilidad, no es lo mismo interpretar el código civil, el código penal, hay que interpretar una constitución y en este caso una constitución civil, ahí sí se necesitan otro tipo de herramientas jurídicas y políticas”, explica el especialista.
Comenta que después de saber que los aspirantes –con todo y curso de capacitación- hayan obtenido la más alta calificación 8 en materia civil y 6.6 en materia penal, cuando la exigencia era una calificación de 9; entonces, dice, la pregunta es: ¿qué calidad de jueces hay, o qué calidad de Poder Judicial tenemos en el Estado de México? ¿Cómo es que pudieron lograr entrar al Poder Juducial sino son capaces de pasar un examen?
En este sentido, el investigador de la UAEM, habla de la necesidad de hacer una revisión a profundidad de los filtros que se utilizan para ingresar al poder judicial de la entidad. Señala que podría replicarse el problema que afecta al Poder Judicial en el país, que sea un sistema “aristócrata”, es decir, dominado por ciertas familias, como es el caso de Baja California y Chihuahua.
“Mucha gente no está llegando ahí por sus méritos laborales, académicos o profesionales, sino por los vasos consanguíneos ese ha sido el gran problema el poder judicial en México históricamente”, asegura.
Reconoce que el Poder Judicial Local apueste a la evaluación para designar a los magistrados. Dice que esto garantiza que sean personas capacitadas en las que estén en estos cargos. Por lo que es de aplaudirse la transparencia y reconocer que no pasaron los aspirantes. “Pudieron haber hecho algo, darle una salida políticamente o en cierto pragmatismo haber dicho los cinco más altos se quedan o pasan a la siguiente ronda”.
Sin embargo, ahora el Poder Judicial tiene un reto en puerta cuando lance la nueva convocatoria: ¿qué tan legítimo será permitir que los reprobados vuelvan a participar?.
A raíz de que todos los aspirantes a Magistrados del Poder Judicial fueron reprobados, el doctor en derecho comenta que esta situación, la cual califica de “alarmante”, abre la puerta para analizar diferentes aspectos sobre la convocatoria para magistrados y en general del Poder Judicial del Estado de México.
En primer plano, ve como un desacierto que la convocatoria haya sido exclusivamente para personas que forman parte del poder judicial. Asegura que la entidad mexiquense cuenta con abogados litigantes y académicos -con una gran trayectoria- que pueden aportar bastante al Poder Judicial Local.
“Se necesita formar un tribunal constitucional, que las personas que lo integran necesitan tener una sensibilidad, no es lo mismo interpretar el código civil, el código penal, hay que interpretar una constitución y en este caso una constitución civil, ahí sí se necesitan otro tipo de herramientas jurídicas y políticas”, explica el especialista.
Comenta que después de saber que los aspirantes –con todo y curso de capacitación- hayan obtenido la más alta calificación 8 en materia civil y 6.6 en materia penal, cuando la exigencia era una calificación de 9; entonces, dice, la pregunta es: ¿qué calidad de jueces hay, o qué calidad de Poder Judicial tenemos en el Estado de México? ¿Cómo es que pudieron lograr entrar al Poder Juducial sino son capaces de pasar un examen?
En este sentido, el investigador de la UAEM, habla de la necesidad de hacer una revisión a profundidad de los filtros que se utilizan para ingresar al poder judicial de la entidad. Señala que podría replicarse el problema que afecta al Poder Judicial en el país, que sea un sistema “aristócrata”, es decir, dominado por ciertas familias, como es el caso de Baja California y Chihuahua.
“Mucha gente no está llegando ahí por sus méritos laborales, académicos o profesionales, sino por los vasos consanguíneos ese ha sido el gran problema el poder judicial en México históricamente”, asegura.
Reconoce que el Poder Judicial Local apueste a la evaluación para designar a los magistrados. Dice que esto garantiza que sean personas capacitadas en las que estén en estos cargos. Por lo que es de aplaudirse la transparencia y reconocer que no pasaron los aspirantes. “Pudieron haber hecho algo, darle una salida políticamente o en cierto pragmatismo haber dicho los cinco más altos se quedan o pasan a la siguiente ronda”.
Sin embargo, ahora el Poder Judicial tiene un reto en puerta cuando lance la nueva convocatoria: ¿qué tan legítimo será permitir que los reprobados vuelvan a participar?.
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