Ciudad de México,.- El miedo a Manlio Fabio Beltrones no tiene límites. El grupo en el poder, que busca perpetuarse en el mismo –emulando, sexenalmente, al rechazado Porfirio Díaz- ha decidido atajarle el paso: o es Presidente Nacional del PRI o precandidato a la Presidencia, pero no podrá ser ambas cosas.
Y el mensaje de César Camacho Quiroz, todavía, mandamás de ese instituto, no tiene desperdicio: “el próximo dirigente del Revolucionario Institucional estará al mando cuatro años, y deberá preparar al partido para hacer frente a las próximas elecciones -12 de Gobernadores-, pero no podrá postularse como candidato presidencial”.
Es el mensaje de Enrique Peña Nieto a través su “vocero partidista”; es decirle, sí, pero no serás tú el aspirante a la Presidencia que saldrá, seguramente, de entre Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray y, no lo descarte, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, quien ha sido dos veces diputado Federal, y es licenciado en economía por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Maestro en Economía por la Universidad Estatal de Arizona y Doctor en Finanzas Públicas y Economía por la Universidad de Pensilvania. No lo descarte.
Por ello, el mensajero insiste que quien llegue a la Presidencia Nacional del PRI tendrá como tarea preparar al “tricolor” para las elecciones de 2016 y 2018, “pero no podrá postularse como candidato presidencial”. Lo curioso es que César Camacho Quiroz, quien se lo dice en entrevista al periodista Pablo Hiriart, no tiene sustento en lo que propone, ya que los propios estatutos del PRI no prohíben que el presidente de ese partido se deba abstener de ser candidato, pero el mexiquense sostiene que sólo se trata de que “haya un ejercicio libre, holgado, y que haya fair play, juego limpio para todos”.
Recordó el caso de Roberto Madrazo quien preparó su candidatura mientras dirigía al instituto político, y fue justo en esas elecciones cuando se contabilizó el menor número de votantes y diputados que había registrado el PRI.
Por ello, indica que la persona que llegue allí (a la dirigencia de ese instituto), debe dedicarse en cuerpo y alma a armar un partido que tiene, en cada año de los venideros, retos. “El año que entra hay 13 elecciones, 12 de ellas de gobernador; y debe armar un partido para 2018, para la elección del candidato a la presidencia”, explica Camacho Quiroz sobre el siguiente dirigente del PRI, en cuya aspiración se inscribe Manlio Fabio Beltrones, a quien desde ahora marcan una raya para evitar que desde la dirigencia nacional se convierta en el próximo candidato a la Presidencia de la República en el 2018.
Sabe Manlio que si decide no buscar la dirigencia nacional del “tricolor” probablemente se quede sin nada, ya que la sucesión, como en los viejos tiempos del “partidazo”, la decidirá el Presidente de la República en turno.
Gobernantes
Y el mensaje de César Camacho Quiroz, todavía, mandamás de ese instituto, no tiene desperdicio: “el próximo dirigente del Revolucionario Institucional estará al mando cuatro años, y deberá preparar al partido para hacer frente a las próximas elecciones -12 de Gobernadores-, pero no podrá postularse como candidato presidencial”.
Es el mensaje de Enrique Peña Nieto a través su “vocero partidista”; es decirle, sí, pero no serás tú el aspirante a la Presidencia que saldrá, seguramente, de entre Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray y, no lo descarte, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, quien ha sido dos veces diputado Federal, y es licenciado en economía por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Maestro en Economía por la Universidad Estatal de Arizona y Doctor en Finanzas Públicas y Economía por la Universidad de Pensilvania. No lo descarte.
Por ello, el mensajero insiste que quien llegue a la Presidencia Nacional del PRI tendrá como tarea preparar al “tricolor” para las elecciones de 2016 y 2018, “pero no podrá postularse como candidato presidencial”. Lo curioso es que César Camacho Quiroz, quien se lo dice en entrevista al periodista Pablo Hiriart, no tiene sustento en lo que propone, ya que los propios estatutos del PRI no prohíben que el presidente de ese partido se deba abstener de ser candidato, pero el mexiquense sostiene que sólo se trata de que “haya un ejercicio libre, holgado, y que haya fair play, juego limpio para todos”.
Recordó el caso de Roberto Madrazo quien preparó su candidatura mientras dirigía al instituto político, y fue justo en esas elecciones cuando se contabilizó el menor número de votantes y diputados que había registrado el PRI.
Por ello, indica que la persona que llegue allí (a la dirigencia de ese instituto), debe dedicarse en cuerpo y alma a armar un partido que tiene, en cada año de los venideros, retos. “El año que entra hay 13 elecciones, 12 de ellas de gobernador; y debe armar un partido para 2018, para la elección del candidato a la presidencia”, explica Camacho Quiroz sobre el siguiente dirigente del PRI, en cuya aspiración se inscribe Manlio Fabio Beltrones, a quien desde ahora marcan una raya para evitar que desde la dirigencia nacional se convierta en el próximo candidato a la Presidencia de la República en el 2018.
Sabe Manlio que si decide no buscar la dirigencia nacional del “tricolor” probablemente se quede sin nada, ya que la sucesión, como en los viejos tiempos del “partidazo”, la decidirá el Presidente de la República en turno.
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