Por: Emiliano Mateo Carrillo Carrasco
RedFinancieraMX
Las dificultades se le amontonan al presidente Enrique Peña Nieto. A diario el gobierno acredita su incompetencia para enfrentar crisis. Corrupción, inseguridad e impunidad son factores de un alto costo. El CEESP, decepcionado y preocupado por la apatía gubernamental Desahuciada la Economía de México en lo que Resta del Sexenio de EPN.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado subraya factores que merman el avance del PIB; el empleo precario, los precios del petróleo y el consumo son algunos de los puntos.
La falta de reconocimiento de la crisis fue lo que más impactó en la credibilidad del presidente y su equipo. No llenar los vacíos informativos creó la percepción de una Presidencia incapaz, frívola y corrupta.
Sin señales de mejora para la economía mexicana El Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto no ha podido solucionar el problema estructural de bajo crecimiento que padece México desde los últimos30 años, y el 2015.
Tenemos un acumulado de crecimiento en los dos últimos años de 1.7%, que está por debajo del promedio de 2.5% de los últimos 30 años.
La economía nacional no crece de acuerdo a lo ofrecido en su campaña electoral 2012, con efectos en los empleos y la precariedad de los generados.
A ello se agregan las adversas condiciones del entorno económico mundial, con efectos negativos en los macro indicadores, especialmente en el tipo de cambio.
La debilidad de las instituciones para garantizar la vigencia del estado de derecho en todo el país, con la aplicación de la ley al conjunto de los mexicanos. Violan la norma los grupos de la delincuencia organizada.
La falta del cumplimiento de la ley los poderes fácticos representados por los intocables y descomunales intereses económicos, usufructuarios de los beneficios del esfuerzo nacional, como lo prueba la gigantesca desigualdad económica, con el empobrecimiento de más mexicanos y la concentración de la riqueza en pocas manos.
En este caso, por la falta de fortaleza necesaria y suficiente de las instituciones se opta por el mal menor, dado que cumplir la ley puede desencadenar un problema político y social, como debe hacerlo la falta de castigo para la corrupción y los corruptos, a pesar de exigirlo la sociedad.
Los grupos internos priístas que luchan para arrebatarle al gobernante la hegemonía de su partido, para desplazar a la clase política mexiquense, de Jalisco e Hidalgo de la conducción del país, mediante la candidatura presidencial de alguien ajeno al entorno peñista. El salinismo está seguro que está en condiciones para volver al pleno poder.
En el Estado de México también se vive ya esa pugna, con los allegados al gobernador Eruviel Ávila Villegas interesados en ganar la candidatura para relevar a éste en el cargo; ya convencieron al mandatario mexiquense de que puede ser candidato presidencial, en una desmesura y ausencia total de reflexión autocrítica.
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