Ciudad de México.- El 2015 fue para el jefe de gobierno del Distrito Federal Miguel Ángel Mancera un año de marcados contrastes: sufrió la más profunda crisis política de las administraciones capitalinas y la seguridad que tanto presume se vio vulnerada por varios frentes; además, la ciudadanía se impuso ante proyectos de su administración, pero hacia el final logró dar pasos de sobrevivencia con miras a sus intenciones presidenciales en el 2018.
El resultado de las elecciones del pasado 7 de junio fue el golpe político más duro que ningún jefe de gobierno capitalino había sufrido desde 1997. El PRD, en alianza con el PT y Movimiento Ciudadano –acuerdo partidista que llevó a Mancera Espinosa a ganar las elecciones con 63.56% de las preferencias electorales– se desplomó en el DF.
De las 14 delegaciones que gobernaba desde 2012, perdió ocho: cinco se las arrebató Morena, dos el PRI-PVEM y una el PAN. No fue lo único, pues esa alianza también perdió la mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) ante la ola del partido creado por el exmandatario capitalino Andrés Manuel López Obrador.
Analistas políticos interpretaron ese resultado como un “ya basta” de la ciudadanía hacia el gobierno de Mancera y el PRD en la ciudad que ha ido de tumbo en tumbo, entre acusaciones de corrupción y falta de acciones claras en beneficio de la sociedad.
Como reacción, el jefe de gobierno realizó nueve cambios en su gabinete legal y ampliado, aunque algunos fueron sólo movimientos para quitar de la palestra a funcionarios polémicos, como Héctor Serrano, señalado como el principal operador político de la elección, pero sólo pasó de la Secretaría de Gobierno a la de Movilidad.
Aun así, líderes perredistas comenzaron a mencionar a Mancera Espinosa como precandidato a la Presidencia de la República en el 2018. Ante la insistencia de los medios, el exprocurador aceptó públicamente su intención, aunque no se ha afiliado a ningún partido. De hecho, declaró que se ve como contendiente frente a Jaime Rodríguez “El Bronco”, quien ganó la gubernatura de Nuevo León como candidato independiente.
Sin embargo, el mandatario capitalino no ha ocultado su simpatía con el presidente Enrique Peña Nieto ni otros priistas de su gabinete como Miguel Ángel Osorio Chong. A diferencia de sus antecesores, Mancera no ha perdido oportunidad para posar para las primeras planas de los periódicos al lado de ambos personajes.
Seguridad, el traspié
Cuando en el DF comenzaba a perder fuerza el desastre político de las elecciones, un nuevo hecho doblegó la imagen del gobierno de Miguel Ángel Mancera: el multihomicidio de la colonia Narvarte el 31 de julio.
La tortura y ejecución del fotoperiodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera, la joven de nacionalidad colombiana Mile Virginia Martín, la trabajadora doméstica Alejandra Negrete y la maquillista Yesenia Quiroz, en el departamento 401 de la calle Luz Saviñón 1909, le quitó al DF el “privilegio” de ser la entidad más segura para periodistas amenazados en otros estados del país.
El tema ocupó primeras planas de diarios capitalinos y llegó no sólo a la prensa internacional, sino a organismos defensores de la libertad de expresión, quienes exigieron una investigación seria y la captura de los responsables. También tocó las fibras de la comunidad colombiana en México que protestó contra el trato discriminatorio y estereotipado que ciertos medios de comunicación dieron al caso.
A seis meses del crimen, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), encabezada por Rodolfo Ríos, sólo ha detenido a tres presuntos responsables, quienes no han sido sentenciados. Además, no ha aclarado el móvil del crimen y según los abogados coadyuvantes de los familiares de las víctimas, quedan muchos pendientes en la investigación, por ejemplo, la indagatoria sobre las amenazas que Rubén y Nadia recibieron en Veracruz.
Peor aún, ni la Procuraduría ni el mismo jefe de gobierno se han pronunciado sobre el llamado de los integrantes de la Plataforma de Acompañamiento al caso Narvarte, creada el pasado 9 de junio, para ayudar a resolver el caso, pese a que Mancera prometió que “no habrá impunidad” y que se agotarían “todas las líneas de investigación”.
En octubre el gobierno de Mancera Espinosa enfrentó un nuevo obstáculo de violencia: un hombre envuelto en vendas y con un tiro en la cabeza fue colgado del puente La Concordia en los límites de la delegación Iztapalapa y el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
A este hecho le siguió el hallazgo de varios ejecutados y cadáveres calcinados y desmembrados con carteles cuyos mensajes iban dirigidos al propio mandatario y lo alertaban del supuesto control de droga en el reclusorio Oriente de la ciudad.
Sin embargo, el jefe de gobierno insistió en su reiterada negativa de la presencia del crimen organizado en la capital del país. Luego ordenó a la Secretaría de Seguridad Pública reforzar la seguridad en la zona con decenas de policías y patrullas.
Las tragedias
Para Miguel Ángel Mancera, el 2015 también estuvo marcado por las tragedias. La primera ocurrió la mañana del 29 de enero, cuando una pipa de la empresa Gas Express Nieto provocó una explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa.
El hecho dejó un saldo de cinco muertos, entre ellos tres recién nacidos, más de 70 lesionados y la demolición completa del inmueble.
La explosión evidenció la falta de coordinación en materia de Protección Civil entre las delegaciones y el gobierno central, así como las irregularidades con las que operan las gaseras en la ciudad. De hecho, el gobierno federal sancionó a la mencionada empresa y el GDF la vetó hasta el 2018 para tener contratos con el GDF.
A casi un año de la tragedia y aun cuando el gobierno federal ofreció recursos de ayuda, el gobierno local no ha iniciado la construcción del nuevo hospital que prometió.
El atropellamiento y muerte de ciclistas también ha sido una piedra en el zapato del jefe de gobierno. Aunque el tema no es nuevo, adquirió relevancia con el caso de Monserrat Paredes, una joven de 21 años arrollada por un autobús de transporte público en el Paseo de la Reforma mientras circulaba en una Ecobici.
La muerte de Paredes generó una protesta multitudinaria de ciclistas que exigieron infraestructura vial segura para circular. En los días posteriores la prensa destacó la muerte de ciclistas atropellados o lesionados por transporte de carga o particular en distintos puntos de la ciudad.
Un hecho que estuvo a punto de convertirse en tragedia fue la serie de derrumbes de un talud en el exclusivo fraccionamiento Vistas del Campo en Santa Fe a mediados de noviembre. El fenómeno obligó al desalojo de los habitantes de al menos tres de las cinco torres de lujosos departamentos como medida de precaución.
También dejó al descubierto una serie de irregularidades entre los gobiernos central y de la delegación Cuajimalpa con los permisos para la instalación de dos torres de telecomunicaciones de la empresa American Tower en el patio de una casa que, al final, fue demolida como parte de las obras de mitigación del talud.
El rechazo ciudadano
El 2015 fue también el año del empoderamiento de la ciudadanía ante los proyectos de construcción del gobierno de Miguel Ángel Mancera.
El 6 de diciembre, en una consulta ciudadana sin precedentes, los habitantes de la delegación Cuauhtémoc dieron un “no” rotundo al proyecto del Corredor Cultural Chapultepec-Zona Rosa, impulsado por la Agencia ProCDMX, encabezada por Simón Levy.
Aunque Mancera estaba de gira en París, su gobierno tuvo que aceptar los resultados y pronto anunció la cancelación del proyecto que implicaría una inversión superior a los mil millones de pesos.
No obstante, antes de esa cancelación hubo otra obra en la que el GDF tuvo que ceder ante el descontento capitalino: el tercer tramo de la ruta del Tren Interurbano México-Toluca.
El trazo aprobado marcaba la avenida Vasco de Quiroga como el paso hacia la terminal de Observatorio. Sin embargo, el rechazo popular con manifestaciones y bloqueos viales –aunque dividido y contaminado por intereses de políticos del PRD— logró que el gobierno federal y el capitalino modificaran la ruta para que pase por una zona de barrancas no habitada.
La construcción de un deprimido vial en la zona de Mixcoac también desencadenó el rechazo vecinal, influenciado por integrantes de Morena. No obstante, en este caso las protestas no fueron suficientes para parar la tala indiscriminada de árboles y la obra en sí.
Otra iniciativa del GDF que estuvo en la polémica fue la operación de las empresas Uber y Cabify. Cientos de taxistas regulares se lanzaron en su contra acusándolas de dar un servicio ilegal con la anuencia de Mancera Espinosa.
Los bloqueos viales que realizaron y afectaron a miles de capitalinos derivaron en un debate entre líderes y directivos de ambas partes y se logró un supuesto acuerdo de regularización. No obstante, los taxistas concesionados mantienen su acusación de que el GDF no ha cumplido su parte del convenio.
Pasos de recuperación
Luego de la pésima racha para su gobierno, justo a mitad de su sexenio, Miguel Ángel Mancera comenzó a tener aciertos en su administración, aunque no precisamente por sus propios méritos, sino apoyado en distintos actores políticos del país.
El “logro” más reciente en beneficio de los habitantes de la Ciudad fue la aprobación –a mediados de diciembre– de la Reforma Política del DF en las cámaras de Diputados y Senadores. Se trata de un paso que ni Marcelo Ebrard, López Obrador o Cuauhtémoc Cárdenas pudieron concretar.
Según el procedimiento legislativo, el siguiente paso es que dicha reforma sea aprobada por los congresos estatales y que ello dé paso a la conformación del Constituyente, mismo que deberá redactar la Constitución Política de la Ciudad de México.
La iniciativa del gobierno mancerista de elevar el salario mínimo a nivel nacional iba por buen camino, aunque se quedó estancada luego de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) la ignoró y decretó un aumento de 4.2%, menos de tres pesos.
Respaldado por el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, el 16 de diciembre Mancera Espinosa entregó a diputados federales del PRD una iniciativa para reformar la Ley General de Salud para permitir el uso medicinal de la mariguana en el país.
Dentro de la misma línea de salud, la ALDF aprobó que el programa Médico en tu Casa se convirtiera en ley y que para el 2016 ya recibiera un presupuesto. Dicho programa fue adoptado por los gobiernos de Chihuahua y Sinaloa, además de que se analiza en Kuwait y Dubai, hasta donde viajó el mandatario capitalino para promocionarlo.
Por último, y aunque un año y ocho meses después, Miguel Ángel Mancera encabezó la apertura total del tramo de la Línea 12 del Metro el 30 de noviembre, al filo del límite que él mismo puso luego del escándalo y, sobre todo la afectación a más de 500 mil pasajeros que tuvo el cierre de la obra por irregularidades en su construcción y mantenimiento.
No obstante, aún quedan pendientes aprehensiones de los presuntos responsables y la recuperación de los más de mil millones de pesos que el GDF invirtió en su rehabilitación, con el recurso de sus propios gobernados.
El resultado de las elecciones del pasado 7 de junio fue el golpe político más duro que ningún jefe de gobierno capitalino había sufrido desde 1997. El PRD, en alianza con el PT y Movimiento Ciudadano –acuerdo partidista que llevó a Mancera Espinosa a ganar las elecciones con 63.56% de las preferencias electorales– se desplomó en el DF.
De las 14 delegaciones que gobernaba desde 2012, perdió ocho: cinco se las arrebató Morena, dos el PRI-PVEM y una el PAN. No fue lo único, pues esa alianza también perdió la mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) ante la ola del partido creado por el exmandatario capitalino Andrés Manuel López Obrador.
Analistas políticos interpretaron ese resultado como un “ya basta” de la ciudadanía hacia el gobierno de Mancera y el PRD en la ciudad que ha ido de tumbo en tumbo, entre acusaciones de corrupción y falta de acciones claras en beneficio de la sociedad.
Como reacción, el jefe de gobierno realizó nueve cambios en su gabinete legal y ampliado, aunque algunos fueron sólo movimientos para quitar de la palestra a funcionarios polémicos, como Héctor Serrano, señalado como el principal operador político de la elección, pero sólo pasó de la Secretaría de Gobierno a la de Movilidad.
Aun así, líderes perredistas comenzaron a mencionar a Mancera Espinosa como precandidato a la Presidencia de la República en el 2018. Ante la insistencia de los medios, el exprocurador aceptó públicamente su intención, aunque no se ha afiliado a ningún partido. De hecho, declaró que se ve como contendiente frente a Jaime Rodríguez “El Bronco”, quien ganó la gubernatura de Nuevo León como candidato independiente.
Sin embargo, el mandatario capitalino no ha ocultado su simpatía con el presidente Enrique Peña Nieto ni otros priistas de su gabinete como Miguel Ángel Osorio Chong. A diferencia de sus antecesores, Mancera no ha perdido oportunidad para posar para las primeras planas de los periódicos al lado de ambos personajes.
Seguridad, el traspié
Cuando en el DF comenzaba a perder fuerza el desastre político de las elecciones, un nuevo hecho doblegó la imagen del gobierno de Miguel Ángel Mancera: el multihomicidio de la colonia Narvarte el 31 de julio.
La tortura y ejecución del fotoperiodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera, la joven de nacionalidad colombiana Mile Virginia Martín, la trabajadora doméstica Alejandra Negrete y la maquillista Yesenia Quiroz, en el departamento 401 de la calle Luz Saviñón 1909, le quitó al DF el “privilegio” de ser la entidad más segura para periodistas amenazados en otros estados del país.
El tema ocupó primeras planas de diarios capitalinos y llegó no sólo a la prensa internacional, sino a organismos defensores de la libertad de expresión, quienes exigieron una investigación seria y la captura de los responsables. También tocó las fibras de la comunidad colombiana en México que protestó contra el trato discriminatorio y estereotipado que ciertos medios de comunicación dieron al caso.
A seis meses del crimen, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), encabezada por Rodolfo Ríos, sólo ha detenido a tres presuntos responsables, quienes no han sido sentenciados. Además, no ha aclarado el móvil del crimen y según los abogados coadyuvantes de los familiares de las víctimas, quedan muchos pendientes en la investigación, por ejemplo, la indagatoria sobre las amenazas que Rubén y Nadia recibieron en Veracruz.
Peor aún, ni la Procuraduría ni el mismo jefe de gobierno se han pronunciado sobre el llamado de los integrantes de la Plataforma de Acompañamiento al caso Narvarte, creada el pasado 9 de junio, para ayudar a resolver el caso, pese a que Mancera prometió que “no habrá impunidad” y que se agotarían “todas las líneas de investigación”.
En octubre el gobierno de Mancera Espinosa enfrentó un nuevo obstáculo de violencia: un hombre envuelto en vendas y con un tiro en la cabeza fue colgado del puente La Concordia en los límites de la delegación Iztapalapa y el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
A este hecho le siguió el hallazgo de varios ejecutados y cadáveres calcinados y desmembrados con carteles cuyos mensajes iban dirigidos al propio mandatario y lo alertaban del supuesto control de droga en el reclusorio Oriente de la ciudad.
Sin embargo, el jefe de gobierno insistió en su reiterada negativa de la presencia del crimen organizado en la capital del país. Luego ordenó a la Secretaría de Seguridad Pública reforzar la seguridad en la zona con decenas de policías y patrullas.
Las tragedias
Para Miguel Ángel Mancera, el 2015 también estuvo marcado por las tragedias. La primera ocurrió la mañana del 29 de enero, cuando una pipa de la empresa Gas Express Nieto provocó una explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa.
El hecho dejó un saldo de cinco muertos, entre ellos tres recién nacidos, más de 70 lesionados y la demolición completa del inmueble.
La explosión evidenció la falta de coordinación en materia de Protección Civil entre las delegaciones y el gobierno central, así como las irregularidades con las que operan las gaseras en la ciudad. De hecho, el gobierno federal sancionó a la mencionada empresa y el GDF la vetó hasta el 2018 para tener contratos con el GDF.
A casi un año de la tragedia y aun cuando el gobierno federal ofreció recursos de ayuda, el gobierno local no ha iniciado la construcción del nuevo hospital que prometió.
El atropellamiento y muerte de ciclistas también ha sido una piedra en el zapato del jefe de gobierno. Aunque el tema no es nuevo, adquirió relevancia con el caso de Monserrat Paredes, una joven de 21 años arrollada por un autobús de transporte público en el Paseo de la Reforma mientras circulaba en una Ecobici.
La muerte de Paredes generó una protesta multitudinaria de ciclistas que exigieron infraestructura vial segura para circular. En los días posteriores la prensa destacó la muerte de ciclistas atropellados o lesionados por transporte de carga o particular en distintos puntos de la ciudad.
Un hecho que estuvo a punto de convertirse en tragedia fue la serie de derrumbes de un talud en el exclusivo fraccionamiento Vistas del Campo en Santa Fe a mediados de noviembre. El fenómeno obligó al desalojo de los habitantes de al menos tres de las cinco torres de lujosos departamentos como medida de precaución.
También dejó al descubierto una serie de irregularidades entre los gobiernos central y de la delegación Cuajimalpa con los permisos para la instalación de dos torres de telecomunicaciones de la empresa American Tower en el patio de una casa que, al final, fue demolida como parte de las obras de mitigación del talud.
El rechazo ciudadano
El 2015 fue también el año del empoderamiento de la ciudadanía ante los proyectos de construcción del gobierno de Miguel Ángel Mancera.
El 6 de diciembre, en una consulta ciudadana sin precedentes, los habitantes de la delegación Cuauhtémoc dieron un “no” rotundo al proyecto del Corredor Cultural Chapultepec-Zona Rosa, impulsado por la Agencia ProCDMX, encabezada por Simón Levy.
Aunque Mancera estaba de gira en París, su gobierno tuvo que aceptar los resultados y pronto anunció la cancelación del proyecto que implicaría una inversión superior a los mil millones de pesos.
No obstante, antes de esa cancelación hubo otra obra en la que el GDF tuvo que ceder ante el descontento capitalino: el tercer tramo de la ruta del Tren Interurbano México-Toluca.
El trazo aprobado marcaba la avenida Vasco de Quiroga como el paso hacia la terminal de Observatorio. Sin embargo, el rechazo popular con manifestaciones y bloqueos viales –aunque dividido y contaminado por intereses de políticos del PRD— logró que el gobierno federal y el capitalino modificaran la ruta para que pase por una zona de barrancas no habitada.
La construcción de un deprimido vial en la zona de Mixcoac también desencadenó el rechazo vecinal, influenciado por integrantes de Morena. No obstante, en este caso las protestas no fueron suficientes para parar la tala indiscriminada de árboles y la obra en sí.
Otra iniciativa del GDF que estuvo en la polémica fue la operación de las empresas Uber y Cabify. Cientos de taxistas regulares se lanzaron en su contra acusándolas de dar un servicio ilegal con la anuencia de Mancera Espinosa.
Los bloqueos viales que realizaron y afectaron a miles de capitalinos derivaron en un debate entre líderes y directivos de ambas partes y se logró un supuesto acuerdo de regularización. No obstante, los taxistas concesionados mantienen su acusación de que el GDF no ha cumplido su parte del convenio.
Pasos de recuperación
Luego de la pésima racha para su gobierno, justo a mitad de su sexenio, Miguel Ángel Mancera comenzó a tener aciertos en su administración, aunque no precisamente por sus propios méritos, sino apoyado en distintos actores políticos del país.
El “logro” más reciente en beneficio de los habitantes de la Ciudad fue la aprobación –a mediados de diciembre– de la Reforma Política del DF en las cámaras de Diputados y Senadores. Se trata de un paso que ni Marcelo Ebrard, López Obrador o Cuauhtémoc Cárdenas pudieron concretar.
Según el procedimiento legislativo, el siguiente paso es que dicha reforma sea aprobada por los congresos estatales y que ello dé paso a la conformación del Constituyente, mismo que deberá redactar la Constitución Política de la Ciudad de México.
La iniciativa del gobierno mancerista de elevar el salario mínimo a nivel nacional iba por buen camino, aunque se quedó estancada luego de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) la ignoró y decretó un aumento de 4.2%, menos de tres pesos.
Respaldado por el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, el 16 de diciembre Mancera Espinosa entregó a diputados federales del PRD una iniciativa para reformar la Ley General de Salud para permitir el uso medicinal de la mariguana en el país.
Dentro de la misma línea de salud, la ALDF aprobó que el programa Médico en tu Casa se convirtiera en ley y que para el 2016 ya recibiera un presupuesto. Dicho programa fue adoptado por los gobiernos de Chihuahua y Sinaloa, además de que se analiza en Kuwait y Dubai, hasta donde viajó el mandatario capitalino para promocionarlo.
Por último, y aunque un año y ocho meses después, Miguel Ángel Mancera encabezó la apertura total del tramo de la Línea 12 del Metro el 30 de noviembre, al filo del límite que él mismo puso luego del escándalo y, sobre todo la afectación a más de 500 mil pasajeros que tuvo el cierre de la obra por irregularidades en su construcción y mantenimiento.
No obstante, aún quedan pendientes aprehensiones de los presuntos responsables y la recuperación de los más de mil millones de pesos que el GDF invirtió en su rehabilitación, con el recurso de sus propios gobernados.
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