Bienvenido el Bono Verde
Por: Javier Herrera Borunda
México es uno de los países que se ha visto mayormente afectado por el cambio climático, cuyo principal origen se encuentra en el uso irracional en el mundo de combustibles fósiles que producen gases de efecto invernadero, responsables de un excesivo calentamiento de la atmósfera.
En los últimos años, como resultado del cambio climático, nuestro país ha sido objeto, periódicamente, de severos fenómenos meteorológicos que han oscilado de sequías agudas a precipitaciones pluviales y vientos irrefrenables, que han perjudicado a la mayoría de las entidades federativas en diversos grados. Estas contingencias ambientales han derivado en la pérdida de cientos de vidas humanas y de miles de millones de dólares en daños en infraestructura, agricultura, ganadería y servicios.
Un hecho es innegable, el cambio climático ha dejado de ser un tema del debate científico para establecerse como una agenda prioritaria de los gobiernos a nivel mundial. El tema requiere de mayor investigación y de la cooperación internacional para revertir sus efectos y mitigar los daños que ya está generando. Lograrlo requiere de recursos provenientes de distintas fuentes de financiamiento, entre ellas el sector privado.
Es por ello que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto llevará a cabo, a través de Nacional Financiera (NAFIN), la colocación del primer bono verde en el país en pesos. Este instrumento financiero tendrá una vigencia de siete años, con una tasa fija, el cual será analizado por prestigiadas empresas de calificación financiera como Fitch Ratings, Moody´s, Standard & Poors, y HR Ratings
Durante el 2015 NAFIN había incursionado en el mercado de deuda verde internacional con la emisión de 500 millones de dólares, en esta ocasión serán entre mil y dos mil millones de pesos, los que se buscarán colocar a través de la Bolsa Mexicana de Valores. A nivel internacional el mercado de bonos verdes en circulación suma alrededor de 694 mil millones de dólares, y tan sólo en 2015, se registró un incremento de 96 mil millones de dólares.
Los recursos obtenidos por la colocación de los bonos verdes serán invertidos en proyectos eólicos de los cuales alrededor del cuarenta por ciento serán destinados a refinanciar proyectos existentes y el sesenta por ciento a préstamos para el sector.
La Reforma Energética se hace presente al promover la inversión público-privada, con una serie de incentivos fiscales en la generación de energías limpias, como es el caso de la eólica.
En el Istmo de Tehuantepec, región comprendida entre los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz, especialmente en Oaxaca, ya se encuentran instalados 1,600 aerogeneradores, distribuidos en 21 proyectos, que generan el 90% de la energía limpia que se consume en nuestro país y que son una solución viable para mitigar los efectos del calentamiento global y el cambio climático, además de incentivar la economía de las comunidades al recibir un pago justo por el uso de sus tierras, crear empleos y producir derrama económica directa e indirecta.
El Instituto de Estudios de la Energía de la Universidad del Istmo de Tehuantepec, localizado en la ciudad del mismo nombre, en Oaxaca, se especializa en la formación de recursos humanos con un alto nivel de profesionalismo científico y tecnológico, lo que les permite desarrollar proyectos de investigación dirigidos a encontrar soluciones innovadoras en la generación de energías renovables. En el Laboratorio de Energía Eólica se estudia la factibilidad técnica y económica del uso de la energía cinética generada por corrientes de aire para convertirla en electricidad mediante aerogeneradores que se conectan a las redes de distribución de energía eléctrica.
En los municipios de El Espinal y Juchitán se instalará el Parque Eólico más grande de América Latina con una capacidad de generación de electricidad de 396 megawatts, que abastecerán una línea de alta tecnología de transmisión de electricidad que comunicará al Istmo con el altiplano lo que dará origen a un enorme potencial energético limpio.
Impulsar el uso de energías limpias es un compromiso ineludible del desarrollo sostenible. Nos congratulamos de la implementación de este tipo de iniciativas por parte del gobierno del presidente Peña Nieto, ya que da cuenta de su compromiso con el medio ambiente y con el impulso de acciones orientadas a mitigar los efectos del cambio climático, no sólo en México, sino también a nivel global.
En los últimos años, como resultado del cambio climático, nuestro país ha sido objeto, periódicamente, de severos fenómenos meteorológicos que han oscilado de sequías agudas a precipitaciones pluviales y vientos irrefrenables, que han perjudicado a la mayoría de las entidades federativas en diversos grados. Estas contingencias ambientales han derivado en la pérdida de cientos de vidas humanas y de miles de millones de dólares en daños en infraestructura, agricultura, ganadería y servicios.
Un hecho es innegable, el cambio climático ha dejado de ser un tema del debate científico para establecerse como una agenda prioritaria de los gobiernos a nivel mundial. El tema requiere de mayor investigación y de la cooperación internacional para revertir sus efectos y mitigar los daños que ya está generando. Lograrlo requiere de recursos provenientes de distintas fuentes de financiamiento, entre ellas el sector privado.
Es por ello que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto llevará a cabo, a través de Nacional Financiera (NAFIN), la colocación del primer bono verde en el país en pesos. Este instrumento financiero tendrá una vigencia de siete años, con una tasa fija, el cual será analizado por prestigiadas empresas de calificación financiera como Fitch Ratings, Moody´s, Standard & Poors, y HR Ratings
Durante el 2015 NAFIN había incursionado en el mercado de deuda verde internacional con la emisión de 500 millones de dólares, en esta ocasión serán entre mil y dos mil millones de pesos, los que se buscarán colocar a través de la Bolsa Mexicana de Valores. A nivel internacional el mercado de bonos verdes en circulación suma alrededor de 694 mil millones de dólares, y tan sólo en 2015, se registró un incremento de 96 mil millones de dólares.
Los recursos obtenidos por la colocación de los bonos verdes serán invertidos en proyectos eólicos de los cuales alrededor del cuarenta por ciento serán destinados a refinanciar proyectos existentes y el sesenta por ciento a préstamos para el sector.
La Reforma Energética se hace presente al promover la inversión público-privada, con una serie de incentivos fiscales en la generación de energías limpias, como es el caso de la eólica.
En el Istmo de Tehuantepec, región comprendida entre los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz, especialmente en Oaxaca, ya se encuentran instalados 1,600 aerogeneradores, distribuidos en 21 proyectos, que generan el 90% de la energía limpia que se consume en nuestro país y que son una solución viable para mitigar los efectos del calentamiento global y el cambio climático, además de incentivar la economía de las comunidades al recibir un pago justo por el uso de sus tierras, crear empleos y producir derrama económica directa e indirecta.
El Instituto de Estudios de la Energía de la Universidad del Istmo de Tehuantepec, localizado en la ciudad del mismo nombre, en Oaxaca, se especializa en la formación de recursos humanos con un alto nivel de profesionalismo científico y tecnológico, lo que les permite desarrollar proyectos de investigación dirigidos a encontrar soluciones innovadoras en la generación de energías renovables. En el Laboratorio de Energía Eólica se estudia la factibilidad técnica y económica del uso de la energía cinética generada por corrientes de aire para convertirla en electricidad mediante aerogeneradores que se conectan a las redes de distribución de energía eléctrica.
En los municipios de El Espinal y Juchitán se instalará el Parque Eólico más grande de América Latina con una capacidad de generación de electricidad de 396 megawatts, que abastecerán una línea de alta tecnología de transmisión de electricidad que comunicará al Istmo con el altiplano lo que dará origen a un enorme potencial energético limpio.
Impulsar el uso de energías limpias es un compromiso ineludible del desarrollo sostenible. Nos congratulamos de la implementación de este tipo de iniciativas por parte del gobierno del presidente Peña Nieto, ya que da cuenta de su compromiso con el medio ambiente y con el impulso de acciones orientadas a mitigar los efectos del cambio climático, no sólo en México, sino también a nivel global.
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