Estado de México.- Por la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 168 especies de fauna y flora desaparecerán, así como 278 sitios arqueológicos, además generará un daño económico e inestabilidad social, advirtieron investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) en el foro campesino que se llevó a cabo en el marco de la segunda Feria de las Culturas en esa casa de estudios.
Miguel Ángel Sámano, especialista en sociología rural, y Abel Aguilera, especialista en sistemas hídricos, apuntaron que para detener dicho proyecto hay que interponer amparos colectivos o individuales en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“La UACh, así como los pueblos y barrios de la zona, están en su derecho de ampararse para evitar una catástrofe ambiental en Texcoco en agravio de casi 500 mil personas”.
Durante el encuentro, en el que participaron habitantes de Texcoco, representantes de la sociedad civil propusieron crear institutos de planificación y planeación tanto en dicho municipio como en la Ciudad de México para que sean un equilibrio en la toma de decisiones para el desarrollo integral de la región y evitar la devastación de la zona.
Sámano detalló que las 10 mil hectáreas donde se planea construir el nuevo aeropuerto forma parte del extinto Lago de Texcoco, para fijar las pistas de más de cinco kilómetros de largo se necesitan construir pilotes de más de 60 metros de profundidad y una distancia de cinco metros entre cada uno, lo que implicará un uso desmedido de agua en el municipio y de energía eléctrica.
Aguilera expuso que hay una sobrexplotación de los pozos de agua, para extraer el líquido se excava a 250 metros de profundidad; el agua resulta insuficiente para abastecer las necesidades de la población, ya que ésta recibe 134 metros cúbicos por debajo de la media nacional.
Ambos especialistas insistieron en que la obra generará un caos y acelerará el hundimiento de la CDMX, la cual en 1910 estaba a un metro 90 centímetros por debajo del nivel del Lago de Texcoco y para 2010 se ubicaba a 10 metros por debajo del mismo.
Pedro Ponce Javana, subdirector de Servicios y Extensión de la Dirección Cultural y Servicios de la UACh, lamentó que las autoridades federales, estatales y de la CDMX carezcan de una radiografía de Texcoco, ignoren su realidad hídrica, ecológica, económica y social, pues “ni el cuatro por ciento de su población hará uso del citado aeropuerto. A la población lo que le hace falta es un sistema de transporte colectivo similar al Metro”.
Vicente Hidalgo, presidente del Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de Texcoco, apuntó que esa obra dañará 21 núcleos agrarios, 31 bienes comunales e instituciones académicas, además de 248 mil 808 habitantes y 418 kilómetros cuadrados, de los cuales el 70 por ciento son agrícolas.
En el foro, los especialistas insistieron en que la construcción de dicho aeropuerto en Texcoco es inviable porque carece de un plan de ordenamiento territorial; las autoridades están ignorando los daños al medio ambiente, acotaron.
Miguel Ángel Sámano, especialista en sociología rural, y Abel Aguilera, especialista en sistemas hídricos, apuntaron que para detener dicho proyecto hay que interponer amparos colectivos o individuales en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“La UACh, así como los pueblos y barrios de la zona, están en su derecho de ampararse para evitar una catástrofe ambiental en Texcoco en agravio de casi 500 mil personas”.
Durante el encuentro, en el que participaron habitantes de Texcoco, representantes de la sociedad civil propusieron crear institutos de planificación y planeación tanto en dicho municipio como en la Ciudad de México para que sean un equilibrio en la toma de decisiones para el desarrollo integral de la región y evitar la devastación de la zona.
Sámano detalló que las 10 mil hectáreas donde se planea construir el nuevo aeropuerto forma parte del extinto Lago de Texcoco, para fijar las pistas de más de cinco kilómetros de largo se necesitan construir pilotes de más de 60 metros de profundidad y una distancia de cinco metros entre cada uno, lo que implicará un uso desmedido de agua en el municipio y de energía eléctrica.
Aguilera expuso que hay una sobrexplotación de los pozos de agua, para extraer el líquido se excava a 250 metros de profundidad; el agua resulta insuficiente para abastecer las necesidades de la población, ya que ésta recibe 134 metros cúbicos por debajo de la media nacional.
Ambos especialistas insistieron en que la obra generará un caos y acelerará el hundimiento de la CDMX, la cual en 1910 estaba a un metro 90 centímetros por debajo del nivel del Lago de Texcoco y para 2010 se ubicaba a 10 metros por debajo del mismo.
Pedro Ponce Javana, subdirector de Servicios y Extensión de la Dirección Cultural y Servicios de la UACh, lamentó que las autoridades federales, estatales y de la CDMX carezcan de una radiografía de Texcoco, ignoren su realidad hídrica, ecológica, económica y social, pues “ni el cuatro por ciento de su población hará uso del citado aeropuerto. A la población lo que le hace falta es un sistema de transporte colectivo similar al Metro”.
Vicente Hidalgo, presidente del Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de Texcoco, apuntó que esa obra dañará 21 núcleos agrarios, 31 bienes comunales e instituciones académicas, además de 248 mil 808 habitantes y 418 kilómetros cuadrados, de los cuales el 70 por ciento son agrícolas.
En el foro, los especialistas insistieron en que la construcción de dicho aeropuerto en Texcoco es inviable porque carece de un plan de ordenamiento territorial; las autoridades están ignorando los daños al medio ambiente, acotaron.
La Jornada
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