Ciudad de México.- El gobernador del Banco de México (BdeM), Alejandro Díaz de León, rechazó ayer en el Senado que la transición política pudiera poner en riesgo la economía mexicana y expuso que el banco central trabajará con quien los mexicanos elijan presidente de la República en julio próximo.
Díaz de León compareció ante integrantes de la Comisión de Hacienda del Senado y escuchó los cuestionamientos de los legisladores del PRI acerca de la posible repercusión del proceso electoral en marcha sobre la economía.
El presidente del Senado, Ernesto Cordero, aseguró que puede desatarse una crisis severa por las propuestas irresponsables de candidatos que no están a la altura de ser presidente de la República y con la mayor ligereza plantean eliminar impuestos progresivos o aumentar el gasto de forma desmedida.
Es, insistió Cordero Arroyo, un escenario posible y se cometerá un gravísimo error si se piensa que los resultados de la estabilidad económica llegaron para quedarse y nada los va a poner en riesgo.
Ante ello, los senadores Mario Delgado y Marco Antonio Blásquez, del grupo parlamentario de PT-Morena, solicitaron al funcionario explicar si el proceso electoral podría afectar el rumbo de la economía.
El gobernador del BdeM respondió que ante la transición a un nuevo gobierno hay muchos elementos de fortaleza de la economía mexicana.
Entre ellos, explicó, una estrategia macroeconómica adecuada, solvencia y estabilidad del sistema financiero, así como un régimen de flotación que ha funcionado bien y ha permitido servir de amortiguador al sistema económico, así como una política monetaria que ha sido clave.
Nuestro mandato es mantener una inflación baja y estable de manera sostenida. Así que considero que los elementos están dados para tener un tránsito adecuado ante un entorno que puede tener su volatilidad externa o de otra índole, manifestó el gobernador del Banco de México.
Antes, Díaz de León recalcó que el país enfrenta una coyuntura internacional particularmente compleja por la reducción de los precios del petróleo, los aumentos en las tasas de interés externas y la revisión del modelo de integración global y regional.
También se refirió a la retórica proteccionista, que podría influir negativamente en caso de concretarse, y mencionó que ayer mismo los principales índices accionarios cayeron debido a las medidas que anunció el gobierno de China en respuesta a las acciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en materia económica.
Expuso que el año pasado fue adverso en materia de inflación, ya que se tuvieron niveles elevados y aunque la carestía ha comenzado a bajar, hay cuatro factores que podrían provocar un repunte. Entre ellos, que haya alzas importantes en los precios de los combustibles, la volatilidad en los costos de los productos agropecuarios y una nueva depreciación de la moneda, que podría ser generada por una mala negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Sin embargo, ante la pregunta del senador Mario Delgado, dijo que el país ha enfrentado dificultades y sigue habiendo riesgos, pero creo que el desempeño macroeconómico y las modificaciones que se han adoptado contribuyen a que esto transite adecuadamente.
El Banco de México, aseguró, es ajeno a los ciclos políticos. Vamos a reconocer a quien las autoridades correspondientes determinen y vamos a trabajar con quien los mexicanos elijan presidente de la República.
Dijo que para ello la autonomía del banco central es fundamental, pues permite que tenga un mandato de largo plazo que se refleja en su gobierno corporativo y en la designación de los miembros de la junta de gobierno en plazos ajenos a los ciclos políticos.
La Jornada
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