Hermosillo, Son.- Al cumplirse cuatro años de la peor tragedia ambiental de la industria minera en México, aires de esperanza soplan en las comunidades del río Sonora como un abundante caudal, por la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.
Desde Arizpe hasta Ures, los habitantes de los siete municipios afectados por el derrame de la mina Buenavista del Cobre, propiedad de Grupo México, confían en que pronto obtendrán respuesta a su clamor de justicia por parte del nuevo gobierno federal.
“López Obrador dice que es la esperanza de México y nosotros decimos que Andrés Manuel López Obrador es la esperanza del río Sonora, ojalá que nos escuche, nos atienda y sea consciente de nuestra situación”, señaló Marco Antonio García, habitante de Baviácora.
El 6 de agosto de 2014, fueron derramados 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico de la mina Buenavista del Cobre, propiedad de Grupo México, al río Sonora, dejando daños a la salud de decenas de personas que dependían del afluente.
En entrevista, el ingeniero Jorge Taddei Bringas, académico e investigador de la Universidad de Sonora, designado por el presidente electo como su coordinador estatal de Desarrollo, reveló que buscará reabrir el Fideicomiso Río Sonora para que se aporten, al menos, los 800 millones de pesos que quedaron pendientes de ejecutarse para resarcir los daños a la población.
“Vamos no sólo a preocuparnos, sino ocuparnos de ello, tenemos que hacer una revisión, un replanteamiento, ya sea con lo que falta o con lo que tenga que venir, para que se haga justicia, que es una premisa fundamental del nuevo gobierno”, afirmó.
El reconocido luchador social no cierra los ojos ante lo evidente: la opacidad, corrupción e impunidad que rodea el grave problema ambiental, económico y de salud pública del río Sonora.
“Yo sospecharía, sin tener datos, nada más el sentido común, que hubo algunos arreglos tras bambalinas y que debió haber existido una malversación en lo que llegó de recursos”, indicó.
Taddei Bringas adelantó que revisará cómo se gastó el dinero, quiénes fueron los actores involucrados y dónde quedó el recurso faltante.
“Pero también hay que entender los plazos, las consecuencias jurídicas de los acuerdos firmados; hay que recordar que ahí en los detalles, en las letras chiquitas, es donde dicen que está el diablo”.
Aclaró que buscará al equipo de Germán Larrea, presidente del Consejo de Administración de Grupo México, no con una idea de confrontación, sino en un ánimo de negociación y acercamiento.
Por su parte, el abogado de Proyecto Poder, Luis Miguel Cano, recordó que la Suprema Corte tiene en sus manos una decisión histórica en el amparo promovido por los llamados Comités de Cuenca contra el Fideicomiso Río Sonora, que podría ser resuelto en la sesión del próximo 22 de agosto.
Explicó que el caso cuestiona el manejo discrecional de los recursos y la forma de proceder del Comité Técnico que en ningún momento tomó en cuenta la opinión de la población afectada.
El caso
El desastre ecológico en los ríos Bacanuchi y Sonora ocurrió el 6 de agosto de 2014 cuando 40 mil metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre acidulado se vertieron en el arroyo Tinajas, y posteriormente en el afluente de ambos cuerpos de agua, convirtiéndose así en el peor desastre de este tipo en México.
La Suprema Corte tiene en sus manos una decisión histórica en el amparo promovido por los llamados Comités de Cuenca contra el Fideicomiso Río Sonora, que podría ser resuelto en la sesión del próximo 22 de agosto.
Ahora los ministros de la SCJN tendrían que resolver el asunto de fondo y declarar inconstitucional todo el Fideicomiso Río Sonora, lo que obligaría a su reapertura.
Se señaló que no se respondió a las comunidades, ya que no se instalaron las plantas de tratamiento de agua, no opera la unidad médica especializada y no se reactivó la economía de la región.
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