Ciudad de México.- Es un hecho, una realidad de nuestro tiempo. Los humanos temen ser remplazados por máquinas en sus puestos de trabajo. En Reino Unido esta preocupación llega ya hasta más de seis millones de trabajadores. Y razones hay para preocuparse. Según un estudio, en la próxima década más de seis millones de empleos podrían ser reemplazados por máquinas. El Gobierno y los sindicatos están manos a la obra para proteger a los empleados con más riesgo.
Las estimaciones del Banco de Inglaterra cifran en más de 15 millones de empleos los que están en riesgo debido a la automatización del empleo. Pero, no sólo perder puestos de trabajo es una de las preocupaciones que origina el desarrollo de los androides. También lo es el incremento de la brecha salarial entre ricos y pobres. La sustitución de humanos por máquinas afectará, además, a las zonas más industriales de Reino Unido. El norte de Inglaterra, tradicionalmente industrial, se verá más impactado por esta situación que Londres o el sureste del país.
A las preocupaciones que surgen a más de un 37% de los ciudadanos se une una mayor. Poca gente tiene fe en que bien el Gobierno o las asociaciones de trabajadores hagan algo para frenar la automatización del trabajo. Preocupa especialmente la adecuada planificación que desde las instituciones se está llevando a cabo. Hay escasa credibilidad en una llegada ordenada de las nuevas tecnologías. Según recogen los estudios, sólo un 10% piensa que el Gobierno está trabajando lo suficiente. Por su parte, un escaso 16% cree que los sindicatos se están encargando de que la llegada de la tecnología mejore sus condiciones de trabajo.
El riesgo de sustituir millones de empleos
Los expertos del IPPR estiman que más del 44% de puestos de trabajo en Reino Unido podrían ser automatizados en las próximas décadas. Según indicaciones del thinkthank ésto equivale a casi 14 millones de empleos que generan más de 290 billones de libras al año. Las consecuencias serían fatales, especialmente para los trabajos manuales. El desempleo afectaría especialmente a la clase media.
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