Chimalhuacán, México.- La opción por transitar en el tiempo, particularmente al pasado prehispánico de México, es una realidad. Al oriente del valle de México, en Chimalhuacán, Estado de México, se encuentra un pedazo de historia que espera ser descubierta por aventureros en busca de conocer las raíces que dieron pie a la formación de la nación.
Amanece y el ligero golpeteo de gotas de lluvia que enjuaga las aceras chimalhuacanas del presente, hacen lo propio sobre el terreno irregular y pastoso cuya estructura de cien metros por lado permanece intacto desde hace 500 años, cuando el recinto era un palacio prehispánico funcional donde habitaba el gobernador y su familia, al tiempo que actuaba como sitio administrativo de captación de tributos para Texcoco.
Un grupo de 10 personas, listas para conocer el espacio de la cultura chichimeca, aún no sabe que en su recorrido observarán restos antiquísimos, entre ellos, el esqueleto de un hombre con más de 10 mil 500 años de antigüedad, o bien, la enorme defensa de un mamut, ambos reposan en el museo de sitio Tecpan -palacio-, edificado a un costado del palacio chichimeca construido en el año 1300 DC.
Previo al recorrido por la zona abierta del palacio, los visitantes acompañados de un guía, son introducidos a la historia local a través del museo de sitio, donde enormes cuadros postrados en los costados de la entrada, detallan la actividad cotidiana de los pobladores que habitaron Chimalhuacán hace 500 años y en la primera década de la segunda mitad del siglo XX.
Flechas y puntas de lanza con más de 10 mil años de existencia; vasijas, molcajetes, platos y ollas, algunas acomodadas como ofrendas mortuorias; así como instrumentos raspadores de maguey, metates, piezas de barro, piedra, huesos y joyería; y una estrecha y alargada barca de madera, son vigilados por fotografías captadas en la década de 1960 por el investigador estadounidense Jeffrey Parsons, en las cuales se ven a pescadores dentro de las barcas ataviados con lanzas y redes, al acecho de su presa en pleno cerro de El Chimalhuache y sobre la ahora calle Corregidora y la avenida Nezahualcóyotl, en la Cabecera Municipal, que aún eran parte del lago de la cuenca de México.
Amanece y el ligero golpeteo de gotas de lluvia que enjuaga las aceras chimalhuacanas del presente, hacen lo propio sobre el terreno irregular y pastoso cuya estructura de cien metros por lado permanece intacto desde hace 500 años, cuando el recinto era un palacio prehispánico funcional donde habitaba el gobernador y su familia, al tiempo que actuaba como sitio administrativo de captación de tributos para Texcoco.
Un grupo de 10 personas, listas para conocer el espacio de la cultura chichimeca, aún no sabe que en su recorrido observarán restos antiquísimos, entre ellos, el esqueleto de un hombre con más de 10 mil 500 años de antigüedad, o bien, la enorme defensa de un mamut, ambos reposan en el museo de sitio Tecpan -palacio-, edificado a un costado del palacio chichimeca construido en el año 1300 DC.
Previo al recorrido por la zona abierta del palacio, los visitantes acompañados de un guía, son introducidos a la historia local a través del museo de sitio, donde enormes cuadros postrados en los costados de la entrada, detallan la actividad cotidiana de los pobladores que habitaron Chimalhuacán hace 500 años y en la primera década de la segunda mitad del siglo XX.
Flechas y puntas de lanza con más de 10 mil años de existencia; vasijas, molcajetes, platos y ollas, algunas acomodadas como ofrendas mortuorias; así como instrumentos raspadores de maguey, metates, piezas de barro, piedra, huesos y joyería; y una estrecha y alargada barca de madera, son vigilados por fotografías captadas en la década de 1960 por el investigador estadounidense Jeffrey Parsons, en las cuales se ven a pescadores dentro de las barcas ataviados con lanzas y redes, al acecho de su presa en pleno cerro de El Chimalhuache y sobre la ahora calle Corregidora y la avenida Nezahualcóyotl, en la Cabecera Municipal, que aún eran parte del lago de la cuenca de México.
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