Estado de México.- Árboles vivos y muertos, ocasionan que cada vez que se registran persistentes e intensas lluvias, esté a punto de desbordarse el río Lerma, indicó Everardo Lovera, dirigente de la Federación de Productores de Maíz del Estado de México, quien subrayó que el desborde del cauce provocaría graves pérdidas y contaminación en los cultivos aledaños.
Existen árboles vivos y muertos, en cuyas ramas se junta basura y hojarasca, y se vuelven un obstáculo difícil de evadir.
Precisó que los macizos crecen en el lecho cuando corre muy poca agua y se junta grava y basura, al caer semillas de los árboles llorones empiezan a crecer, y la planta abre el caudal y se forma un islote.
Recordó que en la actualidad son muy pocas las personas que recogen leña, por lo que los árboles y ramas caídas impiden que circule el agua.
El líder campesino también informó que debido a las precipitaciones se mantienen al alza los cultivos siniestrados por las lluvias, en donde han resultado afectados en diversos grados, 40% de los cultivos de maíz, que representan alrededor de 20 mil hectáreas.
"Estamos hablando de un porcentaje muy alto, ya que se trata de un solo municipio", aseveró.
En entrevista, alertó del peligro que representa que "el Lerma pueda brincarse, lo que podría suceder en cualquier momento".
El líder de la Federación de Productores de Maíz del Estado de México subrayó la importancia de quitar los obstáculos; "ya lo hicieron con los puntos rocosos, pero hace falta que lo hagan con las plantas y ramas, ya que una inundación del río Lerma puede ser muy perjudicial para los cultivos".
Mencionó que no solamente se trata de que se inunden las tierras de cultivo aledañas, sino que las plantas que pudieran salvarse lo harían sumamente contaminadas, ya que el Lerma "arrastra puro veneno de las industrias".
Precisó que los macizos crecen en el lecho cuando corre muy poca agua y se junta grava y basura, al caer semillas de los árboles llorones empiezan a crecer, y la planta abre el caudal y se forma un islote.
Recordó que en la actualidad son muy pocas las personas que recogen leña, por lo que los árboles y ramas caídas impiden que circule el agua.
El líder campesino también informó que debido a las precipitaciones se mantienen al alza los cultivos siniestrados por las lluvias, en donde han resultado afectados en diversos grados, 40% de los cultivos de maíz, que representan alrededor de 20 mil hectáreas.
"Estamos hablando de un porcentaje muy alto, ya que se trata de un solo municipio", aseveró.
En entrevista, alertó del peligro que representa que "el Lerma pueda brincarse, lo que podría suceder en cualquier momento".
El líder de la Federación de Productores de Maíz del Estado de México subrayó la importancia de quitar los obstáculos; "ya lo hicieron con los puntos rocosos, pero hace falta que lo hagan con las plantas y ramas, ya que una inundación del río Lerma puede ser muy perjudicial para los cultivos".
Mencionó que no solamente se trata de que se inunden las tierras de cultivo aledañas, sino que las plantas que pudieran salvarse lo harían sumamente contaminadas, ya que el Lerma "arrastra puro veneno de las industrias".
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