Ciudad de México.- Los servicios periciales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) buscan indicios respecto a las tres denuncias por presuntos actos de sabotaje en las líneas A, 5 y 7, que presentó el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
El titular de la dependencia, Rodolfo Ríos Garza, informó que se llamará al personal asignado a esas líneas con el propósito de integrar elementos a las investigaciones, las cuales dijo, tienen cierta complejidad porque el Ministerio Público debe acreditar las acusaciones que se formulan.
Las denuncias se refieren a los incidentes registrados en la Línea A del Metro el pasado 15 de julio, cuando por una supuesta falla en una catenaria (tomas de energía ubicadas en la parte superior de los trenes) el servicio se suspendió durante ocho horas y se obligó a los pasajeros a caminar por las vías.
Al realizar una primera investigación se encontró que el cableado eléctrico fue cortado y con el paso del convoy se trozó en su totalidad generando el desperfecto.
El segundo caso se documentó el 18 de julio, tres días después, cuando el tren número 2 se quedó varado en la estación Aquiles Serdán de la Línea 7, ya que una llanta del convoy se salió del eje y terminó recargada en la barra guía.
El otro incidente ocurrió el 25 de junio de este año en la interestación de Oceanía-Terminal Aérea, donde un cortocircuito generó un conato de incendio. Los pasajeros tuvieron que bajar a las vías y trasladarse a pie a una de las estaciones.
El representante legal del Metro, José Ariel Alcalá Marquecho, fue el encargado de presentar las querellas correspondientes en contra de quien o quienes resulten responsables.
El titular de la dependencia, Rodolfo Ríos Garza, informó que se llamará al personal asignado a esas líneas con el propósito de integrar elementos a las investigaciones, las cuales dijo, tienen cierta complejidad porque el Ministerio Público debe acreditar las acusaciones que se formulan.
Las denuncias se refieren a los incidentes registrados en la Línea A del Metro el pasado 15 de julio, cuando por una supuesta falla en una catenaria (tomas de energía ubicadas en la parte superior de los trenes) el servicio se suspendió durante ocho horas y se obligó a los pasajeros a caminar por las vías.
Al realizar una primera investigación se encontró que el cableado eléctrico fue cortado y con el paso del convoy se trozó en su totalidad generando el desperfecto.
El segundo caso se documentó el 18 de julio, tres días después, cuando el tren número 2 se quedó varado en la estación Aquiles Serdán de la Línea 7, ya que una llanta del convoy se salió del eje y terminó recargada en la barra guía.
El otro incidente ocurrió el 25 de junio de este año en la interestación de Oceanía-Terminal Aérea, donde un cortocircuito generó un conato de incendio. Los pasajeros tuvieron que bajar a las vías y trasladarse a pie a una de las estaciones.
El representante legal del Metro, José Ariel Alcalá Marquecho, fue el encargado de presentar las querellas correspondientes en contra de quien o quienes resulten responsables.
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