Veracruz.- ¿Qué razones inconfesables obligarían a la delegada federal de la Sedesol, Ana Guadalupe Ingram Ballines a designar como subdelegado para la operación de redes, al indiciado por la PGR, Sergio Omar Viveros Dorantes? Como se recordará este exfuncionario formó parte del grupo de pillos encabezados por el tristemente célebre Marcelo Montiel, que en su calidad de coordinador del Programas y Áreas de Apoyo incurrió en un desvío millonario en el año 2014, lo que motivó incluso la remoción de la mismísima titular de la dependencia, Rosario Robles Berlanga. Tras la denuncia del Senador perredista, Alejandro Encinas Rodríguez a la que se sumó un grupo de diputados federales de su partido, el exfuncionario de la delegación estatal de Sedesol, Pablo Ruíz Domínguez acudió el 16 de mayo de 2015 ante la Agencia del Ministerio Público de la Federación para denunciar a Marcelo Montiel y Wiliado Córdoba Mortera, jefe de Seguimiento Operativo de la misma dependencia, por los delitos de peculado, ejercicio indebido del servicio público, abuso de autoridad, coalición de servidores públicos y otros, por el presunto desvío de recursos de programas federales, recurriendo para ello a la falsificación de firmas de los beneficiarios y en otros casos, integrando expedientes de obras literalmente fantasmas, cuyo dinero fue a parar –eso se deduce- a alguna cuenta bancaria. Por cuanto hace a la participación de Sergio Omar Viveros Dorantes (hoy dedo chiquito de Anilú Ingram Ballines), Ruíz Domínguez reveló que mediante el oficio COyAA/08/05/571, pidió al subdelegado de Administración y Finanzas, Víctor Rodríguez Gallegos “que los cheques que se detallan en el oficio de referencia”, fueran expedidos de nueva cuenta, quitándoles la leyenda NO NEGOCIABLE, para que empleados inmersos en esa red de corrupción, pudieran cobrarlos. Señaló que la misma “técnica” se aplicó en todos los programas federales de la SEDESOL, al tratarse de apoyos personalizados a través de cheques. Pablo Ruíz –quien a la fecha vive aterrorizado por las constantes amenazas que recibe vía telefónica y por redes sociales- enumeró a más de diez funcionarios al mando de Marcelo Montiel y por lo menos 15 empleados ajenos a la dependencia, como los que desde febrero de 2014 y hasta marzo de 2015 se dedicaron a cobrar cientos de cheques endosados con firmas falsas y tarjetas bancarias no personalizadas en diferentes bancos y cajeros automáticos en todo el Estado. De estos y otros trastupijes conoció ampliamente Viveros Dorantes ¿Requerirá entonces la flamante delegada de Sedesol de los servicios de este exfuncionario para que la adiestre en esas malas artes?
Gobernantes
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