Veracruz.- La visita del subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, para reunirse con el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, se tornó tensa, primero, por el tono de las expresiones contra el titular de la FGE, que si algo ha tenido es su actuar soberbio -característica que también tienen otros funcionarios, como Jaime Ignacio Téllez Marié, secretario de Seguridad Pública- y ser acusado de ocultar cifras sobre desaparecidos, y luego de ello, la entrada violenta de integrantes de colectivos, encabezados por la señora Lucía de Los Ángeles Díaz, del Colectivo Solecito de Veracruz y madre de Luis Guillermo Lagunes Díaz desaparecido desde hace casi cuatro años, quien visiblemente alterada, acusó al abogado Winckler Ortiz de “cobarde, inepto e idiota que no da la cara”, y ya antes de entrar de manera abrupta a la dependencia, había dicho a representantes de medios informativos que las cifras que maneja la FGE “son mentiras” y que no obstante tantas reuniones “no hay avances”.
La señora Díaz, lógicamente abrumada por la desaparición de su hijo desde junio de 2013, cuando fue secuestrado en su propio domicilio del fraccionamiento Reforma, en el puerto de Veracruz, acusó a autoridades federales y estatales de ocultar cifras al decir que son 5 mil los desaparecidos en Veracruz, pero ella asienta, junto con integrantes de otros colectivos, que “son más de 28 mil”.
La activista también acusó a Campa Cifrián de decir fuera de México que se avanza en las investigaciones, que se aplican modernas técnicas de localización, pero asegura que “el Estado Mexicano tiene una postura simuladora y negadora de la situación real de los desaparecidos”.
Y dentro de su nerviosismo, señaló que el anterior fiscal Luis Ángel Bravo Contreras “por lo menos daba la cara y nos recibía”.
La palabra empeñada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, al parecer, no ha sido honrada por Winckler Ortiz, sobre quien conforme pasan los días, hay más señalamientos por su proclividad al engaño.
Gobernantes
La señora Díaz, lógicamente abrumada por la desaparición de su hijo desde junio de 2013, cuando fue secuestrado en su propio domicilio del fraccionamiento Reforma, en el puerto de Veracruz, acusó a autoridades federales y estatales de ocultar cifras al decir que son 5 mil los desaparecidos en Veracruz, pero ella asienta, junto con integrantes de otros colectivos, que “son más de 28 mil”.
La activista también acusó a Campa Cifrián de decir fuera de México que se avanza en las investigaciones, que se aplican modernas técnicas de localización, pero asegura que “el Estado Mexicano tiene una postura simuladora y negadora de la situación real de los desaparecidos”.
Y dentro de su nerviosismo, señaló que el anterior fiscal Luis Ángel Bravo Contreras “por lo menos daba la cara y nos recibía”.
La palabra empeñada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, al parecer, no ha sido honrada por Winckler Ortiz, sobre quien conforme pasan los días, hay más señalamientos por su proclividad al engaño.
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