Ciudad de México.- El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), una de los principales apuestas de la administración de Enrique Peña Nieto, acumula además de retrasos en sus licitaciones, observaciones por 145.3 millones de pesos, por irregularidades en el manejo de los recursos para su construcción.
En una revisión a los procesos de planeación, contratación y ejecución de las obras, la Auditoría Superior de la Federación detectó, entre otras anomalías, desfases en las entregas de los trabajos, discrepancias entre los materiales utilizados, además de pagos duplicados.
Una de las observaciones por 45.6 mdp, se refiere a la autorización de porcentajes del 2% y 5%, correspondientes a materiales y equipo, al concepto de mano de obra, sin haber verificado que éste ya estaba incluidos en los contratos.
Otra anomalía es el pago de 41.7 mdp por ajuste de costos, mismo que era improcedente pues al tratarse de salarios propuestos por los contratistas no existía tabulador o estudio alguno al que se pudiera sujetar el incremento.
Pagos por servicios inexistentes
Asimismo, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), empresa encargada de la construcción de la nueva terminal aérea, hizo una erogación de 39 mdp por servicios que no fueron ejecutados, y que además no estaba incluidos en la propuesta económica de la empresa licitante.
“La residencia de obra del GACM autorizó pagos por servicios no ejecutados (…), con periodos de realización del 1 de diciembre de 2014 al 31 de enero de 2015 (...) correspondientes a los apartados 3.3 “Centro de Operaciones Regionales” Y 3.7 “Análisis, Investigaciones y Estudios” de la entrega de diseño esquemático”, señala el dictamen.
También se detectó un posible daño al erario por 5.1 mdp, por la falta de aplicación de un anticipo relativo a la realización de estudios de ingeniería conceptual de las obras hidráulicas requeridas en el ex lago de Texcoco, donde se encuentran los terrenos que ocupará el nuevo aeropuerto.
En cuanto al presupuesto ejercido en 2015, la ASF detalló que aunque el GACM recibió un presupuesto inicial de 7,071 mdp, a lo largo del año se realizaron 164 adecuaciones, que derivaron en un ejercicio final de 20,812 mdp, lo que representó un aumento de 194% en los recursos. De dicho presupuesto se detalla que del total, 20,571 mdp se destinaron a Proyectos de Infraestructura Económica de Aeropuertos, ambos correspondientes a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
La nueva terminal del Aeropuerto de la Ciudad de México que en su fase final tendrá seis pistas —en octubre del 2020 cuando entre en operaciones— tendrá un costo total de 180,000 mdp.
En noviembre pasado la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) pidió al Grupo Aeroportuario aumentar la transparencia y garantizar la autonomía de la gestión de riesgos en el proceso de construcción y licitación del nuevo aeropuerto capitalino.
Anomalías, también en el proyecto hidráulico
Una de las promesas del Nuevo Aeropuerto es la puesta en marcha de un proyecto hidráulico para prevenir las inundaciones en la propia terminal y en el Valle de México, el cual también fue objeto de observaciones de la ASF por un monto de 37.2 mdp.
Entre las obras que contempla dicho proyecto están la construcción de los túneles Churubusco-Xochiaca, Chimalhuacán II, así como el Río de la Compañía y el Dren General del Valle.
A través de la revisión a 15 contratos celebrados por Conagua para la realización de esos trabajos, la Auditoría Superior de la Federación detectó anomalías como pagos no autorizados, erogaciones salariales indebidas y diferencias entre los materiales propuestos y los adquiridos.
Entre las anomalías detectadas, la ASF reporta que se destinaron al menos 27 mdp al pago de material no contemplado en el catálogo de los contratos o que no cumplía con las especificaciones requeridas, así como una erogación por 2.7 mdp correspondientes a jornadas laborales que no fueron trabajadas.
En una revisión a los procesos de planeación, contratación y ejecución de las obras, la Auditoría Superior de la Federación detectó, entre otras anomalías, desfases en las entregas de los trabajos, discrepancias entre los materiales utilizados, además de pagos duplicados.
Una de las observaciones por 45.6 mdp, se refiere a la autorización de porcentajes del 2% y 5%, correspondientes a materiales y equipo, al concepto de mano de obra, sin haber verificado que éste ya estaba incluidos en los contratos.
Otra anomalía es el pago de 41.7 mdp por ajuste de costos, mismo que era improcedente pues al tratarse de salarios propuestos por los contratistas no existía tabulador o estudio alguno al que se pudiera sujetar el incremento.
Pagos por servicios inexistentes
Asimismo, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), empresa encargada de la construcción de la nueva terminal aérea, hizo una erogación de 39 mdp por servicios que no fueron ejecutados, y que además no estaba incluidos en la propuesta económica de la empresa licitante.
“La residencia de obra del GACM autorizó pagos por servicios no ejecutados (…), con periodos de realización del 1 de diciembre de 2014 al 31 de enero de 2015 (...) correspondientes a los apartados 3.3 “Centro de Operaciones Regionales” Y 3.7 “Análisis, Investigaciones y Estudios” de la entrega de diseño esquemático”, señala el dictamen.
También se detectó un posible daño al erario por 5.1 mdp, por la falta de aplicación de un anticipo relativo a la realización de estudios de ingeniería conceptual de las obras hidráulicas requeridas en el ex lago de Texcoco, donde se encuentran los terrenos que ocupará el nuevo aeropuerto.
En cuanto al presupuesto ejercido en 2015, la ASF detalló que aunque el GACM recibió un presupuesto inicial de 7,071 mdp, a lo largo del año se realizaron 164 adecuaciones, que derivaron en un ejercicio final de 20,812 mdp, lo que representó un aumento de 194% en los recursos. De dicho presupuesto se detalla que del total, 20,571 mdp se destinaron a Proyectos de Infraestructura Económica de Aeropuertos, ambos correspondientes a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
La nueva terminal del Aeropuerto de la Ciudad de México que en su fase final tendrá seis pistas —en octubre del 2020 cuando entre en operaciones— tendrá un costo total de 180,000 mdp.
En noviembre pasado la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) pidió al Grupo Aeroportuario aumentar la transparencia y garantizar la autonomía de la gestión de riesgos en el proceso de construcción y licitación del nuevo aeropuerto capitalino.
Anomalías, también en el proyecto hidráulico
Una de las promesas del Nuevo Aeropuerto es la puesta en marcha de un proyecto hidráulico para prevenir las inundaciones en la propia terminal y en el Valle de México, el cual también fue objeto de observaciones de la ASF por un monto de 37.2 mdp.
Entre las obras que contempla dicho proyecto están la construcción de los túneles Churubusco-Xochiaca, Chimalhuacán II, así como el Río de la Compañía y el Dren General del Valle.
A través de la revisión a 15 contratos celebrados por Conagua para la realización de esos trabajos, la Auditoría Superior de la Federación detectó anomalías como pagos no autorizados, erogaciones salariales indebidas y diferencias entre los materiales propuestos y los adquiridos.
Entre las anomalías detectadas, la ASF reporta que se destinaron al menos 27 mdp al pago de material no contemplado en el catálogo de los contratos o que no cumplía con las especificaciones requeridas, así como una erogación por 2.7 mdp correspondientes a jornadas laborales que no fueron trabajadas.
Expansión/CNN
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