Xalapa, Ver.- Una mentira más del Instituto Veracruzano de las Mujeres con sus nuevas dirigentes. Primero, que no iban a despedir a nadie y despidieron a muchas trabajadoras que habían realizado un buen trabajo.
Luego, que se iba a mantener la estructura para "ayudar más" y resulta que ahora las féminas de la zona del puerto de Veracruz y el sur del estado que necesiten acompañamiento legal para solicitar apoyo psicológico por haber sufrido insultos o golpes por su pareja, abuso sexual, o cualquier otro tipo de violencia de género, tendrán que desplazarse hasta Xalapa porque las oficinas regionales en esas zonas ya las cerraron.
Lourdes Godínez, extrabajadora del IVM, asienta que estos centros regionales desempeñaban una importante función para brindar apoyo jurídico y psicológico, y aunque dice que en algunas regiones existen institutos municipales que hacen esta labor, "no han sido creados en todos los ayuntamientos, y en los que se consolidaron no siempre cuentan con presupuesto ni con capacitación, por lo que el IVM debe ayudar a las mujeres que viven violencia, y lejos de desaparecer las oficinas deberían incrementarlas”.
Más en los hechos, con estas actitudes, se capta que en algunas instancias gubernamentales más que apoyo a las mujeres tal parece que hay misoginia.
Luego, que se iba a mantener la estructura para "ayudar más" y resulta que ahora las féminas de la zona del puerto de Veracruz y el sur del estado que necesiten acompañamiento legal para solicitar apoyo psicológico por haber sufrido insultos o golpes por su pareja, abuso sexual, o cualquier otro tipo de violencia de género, tendrán que desplazarse hasta Xalapa porque las oficinas regionales en esas zonas ya las cerraron.
Lourdes Godínez, extrabajadora del IVM, asienta que estos centros regionales desempeñaban una importante función para brindar apoyo jurídico y psicológico, y aunque dice que en algunas regiones existen institutos municipales que hacen esta labor, "no han sido creados en todos los ayuntamientos, y en los que se consolidaron no siempre cuentan con presupuesto ni con capacitación, por lo que el IVM debe ayudar a las mujeres que viven violencia, y lejos de desaparecer las oficinas deberían incrementarlas”.
Más en los hechos, con estas actitudes, se capta que en algunas instancias gubernamentales más que apoyo a las mujeres tal parece que hay misoginia.
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