Guanajuato.- Violencia sexual, adopciones ilegales, adolescentes desaparecidas, niñas embarazadas y sus bebés igualmente desaparecidos, omisiones y protección institucional de Guanajuato, son algunos de los motivos que el Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes (NIMA), documenta en un informe que presentará hoy miércoles para exigir que la Procuraduría General de la República (PGR) atraiga el caso de la Ciudad de los Niños de Salamanca, dirigida por el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías.
El informe “Institucionalización y violencia en la Ciudad de los Niños” que ofrecerán a los medios de comunicación hoy a las 10 de la mañana bajo la consigna “No al fuero clerical”, narra a través de testimonios y documentación diversa, el abuso físico y sexual a los que eran sometidos cientos de niños y niñas, distribuidos en los seis albergues en Guanajuato y Michoacán, dirigidos por el sacerdote acusado de pederastia.
Desde hace 40 años, el padre Gutiérrez Farías, alias “Papi” abrió el primer albergue y a través de adopciones irregulares a políticos y funcionarios, fue ganando el poder suficiente y la protección de las instituciones de gobiernos panistas, frente a las denuncias que eran ignoradas.
Además del sacerdote, los testimonios recogidos en el informe dan cuenta de la participación de las monjas Hortensia Jiménez Cruz, María García Guzmán, Xóchitl Chávez Sánchez, Esmeralda de Jesús Suárez Bertury y otros colaboradores como Mauricio Rafael Ruiz Martínez y Ramiro Cortéz Muñoz. Pero en especial, destaca el nombre de Leandro Martín Bermúdez Armenta, conocido como “El Castigador” y cuyas víctimas identifican como violador.
En el apartado de violencia sexual, el informe señala que en la Ciudad de los Niños, el cura pederasta organizaba reuniones con seminaristas, trabajadores y amigos y les ofrecía a las adolescentes como una práctica de explotación sexual:
“El padre Pedro, cuando toma lleva a sus amistades para que lo acompañen a tomar, una de mis [familiares] salió embarazada”. ‘A ver traigan a las muchachas’, y ahí llegan todas, haz de cuenta que son las prostitutas, fue lo que yo les dije a las del DIF [Salamanca], yo me enojé mucho con ellas”, señala uno de los testimonios.
Y otro más: “Cuando Martín las violaba que se las llevaba ahí para el cuarto en donde está el mariachi, que ahí ensayan los mariachis, ellos mismo que tocan en un grupo, como mariachis” “Tenían relaciones con ellas inclusive a veces las dejaban salir para afuera a la ciudad o algo así. Hay una vecina aquí que se crió ahí con el padre Pedro, esta media trastornada también, entonces este estaba terca siempre de que ‘Llévelas con el padre Pedro’ y cuando salió que estaba embarazada le dijo ”.
A pesar de que los familiares de las víctimas intentaban interponer denuncias ante el Ministerio Público de Salamanca y del estado de Guanajuato, estas no eran admitidas o sencillamente se desechaban.
Muestra de los relatos donde se evidencia la omisión en el acceso a la justicia es lo que narra una víctima, que señala haberse presentado en más de una ocasión al área de Atención a Víctimas y Ofendidos del Delito de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato, dicho de la siguiente manera: “ Todo lo que han violado esto y el otro yo le hable a la gente allá por la Papaloapan, también les dije oigan de La ciudad del Niño me dicen ‘¡Nombre señora si aquí ha habido muchos casos! han traído a niños violados y niñas’ pero no hacen nada, por eso ya es tiempo”.
El informe “Institucionalización y violencia en la Ciudad de los Niños” que ofrecerán a los medios de comunicación hoy a las 10 de la mañana bajo la consigna “No al fuero clerical”, narra a través de testimonios y documentación diversa, el abuso físico y sexual a los que eran sometidos cientos de niños y niñas, distribuidos en los seis albergues en Guanajuato y Michoacán, dirigidos por el sacerdote acusado de pederastia.
Desde hace 40 años, el padre Gutiérrez Farías, alias “Papi” abrió el primer albergue y a través de adopciones irregulares a políticos y funcionarios, fue ganando el poder suficiente y la protección de las instituciones de gobiernos panistas, frente a las denuncias que eran ignoradas.
Además del sacerdote, los testimonios recogidos en el informe dan cuenta de la participación de las monjas Hortensia Jiménez Cruz, María García Guzmán, Xóchitl Chávez Sánchez, Esmeralda de Jesús Suárez Bertury y otros colaboradores como Mauricio Rafael Ruiz Martínez y Ramiro Cortéz Muñoz. Pero en especial, destaca el nombre de Leandro Martín Bermúdez Armenta, conocido como “El Castigador” y cuyas víctimas identifican como violador.
En el apartado de violencia sexual, el informe señala que en la Ciudad de los Niños, el cura pederasta organizaba reuniones con seminaristas, trabajadores y amigos y les ofrecía a las adolescentes como una práctica de explotación sexual:
“El padre Pedro, cuando toma lleva a sus amistades para que lo acompañen a tomar, una de mis [familiares] salió embarazada”. ‘A ver traigan a las muchachas’, y ahí llegan todas, haz de cuenta que son las prostitutas, fue lo que yo les dije a las del DIF [Salamanca], yo me enojé mucho con ellas”, señala uno de los testimonios.
Y otro más: “Cuando Martín las violaba que se las llevaba ahí para el cuarto en donde está el mariachi, que ahí ensayan los mariachis, ellos mismo que tocan en un grupo, como mariachis” “Tenían relaciones con ellas inclusive a veces las dejaban salir para afuera a la ciudad o algo así. Hay una vecina aquí que se crió ahí con el padre Pedro, esta media trastornada también, entonces este estaba terca siempre de que ‘Llévelas con el padre Pedro’ y cuando salió que estaba embarazada le dijo ”.
A pesar de que los familiares de las víctimas intentaban interponer denuncias ante el Ministerio Público de Salamanca y del estado de Guanajuato, estas no eran admitidas o sencillamente se desechaban.
Muestra de los relatos donde se evidencia la omisión en el acceso a la justicia es lo que narra una víctima, que señala haberse presentado en más de una ocasión al área de Atención a Víctimas y Ofendidos del Delito de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato, dicho de la siguiente manera: “ Todo lo que han violado esto y el otro yo le hable a la gente allá por la Papaloapan, también les dije oigan de La ciudad del Niño me dicen ‘¡Nombre señora si aquí ha habido muchos casos! han traído a niños violados y niñas’ pero no hacen nada, por eso ya es tiempo”.
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