Guillermo Carvallo Cano
Tres Valles, Veracruz.- El principal acceso al primer cuadro de esta ciudad es el boulevard Fernando Gutiérrez Barrios donde lucen hermosas áreas verdes con el propósito de brindar al visitante una buena impresión con un aspecto de ciudad limpia que se esmera en el cuidado del medio ambiente, sin embargo la falta de respeto y de cultura en el manejo de la basura en los hogares de algunos vecinos de la referida arteria opacan la vista del mismo.
Lo anterior porque regularmente todos los días al amanecer se pueden observar en los entronques de los camellones, inclusive, sobre el césped y jardineras cerros de desechos por ser insuficientes los depósitos de basura que están colocados, solo para basura de personas en tránsito, sin embargo estos son ocupados por cochinos que por ahorrarse la cooperación que se da para mantenimiento de las unidades recolectores de basuras, prefieren inundar con su cochinero el citado boulevard.
Posiblemente esas personas no han pensado que el acumulamiento de sus desechos al aire libre sobre la vía pública ocasiona la atracción de perros callejeros que hurgan en los costalillos, bolsas, y cajas dejando un tiradero, paisaje urbano cotidiano y desde luego que las personas que visitan esta ciudad se llevan un mal aspecto, independientemente que los que pasan por el lugar tengan que soportar los fétidos olores.
Mientras tanto, esas malas costumbres están siendo heredadas a sus hijos que observan de sus padres lo contrario de lo que se les inculca en la escuela, en relación al cuidado del medio ambiente, por eso la educación es compartida entre alumnos, padres, maestros y gobierno, pero la célula básica de las buenas costumbres es la familia, y sin el buen ejemplo de padres a hijos, lo demás no funciona.
Lo anterior porque regularmente todos los días al amanecer se pueden observar en los entronques de los camellones, inclusive, sobre el césped y jardineras cerros de desechos por ser insuficientes los depósitos de basura que están colocados, solo para basura de personas en tránsito, sin embargo estos son ocupados por cochinos que por ahorrarse la cooperación que se da para mantenimiento de las unidades recolectores de basuras, prefieren inundar con su cochinero el citado boulevard.
Posiblemente esas personas no han pensado que el acumulamiento de sus desechos al aire libre sobre la vía pública ocasiona la atracción de perros callejeros que hurgan en los costalillos, bolsas, y cajas dejando un tiradero, paisaje urbano cotidiano y desde luego que las personas que visitan esta ciudad se llevan un mal aspecto, independientemente que los que pasan por el lugar tengan que soportar los fétidos olores.
Mientras tanto, esas malas costumbres están siendo heredadas a sus hijos que observan de sus padres lo contrario de lo que se les inculca en la escuela, en relación al cuidado del medio ambiente, por eso la educación es compartida entre alumnos, padres, maestros y gobierno, pero la célula básica de las buenas costumbres es la familia, y sin el buen ejemplo de padres a hijos, lo demás no funciona.
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