CHAROLAS FALSAS
Mucho se comenta de los policías con identificaciones y uniformes falsos que se dedican a extorsionar o asaltar, pero que tal los conductores que rotulan sus vehículos con las siglas de prensa o de alguna organización defensora de los derechos humanos, hasta compran placas metálicas para apantallar sobre todo a los policías de tránsito.
Pero no solo estos personajes hacen gala de influencias, ya que también muchos políticos bajo las siglas de algún partido político o con sendos oficios firmados por alguna autoridad municipal se pasan por alto el Reglamento de Tránsito completo.
El asunto es más grave aún, si consideramos que esos automovilistas “influyentes”, no llevan sus unidades a verificar y no les importa circular diario generando más contaminación. No pagan impuestos porque pueden andar por la vida sin pagar placas, tenencia ni refrendo.
Este problema es ancestral y se está agudizando porque para su fortuna, si funciona traer uno de estos salvoconductos y cada vez son más los conductores que traen una “charola” o rotulan las siglas de cualquier institución para que los oficiales de tránsito ni siquiera los detengan.
Y como todo en México, también hay quienes ven en esta forma de violar la ley un gran negocio y a cambio de unos cuantos pesos, le dan una credencial o placa a cualquiera para que pueda andar por las calles tranquilamente. ¿Quién se atreverá a meter orden?. luisayalaramos@yahoo.com.mx
Mucho se comenta de los policías con identificaciones y uniformes falsos que se dedican a extorsionar o asaltar, pero que tal los conductores que rotulan sus vehículos con las siglas de prensa o de alguna organización defensora de los derechos humanos, hasta compran placas metálicas para apantallar sobre todo a los policías de tránsito.
Pero no solo estos personajes hacen gala de influencias, ya que también muchos políticos bajo las siglas de algún partido político o con sendos oficios firmados por alguna autoridad municipal se pasan por alto el Reglamento de Tránsito completo.
El asunto es más grave aún, si consideramos que esos automovilistas “influyentes”, no llevan sus unidades a verificar y no les importa circular diario generando más contaminación. No pagan impuestos porque pueden andar por la vida sin pagar placas, tenencia ni refrendo.
Este problema es ancestral y se está agudizando porque para su fortuna, si funciona traer uno de estos salvoconductos y cada vez son más los conductores que traen una “charola” o rotulan las siglas de cualquier institución para que los oficiales de tránsito ni siquiera los detengan.
Y como todo en México, también hay quienes ven en esta forma de violar la ley un gran negocio y a cambio de unos cuantos pesos, le dan una credencial o placa a cualquiera para que pueda andar por las calles tranquilamente. ¿Quién se atreverá a meter orden?. luisayalaramos@yahoo.com.mx
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