Toluca, Edomex.- Si las autoridades pretenden continuar su estrategia de vigilancia pública por parte del Ejército y La Marina, es urgente que sus mandos y elementos sean sometidos, de forma periódica e ininterrumpida, a exámenes psicológicos y de control de confianza, pruebas antidoping y polígrafo, advirtió el diputado Octavio Martínez, presidente de la Comisión de Seguridad Pública en la Legislatura mexiquense.
Desde el punto de vista del también subcoordinador del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), resultaría ideal el cese de quienes reprueben, pero adelantó la posibilidad de que irremediablemente se sumen de forma abierta a las tareas del crimen organizado, aprovechando todo el bagaje adquirido en la corporación.
Por eso, propuso que, en todo caso, quienes no aprueben los exámenes referidos, sean retirados de las tareas de seguridad pública y sometidos a programas de rehabilitación, con la posibilidad de regresar a éstas cuando existan garantías de su recuperación.
De lo contrario, indicó, se seguirán cometiendo crímenes como el de Carlos Herrera, militar que hace unos días se quitó la vida en Ecatepec tras asesinar a sus seis hijos y matar a golpes a su esposa, o como el de Erick San Juan Palafox, alias El Mili, vecino de Tecámac procesado por encabezar una banda delictiva de feminicidas que opera en ese municipio y en Ecatepec.
Estos hechos, prosiguió, no son aislados, pues además se suman otros de mayor magnitud como el caso Tlatlaya, donde militares fusilaron a 22 civiles en junio pasado; o el de los soldados que se negaron a auxiliar a los 43 normalistas de Ayotzinapa atacados y desaparecidos el 26 de septiembre de este año.
“Las leyes castrenses deben incluir la obligatoriedad periódica de evaluar psicológicamente a sus elementos y mandos, someterlos a exámenes de control de confianza, e incluir pruebas como el antidoping y el polígrafo, conscientes de la delicada labor que están desempeñando en materia de seguridad pública, como una de las principales demandas de la población”, expuso.
Si los policías están siendo obligados a someterse a este tipo de filtros, insistió finalmente, militares y marinos no pueden quedar exentos porque participan en la misma labor, pero además los hechos señalados han puesto de manifiesto la necesidad de también evaluarlos para garantizar a la población que está siendo protegida por elementos plenamente aptos.
Desde el punto de vista del también subcoordinador del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), resultaría ideal el cese de quienes reprueben, pero adelantó la posibilidad de que irremediablemente se sumen de forma abierta a las tareas del crimen organizado, aprovechando todo el bagaje adquirido en la corporación.
Por eso, propuso que, en todo caso, quienes no aprueben los exámenes referidos, sean retirados de las tareas de seguridad pública y sometidos a programas de rehabilitación, con la posibilidad de regresar a éstas cuando existan garantías de su recuperación.
De lo contrario, indicó, se seguirán cometiendo crímenes como el de Carlos Herrera, militar que hace unos días se quitó la vida en Ecatepec tras asesinar a sus seis hijos y matar a golpes a su esposa, o como el de Erick San Juan Palafox, alias El Mili, vecino de Tecámac procesado por encabezar una banda delictiva de feminicidas que opera en ese municipio y en Ecatepec.
Estos hechos, prosiguió, no son aislados, pues además se suman otros de mayor magnitud como el caso Tlatlaya, donde militares fusilaron a 22 civiles en junio pasado; o el de los soldados que se negaron a auxiliar a los 43 normalistas de Ayotzinapa atacados y desaparecidos el 26 de septiembre de este año.
“Las leyes castrenses deben incluir la obligatoriedad periódica de evaluar psicológicamente a sus elementos y mandos, someterlos a exámenes de control de confianza, e incluir pruebas como el antidoping y el polígrafo, conscientes de la delicada labor que están desempeñando en materia de seguridad pública, como una de las principales demandas de la población”, expuso.
Si los policías están siendo obligados a someterse a este tipo de filtros, insistió finalmente, militares y marinos no pueden quedar exentos porque participan en la misma labor, pero además los hechos señalados han puesto de manifiesto la necesidad de también evaluarlos para garantizar a la población que está siendo protegida por elementos plenamente aptos.
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