Ciudad de México.-Ante el incremento de la población en pobreza y la disminución de la línea de bienestar, diputados del PRD propusieron solicitar a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y al Consejo de Administración de Liconsa reconsiderar el incremento autorizado al Programa de Abasto Social de Leche, a fin de no afectar a la niñez y a los mexicanos de menores ingresos.
En un punto de acuerdo que presentaron en la Comisión Permanente, Miguel Alonso Raya, Fernando Belaunzarán Méndez y Antonio León Mendívil exponen su preocupación de que, por un lado, hay un crecimiento de la población en pobreza, y por el otro, se aplica un aumento sorpresivo al litro de leche que comercializa Liconsa, de 4.50 a 5.50 pesos.
Relatan que Liconsa es una empresa paraestatal sectorizada a Sedesol, responsable del Programa de Abasto Social de Leche, dirigido a la atención prioritaria de 6 millones 430 mil personas, y anualmente distribuye mil millones de litros, apoyando a las personas cuyo ingreso está por debajo de la línea de bienestar.
De acuerdo con la Sedesol, y en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre, este programa tiene un papel central en las acciones para garantizar el derecho a la alimentación de las personas a través del acceso a la leche fortificada de calidad.
Alonso Raya, Belaunzarán Méndez y León Mendívil argumentan que se debe analizar este incremento por los altos niveles de desnutrición que padece la población infantil.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2012, el 13.6 por ciento de los niños mexicanos menores de cinco años padece desnutrición crónica, y en las zonas rurales del país se eleva hasta el 27.4 por ciento.
Cuestionan: ¿Cómo va a repercutir este incremento al precio de la leche en la población de menores ingresos? ¿Bajo qué evaluación o criterios, dentro de los objetivos del programa, se autoriza un alza de más del 20 por ciento?, y ¿Cómo contribuye este aumento a bajar los índices de pobreza y desnutrición en la población?.
En un punto de acuerdo que presentaron en la Comisión Permanente, Miguel Alonso Raya, Fernando Belaunzarán Méndez y Antonio León Mendívil exponen su preocupación de que, por un lado, hay un crecimiento de la población en pobreza, y por el otro, se aplica un aumento sorpresivo al litro de leche que comercializa Liconsa, de 4.50 a 5.50 pesos.
Relatan que Liconsa es una empresa paraestatal sectorizada a Sedesol, responsable del Programa de Abasto Social de Leche, dirigido a la atención prioritaria de 6 millones 430 mil personas, y anualmente distribuye mil millones de litros, apoyando a las personas cuyo ingreso está por debajo de la línea de bienestar.
De acuerdo con la Sedesol, y en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre, este programa tiene un papel central en las acciones para garantizar el derecho a la alimentación de las personas a través del acceso a la leche fortificada de calidad.
Alonso Raya, Belaunzarán Méndez y León Mendívil argumentan que se debe analizar este incremento por los altos niveles de desnutrición que padece la población infantil.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2012, el 13.6 por ciento de los niños mexicanos menores de cinco años padece desnutrición crónica, y en las zonas rurales del país se eleva hasta el 27.4 por ciento.
Cuestionan: ¿Cómo va a repercutir este incremento al precio de la leche en la población de menores ingresos? ¿Bajo qué evaluación o criterios, dentro de los objetivos del programa, se autoriza un alza de más del 20 por ciento?, y ¿Cómo contribuye este aumento a bajar los índices de pobreza y desnutrición en la población?.
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