Ciudad de México.- En reacción al informe sobre medición de la pobreza que dio a conocer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) –que plantea un aumento de la pobreza–, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) emitió un “posicionamiento” en el que se autofelicitó de sus logros en el combate a la “pobreza extrema”.
La Sedesol multiplicó los esfuerzos para convencer a la opinión pública que, contrariamente a la realidad que muestran los resultados del Coneval, la política social a cargo de Rosario Robles Berlanga alcanzó sus objetivos.
Como si tuviera en sus manos una varita mágica la Sedesol realizó un estudio propio “con datos del Coneval”… y con conclusiones más favorables.
El Coneval sustentó sus resultados con base a la encuesta de hogares que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el que se registró la caída del 3.5% del ingreso de los hogares mexicanos entre 2012 y 2014.
La Sedesol, con base a las cifras que recopiló del Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) –en la misma encuesta del INEGI–, asegura por su parte que los ingresos de los mexicanos, en vez de reducirse, aumentaron de 0.1% durante este periodo.
El INEGI reportó que el único sector de la población que vio un incremento en sus ingresos fue el decil de los hogares más pobres, con una mejoría de 2.1% –lo cual representa un ingreso extra promedio de 53 pesos mensuales a repartir entre 3.8 personas–, mientras que los demás sufrieron disminuciones desde 0.1% hasta 6.1%.
Los cálculos de la Sedesol enseñan un panorama mucho más optimista: entre 2012 y 2014, no sólo el primer decil de hogares hubiera visto sus ingresos incrementarse –y no de 2.1%, como lo plantea el INEGI, sino con una tasa tres veces superior, 6.2%–, pero también los tres deciles que lo siguen.
Es más, todavía según las cifras de Sedesol, en las comunidades de menos de 2 mil 500 habitantes, el incremento de los hogares más pobres hubiera aumentado en un 12.91%.
“Los más pobres de los más pobres”
En su “posicionamiento”, la Sedesol estimó que “el hecho que haya aumentado el ingreso en (el primer decil) documenta que se protegió su derecho a la alimentación pues la mitad de los ingresos de estas familias se destinan a este rubro”.
Sin embargo, las conclusiones del Coneval no concordaron con la lógica de la Sedesol: observó que, en vez de disminuir, la tasa de mexicanos que sufrieron carencias en el acceso a la alimentación aumentó ligeramente entre 2012 y 2014, hasta alcanzar 23.4% de la población.
Y la Sedesol argumentó que realizó una “adecuada focalización” de sus esfuerzos sobre “los más pobres de los más pobres, los olvidados de siempre”.
Según el Coneval, la población indígena, la más marginada del país, sufrió un incremento de 1.2% en la tasa de pobreza extrema, lo que elevó la tasa de pobreza de los ciudadanos nativos a 73.2%.
La Sedesol no hizo ninguna mención a las comunidades indígenas en su “posicionamiento”. El único fracaso que reconoció fue respecto al estancamiento de la tasa de pobreza extrema de las personas con discapacidad. “Seguimos teniendo una deuda con (ellas)”, sostuvo.
Además, según la Sedesol, las cifras del Coneval no reflejan adecuadamente los esfuerzos de la “presente administración”, ya que el INEGI levantó su encuesta cuando las “grandes reformas que necesitaba México” aún no mostraban efectos y que el rediseño del programa Oportunidades en Prospera aún no se aplicaba.
“Para el primer trimestre de 2015, de acuerdo al (sic) propio Coneval, hay mejores perspectivas, a pesar del entorno internacional adverso”, aseguró la Sedesol.
Gráficas acomodadas
En su “posicionamiento”, la Sedesol sólo utilizó las cifras del Coneval sobre la pobreza extrema, pero omitió hablar de las cifras de la pobreza en general.
A tal punto que eliminó la vertiente de pobreza en su gráfica sobre el porcentaje de menores de edad y adultos. En la versión de la Sedesol, sólo se nota la reducción de las tasas de pobreza extrema en estos sectores de la población. En la versión del Coneval aparecen además las tasas de pobreza. Éstas aumentaron entre 2012 y 2014.
De acuerdo con el Coneval, la tasa de pobreza extrema disminuyó de 9.8% a 9.5% entre 2012 y 2014 en México. En cifras reales, significa que el número de mexicanos en pobreza extrema se redujo de 11.5 millones a 11.4 millones.
Por su parte, el número de mexicanos pobres pasó de 53.3 millones a 55.3 millones durante el mismo periodo.
La Sedesol multiplicó los esfuerzos para convencer a la opinión pública que, contrariamente a la realidad que muestran los resultados del Coneval, la política social a cargo de Rosario Robles Berlanga alcanzó sus objetivos.
Como si tuviera en sus manos una varita mágica la Sedesol realizó un estudio propio “con datos del Coneval”… y con conclusiones más favorables.
El Coneval sustentó sus resultados con base a la encuesta de hogares que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el que se registró la caída del 3.5% del ingreso de los hogares mexicanos entre 2012 y 2014.
La Sedesol, con base a las cifras que recopiló del Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) –en la misma encuesta del INEGI–, asegura por su parte que los ingresos de los mexicanos, en vez de reducirse, aumentaron de 0.1% durante este periodo.
El INEGI reportó que el único sector de la población que vio un incremento en sus ingresos fue el decil de los hogares más pobres, con una mejoría de 2.1% –lo cual representa un ingreso extra promedio de 53 pesos mensuales a repartir entre 3.8 personas–, mientras que los demás sufrieron disminuciones desde 0.1% hasta 6.1%.
Los cálculos de la Sedesol enseñan un panorama mucho más optimista: entre 2012 y 2014, no sólo el primer decil de hogares hubiera visto sus ingresos incrementarse –y no de 2.1%, como lo plantea el INEGI, sino con una tasa tres veces superior, 6.2%–, pero también los tres deciles que lo siguen.
Es más, todavía según las cifras de Sedesol, en las comunidades de menos de 2 mil 500 habitantes, el incremento de los hogares más pobres hubiera aumentado en un 12.91%.
“Los más pobres de los más pobres”
En su “posicionamiento”, la Sedesol estimó que “el hecho que haya aumentado el ingreso en (el primer decil) documenta que se protegió su derecho a la alimentación pues la mitad de los ingresos de estas familias se destinan a este rubro”.
Sin embargo, las conclusiones del Coneval no concordaron con la lógica de la Sedesol: observó que, en vez de disminuir, la tasa de mexicanos que sufrieron carencias en el acceso a la alimentación aumentó ligeramente entre 2012 y 2014, hasta alcanzar 23.4% de la población.
Y la Sedesol argumentó que realizó una “adecuada focalización” de sus esfuerzos sobre “los más pobres de los más pobres, los olvidados de siempre”.
Según el Coneval, la población indígena, la más marginada del país, sufrió un incremento de 1.2% en la tasa de pobreza extrema, lo que elevó la tasa de pobreza de los ciudadanos nativos a 73.2%.
La Sedesol no hizo ninguna mención a las comunidades indígenas en su “posicionamiento”. El único fracaso que reconoció fue respecto al estancamiento de la tasa de pobreza extrema de las personas con discapacidad. “Seguimos teniendo una deuda con (ellas)”, sostuvo.
Además, según la Sedesol, las cifras del Coneval no reflejan adecuadamente los esfuerzos de la “presente administración”, ya que el INEGI levantó su encuesta cuando las “grandes reformas que necesitaba México” aún no mostraban efectos y que el rediseño del programa Oportunidades en Prospera aún no se aplicaba.
“Para el primer trimestre de 2015, de acuerdo al (sic) propio Coneval, hay mejores perspectivas, a pesar del entorno internacional adverso”, aseguró la Sedesol.
Gráficas acomodadas
En su “posicionamiento”, la Sedesol sólo utilizó las cifras del Coneval sobre la pobreza extrema, pero omitió hablar de las cifras de la pobreza en general.
A tal punto que eliminó la vertiente de pobreza en su gráfica sobre el porcentaje de menores de edad y adultos. En la versión de la Sedesol, sólo se nota la reducción de las tasas de pobreza extrema en estos sectores de la población. En la versión del Coneval aparecen además las tasas de pobreza. Éstas aumentaron entre 2012 y 2014.
De acuerdo con el Coneval, la tasa de pobreza extrema disminuyó de 9.8% a 9.5% entre 2012 y 2014 en México. En cifras reales, significa que el número de mexicanos en pobreza extrema se redujo de 11.5 millones a 11.4 millones.
Por su parte, el número de mexicanos pobres pasó de 53.3 millones a 55.3 millones durante el mismo periodo.
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