Edomex.- En el Estado de México están ocho de los municipios más peligrosos del país, donde, de acuerdo con las cifras del gobierno federal, los índices delictivos no generan baja desde hace meses, pese a los operativos federales. Ello ha provocado que incluso el Departamento de Estado de Estados Unidos los incluya en las alertas para que sus ciudadanos no visiten México.
Ecatepec, Nezahualcóyotl, Coacalco, La Paz, Valle de Chalco Solidaridad, Chalco, Ixtapaluca y Tlatlaya, son los territorios que, por su cercanía, amenazan al Distrito Federal y son un foco rojo para las autoridades estadounidenses.
Según las cifras más recientes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, esos municipios figuran entre la lista de las 20 alcaldías más inseguras de la entidad, respecto a delitos de alto impacto como secuestro, extorsión y homicidio.
El número de asesinatos cometidos por cada 100 mil habitantes en Ecatepec, durante 2014, colocaron al municipio en el tercer lugar, con 35.9 casos y sólo superado por Cuautitlán Izcalli y Lerma, que reportaron en el mismo periodo 93.5 y 37 sucesos respectivamente.
Entre los ocho municipios nombrados por el Departamento de Estado, siete, con excepción de Tlatlaya, fueron incluidos en la lista del SNSP en el rubro de secuestro. Chalco obtuvo uno de los primeros lugares con 2.5 plagios por cada 100 mil habitantes. La Paz y Ecatepec se colocaron por debajo, con 1.9 y 1.2.
Testimonios de los ciudadanos prueban que pese a los operativos desplegados por autoridades federales y locales, la percepción de la violencia sigue siendo muy alta.
Elizabeth, quien pidió anonimato, vive desde hace más de 25 años en el municipio de Chalco.
Cuenta que su sobrino fue secuestrado hace dos años. Por su rescate pidieron tres millones de pesos; cuota que juntaron sus familiares al vender su patrimonio.
“El pueblo ya no confía en las autoridades porque se han metido denuncias y no dan solución. La gente de la colonia (San Martín, en Chalco) se ha organizado y hasta pusieron alarmas. Pero como están muy enojados, sinceramente si encuentran a alguien haciendo mal, dicen que van a tomar venganza por sus propias manos”.
Elizabeth agrega que los habitantes de difícilmente pueden huir del fenómeno de violencia, ya que “ni se pueden vender los terrenos, o las parcelas, porque si los delincuentes, que son de aquí mismo, se dan cuenta, te secuestran o amenazan. Tienes que quedarte aquí”.
En Nezahualcóyotl, cientos de familias dedicadas al comercio pasan por una situación similar, ya que son blanco constante de extorsionadores que les exigen un “cobro de piso”, e incluso los han obligado a abandonar sus hogares.
Manuel, quien también pidió anonimato, cuenta a El Financiero que desde hace un año “cambio por completo” la vida de su familia y ahora no quieren saber nada de de Neza, y mucho menos regresar.
Cuenta que tenían un salón de fiestas y por ese motivo las llamadas de extorsión empezaron a llegar. Como no hizo caso, después de unos meses las amenazas fueron en aumento y “llegaron al punto de hablar y decir: ‘mira asómate a la ventana, vas a ver una camioneta con tales características, para que veas que te estamos vigilando’; y te asomabas y sí, era verdad”, agregó.
Poco tiempo después, la familia de Manuel huyó hacia otro estado.
En su alerta más reciente, EU explica que en el Estado de México “hay altos niveles de crimen e inseguridad, debido a que la delincuencia organizada han expandido sus actividades desde Guerrero y Michoacán”.
A lo largo de 2014 las autoridades estadounidenses alertaron a sus ciudadanos sobre visitar la zona poniente del área metropolitana. La alerta sigue sin levantarse.
Ecatepec, Nezahualcóyotl, Coacalco, La Paz, Valle de Chalco Solidaridad, Chalco, Ixtapaluca y Tlatlaya, son los territorios que, por su cercanía, amenazan al Distrito Federal y son un foco rojo para las autoridades estadounidenses.
Según las cifras más recientes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, esos municipios figuran entre la lista de las 20 alcaldías más inseguras de la entidad, respecto a delitos de alto impacto como secuestro, extorsión y homicidio.
El número de asesinatos cometidos por cada 100 mil habitantes en Ecatepec, durante 2014, colocaron al municipio en el tercer lugar, con 35.9 casos y sólo superado por Cuautitlán Izcalli y Lerma, que reportaron en el mismo periodo 93.5 y 37 sucesos respectivamente.
Entre los ocho municipios nombrados por el Departamento de Estado, siete, con excepción de Tlatlaya, fueron incluidos en la lista del SNSP en el rubro de secuestro. Chalco obtuvo uno de los primeros lugares con 2.5 plagios por cada 100 mil habitantes. La Paz y Ecatepec se colocaron por debajo, con 1.9 y 1.2.
Testimonios de los ciudadanos prueban que pese a los operativos desplegados por autoridades federales y locales, la percepción de la violencia sigue siendo muy alta.
Elizabeth, quien pidió anonimato, vive desde hace más de 25 años en el municipio de Chalco.
Cuenta que su sobrino fue secuestrado hace dos años. Por su rescate pidieron tres millones de pesos; cuota que juntaron sus familiares al vender su patrimonio.
“El pueblo ya no confía en las autoridades porque se han metido denuncias y no dan solución. La gente de la colonia (San Martín, en Chalco) se ha organizado y hasta pusieron alarmas. Pero como están muy enojados, sinceramente si encuentran a alguien haciendo mal, dicen que van a tomar venganza por sus propias manos”.
Elizabeth agrega que los habitantes de difícilmente pueden huir del fenómeno de violencia, ya que “ni se pueden vender los terrenos, o las parcelas, porque si los delincuentes, que son de aquí mismo, se dan cuenta, te secuestran o amenazan. Tienes que quedarte aquí”.
En Nezahualcóyotl, cientos de familias dedicadas al comercio pasan por una situación similar, ya que son blanco constante de extorsionadores que les exigen un “cobro de piso”, e incluso los han obligado a abandonar sus hogares.
Manuel, quien también pidió anonimato, cuenta a El Financiero que desde hace un año “cambio por completo” la vida de su familia y ahora no quieren saber nada de de Neza, y mucho menos regresar.
Cuenta que tenían un salón de fiestas y por ese motivo las llamadas de extorsión empezaron a llegar. Como no hizo caso, después de unos meses las amenazas fueron en aumento y “llegaron al punto de hablar y decir: ‘mira asómate a la ventana, vas a ver una camioneta con tales características, para que veas que te estamos vigilando’; y te asomabas y sí, era verdad”, agregó.
Poco tiempo después, la familia de Manuel huyó hacia otro estado.
En su alerta más reciente, EU explica que en el Estado de México “hay altos niveles de crimen e inseguridad, debido a que la delincuencia organizada han expandido sus actividades desde Guerrero y Michoacán”.
A lo largo de 2014 las autoridades estadounidenses alertaron a sus ciudadanos sobre visitar la zona poniente del área metropolitana. La alerta sigue sin levantarse.
Reporteros en Movimiento
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