Veracruz, Ver.- Durante su encuentro con campesinos para conmemorar la promulgación de la Ley Agraria, tras realizar los honores a la bandera, el presidente de la República Enrique Peña Nieto, rompió el protocolo para saludar a los presentes de mano y tomarse la foto.
El presidente se tomó selfies, saludó de mano, mostro su cariño y se dejó querer por los asistentes, quienes estaban emocionados porque su presidente se acercaba a saludarlos, no hubo rincón del World Trade Center de Boca del Río que no haya recorrido.
El recorrido desde el ingreso al salón, hasta el estrado tardo más de 30 minutos, donde el Presidente puso en aprietos al Estado Mayor Presidencial, que en varias ocasiones tuvo que ir tras el mandatario federal, saltando vayas, y cuidando que no fuera a tropezarse.
Con aplausos y porras, el Presidente se desplazó hacia el estrado, bañado en sudor, por el esfuerzo y el intenso calor humano que recibió, algunos indicaron que es la primera vez que un mandatario se da el tiempo de ir hasta su lugar para saludarles y tomarse la foto.
Mientras tanto los gobernadores y secretarios de despacho, así como los invitados especiales aguardaban en el estrado, sin dar crédito lo que estaban viendo, pues en la historia reciente, no recuerdan a un Presidente que vaya a cada rincón a saludar a los asistentes.
El presidente se tomó selfies, saludó de mano, mostro su cariño y se dejó querer por los asistentes, quienes estaban emocionados porque su presidente se acercaba a saludarlos, no hubo rincón del World Trade Center de Boca del Río que no haya recorrido.
El recorrido desde el ingreso al salón, hasta el estrado tardo más de 30 minutos, donde el Presidente puso en aprietos al Estado Mayor Presidencial, que en varias ocasiones tuvo que ir tras el mandatario federal, saltando vayas, y cuidando que no fuera a tropezarse.
Con aplausos y porras, el Presidente se desplazó hacia el estrado, bañado en sudor, por el esfuerzo y el intenso calor humano que recibió, algunos indicaron que es la primera vez que un mandatario se da el tiempo de ir hasta su lugar para saludarles y tomarse la foto.
Mientras tanto los gobernadores y secretarios de despacho, así como los invitados especiales aguardaban en el estrado, sin dar crédito lo que estaban viendo, pues en la historia reciente, no recuerdan a un Presidente que vaya a cada rincón a saludar a los asistentes.
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