Ciudad de México.- Tecnoradio manchó la licitación histórica de frecuencias al impactar los montos recaudatorios de las estaciones y pone en entredicho la capacidad del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para realizar estos procesos, coincidieron analistas.
La información dada a conocer sobre la posible relación entre Tecnoradio y Radiorama afecta la credibilidad y confianza en el IFT para realizar este tipo de licitaciones, comentó Agustín Ramírez, experto en telecomunicaciones de la Universidad Anáhuac.
“Hubo ingenuidad por parte del instituto al emitir las bases de licitación y al revisar las propuestas, principalmente la parte administrativa”.
Si es cierta la relación entre ambas empresas, el IFT tiene que tomar una decisión oficiosa, pues hubo una ventaja en el tratamiento que se le dio a Tecnoradio, creyendo que era un nuevo jugador, señaló Ramírez.
Tecnoradio apostó por 37 frecuencias por las que pagará alrededor de 280 millones de pesos.
El regulador informó que, tras el pago de las contraprestaciones, puede descalificar y actuar por responsabilidad civil o penal contra los participantes que no hayan cumplido con las bases de licitación.
Quienes comprobaron ser nuevos en el mercado obtuvieron un incentivo de 15% en la presentación de ofertas, lo que significó un ahorro de 40 millones de pesos para Tecnoradio.
Esto se puede convertir en una situación jurídica muy compleja, pues hubo un exceso de confianza por parte del regulador, aseguró el experto.
“El resto de participantes que se vieron desfavorecidos porque se inflaron los costos del espectro pueden hacer una petición formal al IFT para que revoque la asignación de frecuencias a Tecnoradio y se inicie un nuevo procedimiento”, agregó Ramírez.
Abel Hibert, ex comisionado de la extinta Cofetel, dijo que al IFT le faltó una investigación más a detalle sobre los participantes.
Explicó que existen herramientas, incluso de análisis de redes sociales, para conocer las relaciones entre los asociados.Ramiro Tovar, analista en telecomunicaciones, dijo que este proceso cuestiona el debido escrutinio que el IFT llevó a cabo en la licitación.
“Admitió una propuesta tan agresiva sin analizarla, porque cuando se presenta un postor que se sale del comportamiento regular, hay que darle una atención especial porque puede entrar con una táctica de bloqueo respecto a otros postores”.
Aunque está la alternativa de descalificar a la empresa, Tovar dijo que la diferencia en la oferta entre el segundo postor y Tecnoradio “desinfla lo que se esperaba recaudar porque habrá una diferencia sustantiva”.
Altera el proceso.
Irene Levy, presidenta de Observatel, dijo que la presencia de Tecnoradio en la licitación afectó todo el proceso, incluyendo plazas en las que no concursó.
“Al inflar precios y pujar en determinadas localidades, empujó a que algunos participantes optaran por dejar algunas plazas y apostar por otras, de manera que otras frecuencias, aunque no estuviera Tecnoradio, también se inflaron”, explicó.
Agregó que Tecnoradio ganó 37 frecuencias, pero al participar en más de 60 posturas afectó la licitación.
Levy indicó que existen dos escenarios, uno donde el presidente de Tecnoradio haya dado la información correcta indicando que su esposa era sobrina de Javier Pérez de Anda, socio de Radiorama y otra donde falseó y omitió información.
Calificó como “gravísimo” el caso en el que el IFT haya recibido la información y no la tomara en cuenta.
El otro escenario es que hubo falsedad de declaraciones, donde el IFT descalificará a Tecnoradio e inicia un procedimiento de sanción.
Levy dijo que, entre los participantes que precedieron a Tecnoradio en las frecuencias, tal vez no todos mantuvieron sus garantías y eso distorsionará el valor de las frecuencias.
La información dada a conocer sobre la posible relación entre Tecnoradio y Radiorama afecta la credibilidad y confianza en el IFT para realizar este tipo de licitaciones, comentó Agustín Ramírez, experto en telecomunicaciones de la Universidad Anáhuac.
“Hubo ingenuidad por parte del instituto al emitir las bases de licitación y al revisar las propuestas, principalmente la parte administrativa”.
Si es cierta la relación entre ambas empresas, el IFT tiene que tomar una decisión oficiosa, pues hubo una ventaja en el tratamiento que se le dio a Tecnoradio, creyendo que era un nuevo jugador, señaló Ramírez.
Tecnoradio apostó por 37 frecuencias por las que pagará alrededor de 280 millones de pesos.
El regulador informó que, tras el pago de las contraprestaciones, puede descalificar y actuar por responsabilidad civil o penal contra los participantes que no hayan cumplido con las bases de licitación.
Quienes comprobaron ser nuevos en el mercado obtuvieron un incentivo de 15% en la presentación de ofertas, lo que significó un ahorro de 40 millones de pesos para Tecnoradio.
Esto se puede convertir en una situación jurídica muy compleja, pues hubo un exceso de confianza por parte del regulador, aseguró el experto.
“El resto de participantes que se vieron desfavorecidos porque se inflaron los costos del espectro pueden hacer una petición formal al IFT para que revoque la asignación de frecuencias a Tecnoradio y se inicie un nuevo procedimiento”, agregó Ramírez.
Abel Hibert, ex comisionado de la extinta Cofetel, dijo que al IFT le faltó una investigación más a detalle sobre los participantes.
Explicó que existen herramientas, incluso de análisis de redes sociales, para conocer las relaciones entre los asociados.Ramiro Tovar, analista en telecomunicaciones, dijo que este proceso cuestiona el debido escrutinio que el IFT llevó a cabo en la licitación.
“Admitió una propuesta tan agresiva sin analizarla, porque cuando se presenta un postor que se sale del comportamiento regular, hay que darle una atención especial porque puede entrar con una táctica de bloqueo respecto a otros postores”.
Aunque está la alternativa de descalificar a la empresa, Tovar dijo que la diferencia en la oferta entre el segundo postor y Tecnoradio “desinfla lo que se esperaba recaudar porque habrá una diferencia sustantiva”.
Altera el proceso.
Irene Levy, presidenta de Observatel, dijo que la presencia de Tecnoradio en la licitación afectó todo el proceso, incluyendo plazas en las que no concursó.
“Al inflar precios y pujar en determinadas localidades, empujó a que algunos participantes optaran por dejar algunas plazas y apostar por otras, de manera que otras frecuencias, aunque no estuviera Tecnoradio, también se inflaron”, explicó.
Agregó que Tecnoradio ganó 37 frecuencias, pero al participar en más de 60 posturas afectó la licitación.
Levy indicó que existen dos escenarios, uno donde el presidente de Tecnoradio haya dado la información correcta indicando que su esposa era sobrina de Javier Pérez de Anda, socio de Radiorama y otra donde falseó y omitió información.
Calificó como “gravísimo” el caso en el que el IFT haya recibido la información y no la tomara en cuenta.
El otro escenario es que hubo falsedad de declaraciones, donde el IFT descalificará a Tecnoradio e inicia un procedimiento de sanción.
Levy dijo que, entre los participantes que precedieron a Tecnoradio en las frecuencias, tal vez no todos mantuvieron sus garantías y eso distorsionará el valor de las frecuencias.
El Universal
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