Cancún, Quintana Roo.- En la inauguración del 47 periodo ordinario de sesiones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que ‘‘los desafíos regionales y globales ponen a prueba la vitalidad de nuestra organización y también su liderazgo. Frente a esta situación debemos reafirmar nuestra confianza en el multilateralismo como el mejor camino para superar los retos’’.
Ante los representantes de los países integrantes de la organización agregó que ‘‘la clave del multilateralismo radica en la capacidad de enfrentar los problemas globales mediante acciones concertadas’’. Es cierto, dijo, que en la región coexisten diferentes modelos políticos y económicos, hay diversas visiones sobre las rutas a seguir para alcanzar metas y objetivos.
En el discurso inaugural del periodo de sesiones, Peña dijo estar convencido de que para enfrentar los desafíos regionales se requiere preservar valores compartidos, esto es, ‘‘apego a reglas y normas de la democracia, y en el marco de nuestras instituciones, ya sean nacionales, regionales o globales’’.
Subrayó que ‘‘la pluralidad de nuestra región nunca ha sido ni será obstáculo, por el contrario, la diversidad de nuestros países en sus múltiples dimensiones es una de nuestras mayores riquezas’’. Sin aludir a las diferencias en torno a la situación en Venezuela, Peña apuntó que ‘‘sólo honrando los compromisos que libremente hemos acordado los países de la OEA podremos superar los desafíos del complejo escenario regional y mundial’’. Consideró que la Asamblea General de la citada organización es un ‘‘espacio privilegiado’’ para lograr los entendimientos y la colaboración que se requieren.
Más adelante destacó que el continente tiene asignaturas pendientes, entre las que destacó la superación de la pobreza y, por consiguiente, el abatimiento de la desigualdad social a partir de una mayor creación de riqueza que permita una distribución más equitativa de los recursos y la atención integral de sectores vulnerables.
Es decir, agregó, la prosperidad regional implica no sólo capacidad de generar más y mejores oportunidades, sino también la determinación de lograr un bienestar compartido. ‘‘Alcanzar este objetivo requiere, además de inclusión y desarrollo, generar condiciones de paz y seguridad, garantizar el respeto de los derechos humanos y consolidar democracias maduras y funcionales’’.
Agregó que ‘‘la OEA exige de todos sus integrantes un renovado compromiso con los principios y valores que motivaron su creación; el diálogo y la concertación son la ruta para cimentar un futuro de bienestar y prosperidad’’.
Más adelante, destacó la presencia y participación de los actores no gubernamentales, cuya aportación es muy importante para consolidar las políticas públicas y adoptar los más altos estándares internacionales en materia de transparencia y rendición de cuentas.
Para concluir, parafraseó el discurso de Jaime Torres Bodet en la fundación de la OEA, hace 70 años: ‘‘El único método limpio de preservar la democracia consiste en practicarla sin restricciones, incorporando el concepto de libertad, la dignidad de la persona humana y la realización de la justicia social’’.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, sostuvo que en la región hay una herencia histórica que legó el compromiso con garantizar los derechos de participación política de los ciudadanos y de la defensa interacional de la democracia, que es parte del sistema interamericano. Esa herencia pugna por garantizar la independencia de los poderes, los derechos electorales de la gente, la garantía de los derechos fundamentales, el respeto a la libertad de expresión y de disidencia política.
Almagro destacó que la legitimidad de las democracias se debe a los pueblos que siguen sacrificando su sangre para asegurarla, por eso son lamentables los asesinatos de activistas de derechos humanos, de periodistas que investigan la corrupción, de manifestantes que luchan por su derecho a manifestarse, como también lo es el asesinato de Fabián Urbina (en Venezuela).
‘‘Nuestra legitimidad se debe al pueblo y solamente puede deberse al pueblo; si esa legitimación se pierde es para nuestra desgracia. Garantizar la paz depende de la fuerza de nuestros derechos; nunca renunciemos a nuestros derechos’’, concluyó.
El canciller mexicano Luis Videgaray Caso destacó la importancia de favorecer el diálogo y alcanzar consensos en el seno de la asamblea, donde se discutirán temas como la exclusión financiera de algunos países pequeños del continente, la migración desde una perspectiva de corresponsabilidad o el fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos.
Ante los representantes de los países integrantes de la organización agregó que ‘‘la clave del multilateralismo radica en la capacidad de enfrentar los problemas globales mediante acciones concertadas’’. Es cierto, dijo, que en la región coexisten diferentes modelos políticos y económicos, hay diversas visiones sobre las rutas a seguir para alcanzar metas y objetivos.
En el discurso inaugural del periodo de sesiones, Peña dijo estar convencido de que para enfrentar los desafíos regionales se requiere preservar valores compartidos, esto es, ‘‘apego a reglas y normas de la democracia, y en el marco de nuestras instituciones, ya sean nacionales, regionales o globales’’.
Subrayó que ‘‘la pluralidad de nuestra región nunca ha sido ni será obstáculo, por el contrario, la diversidad de nuestros países en sus múltiples dimensiones es una de nuestras mayores riquezas’’. Sin aludir a las diferencias en torno a la situación en Venezuela, Peña apuntó que ‘‘sólo honrando los compromisos que libremente hemos acordado los países de la OEA podremos superar los desafíos del complejo escenario regional y mundial’’. Consideró que la Asamblea General de la citada organización es un ‘‘espacio privilegiado’’ para lograr los entendimientos y la colaboración que se requieren.
Más adelante destacó que el continente tiene asignaturas pendientes, entre las que destacó la superación de la pobreza y, por consiguiente, el abatimiento de la desigualdad social a partir de una mayor creación de riqueza que permita una distribución más equitativa de los recursos y la atención integral de sectores vulnerables.
Es decir, agregó, la prosperidad regional implica no sólo capacidad de generar más y mejores oportunidades, sino también la determinación de lograr un bienestar compartido. ‘‘Alcanzar este objetivo requiere, además de inclusión y desarrollo, generar condiciones de paz y seguridad, garantizar el respeto de los derechos humanos y consolidar democracias maduras y funcionales’’.
Agregó que ‘‘la OEA exige de todos sus integrantes un renovado compromiso con los principios y valores que motivaron su creación; el diálogo y la concertación son la ruta para cimentar un futuro de bienestar y prosperidad’’.
Más adelante, destacó la presencia y participación de los actores no gubernamentales, cuya aportación es muy importante para consolidar las políticas públicas y adoptar los más altos estándares internacionales en materia de transparencia y rendición de cuentas.
Para concluir, parafraseó el discurso de Jaime Torres Bodet en la fundación de la OEA, hace 70 años: ‘‘El único método limpio de preservar la democracia consiste en practicarla sin restricciones, incorporando el concepto de libertad, la dignidad de la persona humana y la realización de la justicia social’’.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, sostuvo que en la región hay una herencia histórica que legó el compromiso con garantizar los derechos de participación política de los ciudadanos y de la defensa interacional de la democracia, que es parte del sistema interamericano. Esa herencia pugna por garantizar la independencia de los poderes, los derechos electorales de la gente, la garantía de los derechos fundamentales, el respeto a la libertad de expresión y de disidencia política.
Almagro destacó que la legitimidad de las democracias se debe a los pueblos que siguen sacrificando su sangre para asegurarla, por eso son lamentables los asesinatos de activistas de derechos humanos, de periodistas que investigan la corrupción, de manifestantes que luchan por su derecho a manifestarse, como también lo es el asesinato de Fabián Urbina (en Venezuela).
‘‘Nuestra legitimidad se debe al pueblo y solamente puede deberse al pueblo; si esa legitimación se pierde es para nuestra desgracia. Garantizar la paz depende de la fuerza de nuestros derechos; nunca renunciemos a nuestros derechos’’, concluyó.
El canciller mexicano Luis Videgaray Caso destacó la importancia de favorecer el diálogo y alcanzar consensos en el seno de la asamblea, donde se discutirán temas como la exclusión financiera de algunos países pequeños del continente, la migración desde una perspectiva de corresponsabilidad o el fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos.
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