Estado de México.- Las políticas de Medio Ambiente en el Estado de México sufren de una debilidad institucional y son relegadas de manera reiterada por las autoridades, cuando designan a funcionarios sin perfil y conocimientos en el tema, consideró Carlos Mendieta, presidente de la Fundación Tláloc.
El también activista ambiental reconoció que tanto en el gobierno estatal como en los municipales, existe poca claridad para la realización y aplicación de políticas ambientales, sobre todo porque los encargados de las áreas no tienen el perfil y obedecen más a cuotas y compromisos de los gobernantes que un verdadero compromiso ecológico.
Luego de la llegada de Max Quintanilla, yerno del secretario particular del presidente de México, Enrique Peña Nieto, a la delegación mexiquense de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y quien en sus cartas laborales no presenta ningún tipo de relación, estudio o actividad profesional con temas ambientales, Carlos Mendieta señaló que una decisión así, es parte del desprecio que las autoridades hacen por los temas ambientales.
“A ello hay que sumarle una falta de compromiso de los funcionarios por establecer un diálogo real con los actores y líderes del sector, así como conocer de manera profunda los proyectos que se desarrollan en la materia”, dijo.
“Un perfil sin conocimientos, descarrila la agenda ambiental que tanto trabajo cuesta a las organizaciones no gubernamentales, crear en el estado o en los municipios”, sostuvo.
Finalmente reconoció que funcionarios sin conocimientos sobre el tema no traen claridad a las políticas públicas y sí demuestran una debilidad e ignorancia pública.
Alfa Diario
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