sábado, 19 de julio de 2014

La inutilidad de Joel Ortega

Ciudad de México.- El director del STC Metro ya no sirve en esa posición. No sólo es uno de los culpables del cierre de la Línea 12 del Metro, pues aflojó en el mantenimiento de la misma, sino que ahora también es corresponsable de que el remedio para corregir el desgaste de los rieles sea una tomadura de pelo.
De la responsabilidad directa del ex Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard y de quien fuera responsable del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas, no hay duda. Tanto el informe final de Systra, como el de la Comisión Investigadora de la ALDF y el análisis elaborado por el Colegio de Ingenieros Civiles y la Asociación Mexicana de Ingeniería de Transporte dan cuenta de que ambos funcionarios, y el actual director del Metro, tienen tramos de culpa bien definidos.
La diferencia entre Ortega, y Ebrard y Horcasitas, es que los últimos dos ya no cobran con cargo al erario. La diferencia es que Ortega utiliza un espacio público para ocuparse en su vendetta personal con el ex Jefe de Gobierno y grillar lo mismo a Luis Serna, secretario particular de Miguel Ángel Mancera que a Alfredo Hernández, secretario de Obras, y hasta a Héctor Serrano, secretario de Gobierno, queriendo salpicarlos con su incompetencia, cuando es claro que como director del Metro el responsable directo es él. La diferencia es que mientras el pierde el tiempo, y cobra un sueldo que nos cuesta a todos, 430 mil usuarios siguen sin poder utilizar la Línea 12. Por eso es inútil que permanezca en el cargo. Da más problemas que soluciones. Genera más conflictos de los que resuelve.
“Si se descuida el mantenimiento de las vías cuando la rodadura es férrea se podrían originar accidentes muy lamentables”, señaló en una tarjeta sellada por el GDF fechada el 20 de agosto de 2007 el entonces director del STC Metro, Francisco Bojórquez. Ortega, como consignan los múltiples informes, aflojó en el mantenimiento desde hace meses.
El informe de la Comisión Investigadora de la ALDF recomienda a la Contraloría del DF indagar las responsabilidades particulares, es decir, sugiere investigar a Ortega y otros funcionarios. Movimiento Ciudadano ha levantado también una denuncia por “negligencia” y exige la salida del director del Metro.
Lo más lamentable es que más allá de informes y denuncias, la afectación a miles de usuarios sigue y seguirá, pues el remedio para corregir el desgaste ondulatorio acelerado en los rieles ha resultado inútil.
En la curva 37, por ejemplo, localizada entre las estaciones Atlalilco y Mexicaltzingo, donde el Consorcio ICA-Alstom-Carso realizó el reperfilado de rieles en mayo, a petición del Metro, en sólo cuatro días, se presentaron nuevas huellas de desgaste, incluso en niveles superiores a los de antes del reperfilado.
Claro que Ortega se lavará las manos. Jamás reconocerá que tiene la mínima culpa, pero la tiene. Aunque lo niegue. Aunque se justifique. Y aunque —como nos hemos acostumbrado en este espacio— responda con misivas molesto a las críticas, tratando de acallarlas.

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