Edomex.- Disminuir las brechas de desigualdad y cuidar del medio ambiente es posible a través de la aplicación de una perspectiva integral de sustentabilidad, afirmó el profesor e investigador del Centro Universitario Atlacomulco de la Universidad Autónoma del Estado de México, Werther Juárez Toledo, quien destacó que existe una estrecha relación entre pobreza y deterioro ambiental.
Expresó que en conjunto con los investigadores María de Jesús Hernández Garnica y Nephtali Pierre Romero Navarrete, ha analizado las condiciones que llevan a las personas a cometer ilícitos de tipo ambiental, entre ellos, la tala clandestina, acción que obedece principalmente a la falta de recursos económicos para su sostenimiento.
Indicó que si bien existen los instrumentos legales que sancionan delitos ambientales, estos no contemplan las condiciones sociales o culturales de las personas, por lo que es necesario integrar un marco jurídico que tome en cuenta atenuantes como la pobreza y la marginación, al tiempo que se evitan daños medioambientales.
En este sentido, dijo el investigador de la Autónoma mexiquense, se propone una cultura de la legalidad, la cual tome en cuenta las características sociales, culturales y educativas de la población antes de aplicar políticas de carácter sustentable.
Werther Juárez Toledo sostuvo que la cultura de la legalidad, que se caracteriza por promover acciones de sensibilidad y proximidad social para que las personas crean en el estado de derecho, lo defiendan y eviten la ilegalidad, funcionaría como un conductor entre la sustentabilidad ambiental y la sustentabilidad social.
Tras referir que el uso indiscriminado de los recursos, la destrucción del hábitat y su fragmentación, el aumento de la contaminación y los problemas de salud pública son consecuencias directas de la pobreza, aseveró que se requiere de marcos legales que ayuden a la sociedad a salir de condiciones precarias para que cuiden de su entorno.
Expresó que en conjunto con los investigadores María de Jesús Hernández Garnica y Nephtali Pierre Romero Navarrete, ha analizado las condiciones que llevan a las personas a cometer ilícitos de tipo ambiental, entre ellos, la tala clandestina, acción que obedece principalmente a la falta de recursos económicos para su sostenimiento.
Indicó que si bien existen los instrumentos legales que sancionan delitos ambientales, estos no contemplan las condiciones sociales o culturales de las personas, por lo que es necesario integrar un marco jurídico que tome en cuenta atenuantes como la pobreza y la marginación, al tiempo que se evitan daños medioambientales.
En este sentido, dijo el investigador de la Autónoma mexiquense, se propone una cultura de la legalidad, la cual tome en cuenta las características sociales, culturales y educativas de la población antes de aplicar políticas de carácter sustentable.
Werther Juárez Toledo sostuvo que la cultura de la legalidad, que se caracteriza por promover acciones de sensibilidad y proximidad social para que las personas crean en el estado de derecho, lo defiendan y eviten la ilegalidad, funcionaría como un conductor entre la sustentabilidad ambiental y la sustentabilidad social.
Tras referir que el uso indiscriminado de los recursos, la destrucción del hábitat y su fragmentación, el aumento de la contaminación y los problemas de salud pública son consecuencias directas de la pobreza, aseveró que se requiere de marcos legales que ayuden a la sociedad a salir de condiciones precarias para que cuiden de su entorno.
Agencia MV
No hay comentarios.:
Publicar un comentario