NO ACABAN LAS BRONCAS DEL PAN
Hace unos días surgió un nuevo escándalo que involucra por enésima ocasión al dirigente en el Estado de México, del Partido Acción Nacional, Oscar Sánchez Juárez, pero más delicado que el presunto fraude para ganar la elección interna que dicen sus contrincantes.
Y es que cuando fue coordinador de los diputados locales hubo un probable desvío de recursos por 4 millones de pesos con 42 cheques emitidos y que no se sabe el destino del dinero. Este escándalo que alguien muy interesado en hacer público, coloca a los panistas mexiquenses de nuevo en el ojo de huracán y por lo pronto nadie ha salido a defender al dirigente y por el contrario hay quien pide que se separe del cargo hasta que se aclare todo.
Pero a Oscar Sánchez parece importarle muy poco porque se ha dedicado a organizar fiestas en las instalaciones del Comité Directivo Estatal, con el propósito de celebrar triunfos de asambleas municipales para él y el grupo político al cual representa, perteneciente a Ulises Ramírez, aunque muchas de las asambleas presentaron irregularidades, como firmas fantasmas que favorecen a su grupo político.
Sin duda Oscar Sánchez y su grupo han sumido al partido en una severa crisis moral y económica, la reputación de los panistas está en entre dicho ante la sociedad mexiquense y sus actos laceran a Acción Nacional.
Si siguen así, del tercer lugar de votos alcanzado en la elección de gobernador podrían pasar al cuarto o quinto en la contienda intermedia de ayuntamientos y diputados. luisayalaramos@yahoo.com.mx
Hace unos días surgió un nuevo escándalo que involucra por enésima ocasión al dirigente en el Estado de México, del Partido Acción Nacional, Oscar Sánchez Juárez, pero más delicado que el presunto fraude para ganar la elección interna que dicen sus contrincantes.
Y es que cuando fue coordinador de los diputados locales hubo un probable desvío de recursos por 4 millones de pesos con 42 cheques emitidos y que no se sabe el destino del dinero. Este escándalo que alguien muy interesado en hacer público, coloca a los panistas mexiquenses de nuevo en el ojo de huracán y por lo pronto nadie ha salido a defender al dirigente y por el contrario hay quien pide que se separe del cargo hasta que se aclare todo.
Pero a Oscar Sánchez parece importarle muy poco porque se ha dedicado a organizar fiestas en las instalaciones del Comité Directivo Estatal, con el propósito de celebrar triunfos de asambleas municipales para él y el grupo político al cual representa, perteneciente a Ulises Ramírez, aunque muchas de las asambleas presentaron irregularidades, como firmas fantasmas que favorecen a su grupo político.
Sin duda Oscar Sánchez y su grupo han sumido al partido en una severa crisis moral y económica, la reputación de los panistas está en entre dicho ante la sociedad mexiquense y sus actos laceran a Acción Nacional.
Si siguen así, del tercer lugar de votos alcanzado en la elección de gobernador podrían pasar al cuarto o quinto en la contienda intermedia de ayuntamientos y diputados. luisayalaramos@yahoo.com.mx
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