México, D.F.- “Es el ‘Niño Verde’”, dijo un escolta en un intento por liberar a su jefe de policías que lo remitirían al Torito por conducir con alcohol de más en la sangre.
La intervención de su personal de seguridad e incluso de amigos provocó un zafarrancho que propició que durante algunos segundos el senador Jorge Emilio González Martínez, del PVEM, fuera arrebatado de los brazos de los policías cuando ya era subido a la pick up que lo llevaría al centro de sanciones administrativas.
“Fueron como uno o dos segundos cuando nos lo quitaron sus escoltas y sus amigos que venían con él en el auto y entre quienes estaban dos mujeres”, narró Antonio Garacheo, responsable del punto de revisión —ubicado en Reforma y Campos Elíseos—, donde el legislador fue detenido por negarse a realizar la prueba del alcoholímetro.
En entrevista, Garacheo reconoció que fue necesaria la intervención de una decena de policías para lograr retener al senador y remitirlo al Torito.
El traslado del “Niño Verde” al Torito provocó que los coordinadores de los grupos parlamentarios en el Senado, Emilio Gamboa (PRI) y Ernesto Cordero (PAN), le demandaran cumplir el resto de su castigo, toda vez que tramitó un amparo que lo dejó libre pero no lo exime de cumplir las horas de arresto que le faltan.
Primero los escoltas ofrecieron dinero, y al ver que el traslado de Jorge Emilio González iba en serio, siguieron los insultos, “mentaron madres” y hasta amenazaron con solicitar la baja de los policías.
“No saben con quienes se meten... Son unos hijos de su tal por cual”, lanzaron, según Garacheo.
El zafarrancho entre policías y cercanos al senador González Martínez comenzó minutos después de que el senador fuera ingresado al juzgado cívico móvil, donde un médico legista verificaría su estado de salud. Mientras hablaba con el juez cívico, sus escoltas llegaron .
“Todos nos pusimos a la expectativa y el encargado de la escolta nos dijo: ‘¿Sabes qué? es el Niño Verde’ y nosotros respondimos: “bueno la ley aplica para todos”, aseguró el oficial.
Fuentes del Senado reconocieron que en caso de que un legislador sea objeto de una sanción administrativa por infracción a los operativos del alcoholímetro, su fuero no impide que se le aplique la sanción.
Explicaron que el primer apartado del artículo 111 de la Constitución —relativo al fuero— es muy claro en que éste aplica cuando se trata de un juicio penal.
En medio del escándalo de su arresto en “El Torito” por conducir en estado de ebriedad, el senador del PVEM, Jorge Emilio González, evitó los reflectores.
El legislador se registró en la lista de asistencia de la Cámara Alta y luego se retiró para dirigirse a su oficina y no regresó al pleno.
Diario Los Tuxtlas
La intervención de su personal de seguridad e incluso de amigos provocó un zafarrancho que propició que durante algunos segundos el senador Jorge Emilio González Martínez, del PVEM, fuera arrebatado de los brazos de los policías cuando ya era subido a la pick up que lo llevaría al centro de sanciones administrativas.
“Fueron como uno o dos segundos cuando nos lo quitaron sus escoltas y sus amigos que venían con él en el auto y entre quienes estaban dos mujeres”, narró Antonio Garacheo, responsable del punto de revisión —ubicado en Reforma y Campos Elíseos—, donde el legislador fue detenido por negarse a realizar la prueba del alcoholímetro.
En entrevista, Garacheo reconoció que fue necesaria la intervención de una decena de policías para lograr retener al senador y remitirlo al Torito.
El traslado del “Niño Verde” al Torito provocó que los coordinadores de los grupos parlamentarios en el Senado, Emilio Gamboa (PRI) y Ernesto Cordero (PAN), le demandaran cumplir el resto de su castigo, toda vez que tramitó un amparo que lo dejó libre pero no lo exime de cumplir las horas de arresto que le faltan.
Primero los escoltas ofrecieron dinero, y al ver que el traslado de Jorge Emilio González iba en serio, siguieron los insultos, “mentaron madres” y hasta amenazaron con solicitar la baja de los policías.
“No saben con quienes se meten... Son unos hijos de su tal por cual”, lanzaron, según Garacheo.
El zafarrancho entre policías y cercanos al senador González Martínez comenzó minutos después de que el senador fuera ingresado al juzgado cívico móvil, donde un médico legista verificaría su estado de salud. Mientras hablaba con el juez cívico, sus escoltas llegaron .
“Todos nos pusimos a la expectativa y el encargado de la escolta nos dijo: ‘¿Sabes qué? es el Niño Verde’ y nosotros respondimos: “bueno la ley aplica para todos”, aseguró el oficial.
Fuentes del Senado reconocieron que en caso de que un legislador sea objeto de una sanción administrativa por infracción a los operativos del alcoholímetro, su fuero no impide que se le aplique la sanción.
Explicaron que el primer apartado del artículo 111 de la Constitución —relativo al fuero— es muy claro en que éste aplica cuando se trata de un juicio penal.
En medio del escándalo de su arresto en “El Torito” por conducir en estado de ebriedad, el senador del PVEM, Jorge Emilio González, evitó los reflectores.
El legislador se registró en la lista de asistencia de la Cámara Alta y luego se retiró para dirigirse a su oficina y no regresó al pleno.
Diario Los Tuxtlas
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