El rol de los padres ha evolucionado y se ha transformado con el paso de los años, "ya queda muy poco del papá de hace 20, 30, 40 o más años", señaló la especialista en psicología, María de Jesús Espinosa.
La profesionista, quien es egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, mencionó que actualmente los padres están más involucrados en la crianza de los hijos, en las actividades del hogar, en realizar los pagos de los servicios básicos y de la escuela e incluso comparten las labores domésticas con mamá.
Sin embargo, Espinosa señaló que el ritmo de vida actual de los padres forzó a que el tiempo de convivencia con sus hijos se reduzca y por consecuencia puede desencadenar en aspectos tanto positivos como negativos.
Indicó que los hijos actuales no tienen modelo a seguir, pues en la mayoría de los casos, ambos padres trabajan la mayor parte del día, por lo que pasan muchas horas ausentes del hogar.
"Los padres actuales llegan en promedio a sus casas después de la cinco de la tarde y pues algunos sí se ponen con sus hijos a revisar o hacer tareas, jugar, platicar, pero a lo mucho les dedican tres horas, ya que el menor se tiene que ir a dormir para seguir a otro día con sus actividades", dijo.
Comentó que es una realidad, que en la actualidad los padres ven a sus hijos un promedio de dos a tres horas diarias, situación que en muchas de las ocasiones impacta en la parte de la conducta, ya que no tienen un modelo de orientación a seguir de lo que es adecuado o no.
"Las maestras hacen todo por educar a los niños, apoyan en la parte académica pero la parte de la vida diaria, le corresponde enseñar al papá, quien en muchas de las ocasiones no se encuentra en el hogar por cuestiones laborales o de divorcio, enfermedad entre otras causas", dijo.
La ex presidenta de la asociación de ex alumnos de la Facultad de psicología de la UANL refirió que la ausencia del padre impacta de dos maneras en los hijos, una que se puede calificar de positiva en donde los menores se hacen más independientes y aprenden a resolver problemas y establecer relaciones sociales más fácilmente.
Añadió que la otro, no tan positiva es que son niños que se crían solos y por lo tanto no tienen una guía, no reconocen los valores, porque nadie se los enseña, no se alimentan bien, tienden más a tener conductas inadecuadas como probar a temprana edad un cigarro, alcohol o alguna droga, pues no hay quien les ponga límites.
La también ex secretaria de la asociación de psicólogos escolares 2006-2007, expuso que no existen manuales que enseñen cómo ser un buen papá, pero dijo que con el ritmo de vida actual se debe buscar la forma de compensar el tiempo ausente con los hijos, de involucrarse en todas y cada una de sus actividades.
"Lo que no está funcionando es la parte de compensar y dar seguimiento, pues actualmente un papá puede delegar que alguien más pinte su casa, repare una llave en mal funcionamiento pero lo que no puede delegar es la crianza y educación de su hijo, la formación de personas responsables y con valores", apuntó.
Señaló que actualmente los avances tecnológicos como las diversas redes sociales que incluyen el Whatsapp, Facebook, Facetime y Twitter, entre otros, permiten aumentar la comunicación entre padres e hijos, luego de que algunos por cuestiones laborales tienen que estar fuera del hogar.
"La tecnología se ha convertido en una herramienta de mucha utilidad para no perder el contacto con los hijos y la familia, funciona en un mundo globalizado, es una opción para no perder la comunicación", indicó.
spinosa se pronunció favor de los cambios que han dejado ser a los papás más cariñosos, amorosos y que se involucran en las actividades de sus hijos, pero exhortó a que no se dejen de lado los límites, la educación, los valores, a fin de que hacer seres positivos y adaptados a una sociedad cada vez más difícil.
Afirmó que la celebración del Día del Padre es un festejo que nació en México en la década de los años 50 con meros fines comerciales, aunque actualmente esta fecha sirve de marco para reunir a las familias quienes disfrutan convivir y reconocer al "rey de la casa".
La profesionista, quien es egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, mencionó que actualmente los padres están más involucrados en la crianza de los hijos, en las actividades del hogar, en realizar los pagos de los servicios básicos y de la escuela e incluso comparten las labores domésticas con mamá.
Sin embargo, Espinosa señaló que el ritmo de vida actual de los padres forzó a que el tiempo de convivencia con sus hijos se reduzca y por consecuencia puede desencadenar en aspectos tanto positivos como negativos.
Indicó que los hijos actuales no tienen modelo a seguir, pues en la mayoría de los casos, ambos padres trabajan la mayor parte del día, por lo que pasan muchas horas ausentes del hogar.
"Los padres actuales llegan en promedio a sus casas después de la cinco de la tarde y pues algunos sí se ponen con sus hijos a revisar o hacer tareas, jugar, platicar, pero a lo mucho les dedican tres horas, ya que el menor se tiene que ir a dormir para seguir a otro día con sus actividades", dijo.
Comentó que es una realidad, que en la actualidad los padres ven a sus hijos un promedio de dos a tres horas diarias, situación que en muchas de las ocasiones impacta en la parte de la conducta, ya que no tienen un modelo de orientación a seguir de lo que es adecuado o no.
"Las maestras hacen todo por educar a los niños, apoyan en la parte académica pero la parte de la vida diaria, le corresponde enseñar al papá, quien en muchas de las ocasiones no se encuentra en el hogar por cuestiones laborales o de divorcio, enfermedad entre otras causas", dijo.
La ex presidenta de la asociación de ex alumnos de la Facultad de psicología de la UANL refirió que la ausencia del padre impacta de dos maneras en los hijos, una que se puede calificar de positiva en donde los menores se hacen más independientes y aprenden a resolver problemas y establecer relaciones sociales más fácilmente.
Añadió que la otro, no tan positiva es que son niños que se crían solos y por lo tanto no tienen una guía, no reconocen los valores, porque nadie se los enseña, no se alimentan bien, tienden más a tener conductas inadecuadas como probar a temprana edad un cigarro, alcohol o alguna droga, pues no hay quien les ponga límites.
La también ex secretaria de la asociación de psicólogos escolares 2006-2007, expuso que no existen manuales que enseñen cómo ser un buen papá, pero dijo que con el ritmo de vida actual se debe buscar la forma de compensar el tiempo ausente con los hijos, de involucrarse en todas y cada una de sus actividades.
"Lo que no está funcionando es la parte de compensar y dar seguimiento, pues actualmente un papá puede delegar que alguien más pinte su casa, repare una llave en mal funcionamiento pero lo que no puede delegar es la crianza y educación de su hijo, la formación de personas responsables y con valores", apuntó.
Señaló que actualmente los avances tecnológicos como las diversas redes sociales que incluyen el Whatsapp, Facebook, Facetime y Twitter, entre otros, permiten aumentar la comunicación entre padres e hijos, luego de que algunos por cuestiones laborales tienen que estar fuera del hogar.
"La tecnología se ha convertido en una herramienta de mucha utilidad para no perder el contacto con los hijos y la familia, funciona en un mundo globalizado, es una opción para no perder la comunicación", indicó.
spinosa se pronunció favor de los cambios que han dejado ser a los papás más cariñosos, amorosos y que se involucran en las actividades de sus hijos, pero exhortó a que no se dejen de lado los límites, la educación, los valores, a fin de que hacer seres positivos y adaptados a una sociedad cada vez más difícil.
Afirmó que la celebración del Día del Padre es un festejo que nació en México en la década de los años 50 con meros fines comerciales, aunque actualmente esta fecha sirve de marco para reunir a las familias quienes disfrutan convivir y reconocer al "rey de la casa".
Informador.Mx
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