ESTÍMULOS FISCALES PARA CONTRATAR JÓVENES
El presidente de la Comisión de Juventud, diputado José Luis Oliveros Usabiaga (PAN), señaló que a enero de este año, el 58.8 por ciento de la población de 15 años y más era económicamente activo, cifra por debajo al promedio del año anterior que se ubicó en 59.8 por ciento.
Del porcentaje de la población económicamente activa, el 95.49 por ciento expresó haber estado ocupado; sin embargo, el 8.5 por ciento dijo tener necesidad y disponibilidad de trabajar más horas para percibir mayores ingresos.
Históricamente, la tasa de desocupación entre jóvenes ha sido mayor a la que corresponde al resto de los sectores, lo que refleja una importante disparidad de oportunidades para la población que se incorpora al mercado laboral.
Además, la inexperiencia laboral es una importante problemática para los jóvenes, ya que no encuentran empleo por falta de práctica y oportunidades.
Con estos antecedentes, a través de una iniciativa presentada ante la Comisión Permanente, propuso reformar la Ley del Impuesto sobre la Renta para establecer un estímulo fiscal a los contratantes de jóvenes que ingresen a su primer empleo.
Dicho estímulo sería un apoyo del 50 por ciento del salario efectivamente pagado a las personas entre 16 y 23 años de edad que no hayan sido registrados anteriormente en el régimen obligatorio ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, y priorizar a quienes estudien en escuelas debidamente reconocidas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012, más de la mitad de los jóvenes encuestados considera que el estudio es lo más importante para conseguir trabajo (56.9%), por lo que esperan obtener de la educación un buen trabajo (53.5%), acompañado de un considerable desarrollo profesional (17.6%), poder generar los recursos monetarios que les permitan salir adelante (9.3%) y, en su mayoría, consideran que no tendrán problemas para conseguir un empleo una vez que concluyan sus estudios (48.8%).
Sin embargo, lamentablemente existen indicadores que señalan que contar con estudios de nivel medio superior y superior no es garantía de la inserción laboral de todos los jóvenes.
El mercado laboral genera mayor número de plazas para jóvenes con educación básica en comparación con aquellos empleos para quienes tienen un mayor nivel de estudios. “Las posiciones que ocupan las personas jóvenes con menor nivel educativo, suelen proporcionar remuneraciones salariales más bajas y menores prestaciones laborales.
La delicada situación del empleo señala que el sistema económico del país no cuenta con las condiciones ni la capacidad para generar oportunidades formales suficientes para satisfacer la oferta laboral.
El presidente de la Comisión de Juventud, diputado José Luis Oliveros Usabiaga (PAN), señaló que a enero de este año, el 58.8 por ciento de la población de 15 años y más era económicamente activo, cifra por debajo al promedio del año anterior que se ubicó en 59.8 por ciento.
Del porcentaje de la población económicamente activa, el 95.49 por ciento expresó haber estado ocupado; sin embargo, el 8.5 por ciento dijo tener necesidad y disponibilidad de trabajar más horas para percibir mayores ingresos.
Históricamente, la tasa de desocupación entre jóvenes ha sido mayor a la que corresponde al resto de los sectores, lo que refleja una importante disparidad de oportunidades para la población que se incorpora al mercado laboral.
Además, la inexperiencia laboral es una importante problemática para los jóvenes, ya que no encuentran empleo por falta de práctica y oportunidades.
Con estos antecedentes, a través de una iniciativa presentada ante la Comisión Permanente, propuso reformar la Ley del Impuesto sobre la Renta para establecer un estímulo fiscal a los contratantes de jóvenes que ingresen a su primer empleo.
Dicho estímulo sería un apoyo del 50 por ciento del salario efectivamente pagado a las personas entre 16 y 23 años de edad que no hayan sido registrados anteriormente en el régimen obligatorio ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, y priorizar a quienes estudien en escuelas debidamente reconocidas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012, más de la mitad de los jóvenes encuestados considera que el estudio es lo más importante para conseguir trabajo (56.9%), por lo que esperan obtener de la educación un buen trabajo (53.5%), acompañado de un considerable desarrollo profesional (17.6%), poder generar los recursos monetarios que les permitan salir adelante (9.3%) y, en su mayoría, consideran que no tendrán problemas para conseguir un empleo una vez que concluyan sus estudios (48.8%).
Sin embargo, lamentablemente existen indicadores que señalan que contar con estudios de nivel medio superior y superior no es garantía de la inserción laboral de todos los jóvenes.
El mercado laboral genera mayor número de plazas para jóvenes con educación básica en comparación con aquellos empleos para quienes tienen un mayor nivel de estudios. “Las posiciones que ocupan las personas jóvenes con menor nivel educativo, suelen proporcionar remuneraciones salariales más bajas y menores prestaciones laborales.
La delicada situación del empleo señala que el sistema económico del país no cuenta con las condiciones ni la capacidad para generar oportunidades formales suficientes para satisfacer la oferta laboral.
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