Ciudad de México.- Usuarios de las instalaciones de gimnasia artística de la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca se manifestarán sobre Viaducto Río Piedad en protesta por las irregularidades en las que opera un grupo de 37 niñas alumnas de las entrenadoras Claudia Esteva y Yuriria Cisneros, quienes no pagan al gobierno de la Ciudad de México por hacer uso de las instalaciones.
La convocatoria es para las cuatro de la tarde y se pide a los participantes que utilicen su uniforme de color rosa de la Sala de Armas y lleven pancartas.
Este problema se originó desde febrero pasado cuando al grupo de 300 usuarios que desde hace años practican gimnasia de forma recreativa –y algunos cuantos competitiva–, el subdirector técnico y deportivo de la Magdalena Mixhuca, Pedro Martínez Balderas, les presentó a Cisneros y a su equipo de trabajo.
La entrenadora les informó que realizarían evaluaciones y formarían nuevos grupos con nuevos horarios. Las alumnas tendrían que depositar en una cuenta bancaria mil 500 pesos mensuales y ya no los 130 pesos que la Gaceta Oficial marca como tarifa.
Además de la inconformidad que esto generó, se dieron cuenta que las integrantes del nuevo grupo no cuentan con credencial, por lo tanto, no están pagando los 130 pesos, más la inscripción para hacer uso de las instalaciones como cualquier ciudadano.
Desde entonces, alumnos y padres de familia han pedido, tanto a Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte de la Ciudad de México (Indeporte) como a Pedro Martínez Balderas, que ambos grupos trabajen en las mismas condiciones pues no están de acuerdo con que se use una instalación pública de forma privada pagando a cuentas bancarias de particulares.
El pasado 8 de marzo, De la Vega se reunió con los padres inconformes. Les prometió que a quienes pagan 130 pesos no se les aumentaría la cuota. No obstante, el proyecto del director consiste en que el nuevo grupo se dedique de lleno a la gimnasia de alto rendimiento y forme parte del equipo representativo de la Ciudad de México.
Gimnastas del otro grupo podrán unirse si tienen nivel suficiente y en caso de que no pudieran pagar la nueva tarifa –que aún no se ha fijado– podrían recibir becas o subsidios.
El viernes pasado, los inconformes se reunieron con Pedro Martínez Balderas, quien les informó que ese grupo de niñas llegó ahí porque Horacio de la Vega se comprometió a conseguir un lugar donde entrenar a gimnastas que salieron de las instalaciones de la UNAM, el IPN y el IMSS, donde también entrenaban de forma independiente y cobrando de forma directa a las alumnas.
Martínez Balderas también indicó que los nuevos entrenadores no perciben un sueldo del Indeporte y sus pagos mensuales se obtienen de las cuotas de entre 600 y 1500 pesos que paga cada una.
Dijo además, que Claudia Esteva es una “coordinadora honorífica”, es decir, no es empleada del Indeporte, pero aun así nombró a Yuriria Cisneros como coordinadora de gimnasia de Sala de Armas.
Los argumentos
La postura de los usuarios respecto a este encuentro es la siguiente: “Sólo nos dio unas cuantas explicaciones que no son suficientes y que buscan calmarnos, o que dejemos de hacer alboroto, pero mientras no haya nada escrito no debemos dejar de movilizarnos y básicamente suena a que ni Horacio ni Pedro quieren hacerse responsables de lo que está pasando.
“Nosotros planteamos que no se está haciendo un trabajo en equipo porque los horarios y grupos que planean hacer nos parecen muy complicados.
“No sabemos cómo planea dividir 300 alumnos en grupos y edades de 1.30 hora a 3 horas al día y además hay grupos que asisten diario y otros no. Dado que Yuriria es la coordinadora, a ella hay que exigirle que enseñe su plan antes de aplicarlo. De ninguna manera tiene que estar presionando a las niñas para que se metan a sus grupos. No pueden aumentar los costos, pero no se descarta que lo hagan después, por lo que no debemos bajar la guardia”.
Los padres consideran que al Indeporte le conviene más trabajar con el nuevo grupo porque pagan cuotas más altas y no con los viejos usuarios, cuya tarifa fue definida en la Secretaría de Finanzas del gobierno capitalino con el objetivo de desarrollar el deporte social y no el de alto rendimiento.
Los usuarios decidieron manifestarse para evitar que aumenten las tarifas, incluso de quienes cambien de gimnasia recreativa a la de alto rendimiento, pues consideran que tienen derecho a tener instalaciones en buen estado y a bajo costo.
Con recursos federales otorgados por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), el Indeporte remodeló la Sala de Armas, instalación que data de los Juegos Olímpicos de México 68 y que estaba en condiciones deplorables.
La inversión para remodelar fue de 35 millones de pesos. A los usuarios les parece injusto que se haya usado dinero público para remodelar y después haga uso de las instalaciones un grupo privado de gimnastas.
La convocatoria es para las cuatro de la tarde y se pide a los participantes que utilicen su uniforme de color rosa de la Sala de Armas y lleven pancartas.
Este problema se originó desde febrero pasado cuando al grupo de 300 usuarios que desde hace años practican gimnasia de forma recreativa –y algunos cuantos competitiva–, el subdirector técnico y deportivo de la Magdalena Mixhuca, Pedro Martínez Balderas, les presentó a Cisneros y a su equipo de trabajo.
La entrenadora les informó que realizarían evaluaciones y formarían nuevos grupos con nuevos horarios. Las alumnas tendrían que depositar en una cuenta bancaria mil 500 pesos mensuales y ya no los 130 pesos que la Gaceta Oficial marca como tarifa.
Además de la inconformidad que esto generó, se dieron cuenta que las integrantes del nuevo grupo no cuentan con credencial, por lo tanto, no están pagando los 130 pesos, más la inscripción para hacer uso de las instalaciones como cualquier ciudadano.
Desde entonces, alumnos y padres de familia han pedido, tanto a Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte de la Ciudad de México (Indeporte) como a Pedro Martínez Balderas, que ambos grupos trabajen en las mismas condiciones pues no están de acuerdo con que se use una instalación pública de forma privada pagando a cuentas bancarias de particulares.
El pasado 8 de marzo, De la Vega se reunió con los padres inconformes. Les prometió que a quienes pagan 130 pesos no se les aumentaría la cuota. No obstante, el proyecto del director consiste en que el nuevo grupo se dedique de lleno a la gimnasia de alto rendimiento y forme parte del equipo representativo de la Ciudad de México.
Gimnastas del otro grupo podrán unirse si tienen nivel suficiente y en caso de que no pudieran pagar la nueva tarifa –que aún no se ha fijado– podrían recibir becas o subsidios.
El viernes pasado, los inconformes se reunieron con Pedro Martínez Balderas, quien les informó que ese grupo de niñas llegó ahí porque Horacio de la Vega se comprometió a conseguir un lugar donde entrenar a gimnastas que salieron de las instalaciones de la UNAM, el IPN y el IMSS, donde también entrenaban de forma independiente y cobrando de forma directa a las alumnas.
Martínez Balderas también indicó que los nuevos entrenadores no perciben un sueldo del Indeporte y sus pagos mensuales se obtienen de las cuotas de entre 600 y 1500 pesos que paga cada una.
Dijo además, que Claudia Esteva es una “coordinadora honorífica”, es decir, no es empleada del Indeporte, pero aun así nombró a Yuriria Cisneros como coordinadora de gimnasia de Sala de Armas.
Los argumentos
La postura de los usuarios respecto a este encuentro es la siguiente: “Sólo nos dio unas cuantas explicaciones que no son suficientes y que buscan calmarnos, o que dejemos de hacer alboroto, pero mientras no haya nada escrito no debemos dejar de movilizarnos y básicamente suena a que ni Horacio ni Pedro quieren hacerse responsables de lo que está pasando.
“Nosotros planteamos que no se está haciendo un trabajo en equipo porque los horarios y grupos que planean hacer nos parecen muy complicados.
“No sabemos cómo planea dividir 300 alumnos en grupos y edades de 1.30 hora a 3 horas al día y además hay grupos que asisten diario y otros no. Dado que Yuriria es la coordinadora, a ella hay que exigirle que enseñe su plan antes de aplicarlo. De ninguna manera tiene que estar presionando a las niñas para que se metan a sus grupos. No pueden aumentar los costos, pero no se descarta que lo hagan después, por lo que no debemos bajar la guardia”.
Los padres consideran que al Indeporte le conviene más trabajar con el nuevo grupo porque pagan cuotas más altas y no con los viejos usuarios, cuya tarifa fue definida en la Secretaría de Finanzas del gobierno capitalino con el objetivo de desarrollar el deporte social y no el de alto rendimiento.
Los usuarios decidieron manifestarse para evitar que aumenten las tarifas, incluso de quienes cambien de gimnasia recreativa a la de alto rendimiento, pues consideran que tienen derecho a tener instalaciones en buen estado y a bajo costo.
Con recursos federales otorgados por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), el Indeporte remodeló la Sala de Armas, instalación que data de los Juegos Olímpicos de México 68 y que estaba en condiciones deplorables.
La inversión para remodelar fue de 35 millones de pesos. A los usuarios les parece injusto que se haya usado dinero público para remodelar y después haga uso de las instalaciones un grupo privado de gimnastas.
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