PRI, PAN y PRD buscan una “coalición ganadora” para detener a Morena y conservar el último bastión que le queda al otrora “Partido Fuerte de México”
Considerada como la madre de todas las batallas, las elecciones para gobernador en el Estado de México del próximo año provocarán un “choque de trenes” entre el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y el Revolucionario Institucional (PRI), órgano político que a toda costa busca conformar, junto con el PAN y PRD, una “coalición ganadora” que le cierre el paso a Delfina Gómez de Morena, y que a su vez, le permita conservar el último bastión del otrora “Partido Fuerte de México”.
Con 94 años ininterrumpidos de gobernar a los mexiquenses y con la maquinaria aceitada, el PRI se apresta a una férrea defensa electoral del estado el próximo domingo 4 de junio, cuna del mítico grupo “Atlacomulco”.
Que el PRI pueda conservar el Edomex, dependerá de muchos factores.
Y es que de acuerdo con un sondeo dado a conocer el pasado 11 de noviembre realizado por un diario de circulación nacional para las elecciones a gobernador del Edomex del próximo año, 49% de la población en la entidad votaría por Morena, mientras que 22% lo haría por el PRI y 16% por el PAN.
En el sondeo, la preferencia de los electores se mueve cuando la candidata morenista Delfina Gómez va en alianza con el PT, Verde Ecologista y Nueva Alianza, y le darían el 38% de los votos, en tanto que Alejandra del Moral, quien se perfila como la candidata del PRI, junto con el PAN y PRD, tendría 22%, mientras que el candidato de Movimiento Ciudadano, partido que decidió ir solo a la contienda por el estado de México con el senador Juan Zepeda como candidato obtendría 10%.
Otro escenario que se contempla en la encuesta es si el PRI va sin alianza, en el que los encuestados le dan a Delfina Gómez 36% de las preferencias, Del Moral 14%, como principales aspirantes a la gubernatura.
Lo cierto es que, frente al respaldo de la ciudadanía hacia la figura de López Obrador, el PRI teme no alcanzar los votos necesarios para retener en sus manos la gubernatura del Estado de México, por ello, busca afianzar el triunfo el 4 de junio de 2023 con la conformación de una “alianza ganadora” con el PAN y el PRD, que si bien, estos dos últimos partidos no pintan en los resultados para ir solos a la contienda, si pueden contribuir a incrementar la posibilidad de derrotar a Morena.
Pero para las tendencias electorales, el triunfo de Morena en el Estado de México no está cantado aún. El pasado 16 de noviembre, un periódico financiero de circulación nacional realizó, durante el 28 al 30 de octubre, un sondeo en el que por primera vez da a la alianza Va por México, conformada por el PRI, PAN y PRD, una ligera ventaja de 3 puntos porcentuales y la ubica con el 46 por ciento de las preferencias ciudadanas, mientras que Morena y sus aliados suman 43 por ciento.
La diferencia es mínima, de tres puntos porcentuales, pero es la primera vez desde junio pasado que los partidos que han conformado la alianza opositora aparecen arriba del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
No obstante, cuando se consideran posibles candidaturas, la morenista Delfina Gómez lleva la delantera con 12 puntos por arriba de Alejandra del Moral, quien se perfila como posible candidata aliancista, es decir, los ciudadanos le otorgan a la candidata de morena 45 por ciento de las preferencias electorales contra 33 por ciento para la candidata de la coalición.
Y acota: “La discrepancia en estos resultados, con y sin candidatos, puede deberse a que, si bien los partidos de la alianza tienen una fortaleza equiparable a la de Morena y aliados, la incertidumbre sobre la candidatura de una coalición opositora no ha permitido que el electorado pueda cerrar filas con alguna de las personalidades”.
Ante la incertidumbre electoral, el pasado 17 de noviembre, en conferencia de prensa, los dirigentes del PRI, PAN y PRD en el Estado de México medianamente disiparon la incertidumbre y dieron a conocer que sí hay intenciones de coaligarse con la oposición para ir juntos a las elecciones, donde Alejandra del Moral se perfila como la candidata natural aliancista.
Los tiempos electorales no les permitieron adelantar el nombre del candidato que encabezará la coalición, “tenemos dos meses para definirlo”, comentó Eric Sevilla, dirigente estatal del PRI.
Pero aclaró: “En las mesas de negociación se deberá determinar el método, las formas y los mecanismos de evaluación que permitan tener acuerdos concretos” para definir al candidato.
Eric Sevilla precisó que “se formó un grupo técnico de los tres partidos, es la parte más importante e innovadora, para buscar mecanismos aún inexistentes para que podamos formar gobiernos de coalición”.
En la conferencia, los dirigentes del PAN estatal, Anuar Azar y Agustín Barrera del PRD, desestimaron los resultados de las encuestas que le dan en triunfo a la candidata de Morena.
Pero coincidieron que buscarán que la alianza vaya más allá de lo electoral y se conforme un gobierno de coalición en la entidad, reglamentados desde el pasado 29 de septiembre.
Antes, los dirigentes coincidieron en que se retomó la idea de la alianza luego del anuncio que hicieron ayer los diputados federales del PRI de no respaldar la reforma electoral enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al congreso de la unión.
PRI quiere sanar heridas con “alianza ganadora”
El actual gobernador Alfredo del Mazo Maza quiere sanar heridas, tanto al interior de su partido como con el PAN y PRD.
Pero con la designación de Del Moral Vela como la favorita del gobernador, se abrieron heridas de varios sectores del Estado de México, entre ellos, empresarios, exgobernadores y algunos líderes sociales.
Para no hacer más profunda la herida y lograr el triunfo, Del Mazo tiene claro que se requiere una alianza con los partidos opositores a Morena.
Una coalición implicaría para el PRI que cada partido aliancista aparezca de forma individual en la boleta electoral y el candidato o candidata, suma los votos que se emitan a favor de cada uno de los partidos coaligados.
Mientras que en una la candidatura común, los partidos aliados aparecen con un sólo logo en la boleta, y los sufragios que se emitan a su favor son repartidos entre las fuerzas políticas de acuerdo a lo que hayan pactado y estipulado en el convenio que registren ante la autoridad electoral.
En la guerra como en el amor, todo se vale
Uno de los programas sociales más efectivos de la actual administración es el de la tarjeta del Salario Rosa. Cifras estimadas por los operadores de este programa en el estado de México, consideran que, al cierre de enero, 600 mil mujeres estarían afiliadas. El Revolucionario Institucional confía que esto pudiera llegar influir positivamente a su favor, sin embargo, en estos casos resulta difícil medir el impacto real en número de votos.
Independientemente de lo anterior, el Revolucionario Institucional se considera listo para mantener en su poder al estado de México, entidad que representa la segunda economía más fuerte del país y la de mayor presupuesto.
Tan solo, este año los recursos totales de la entidad fueron de aproximadamente 322 mil 125 millones de pesos, los cuales se componen de 22.1% ingresos estatales, 74% de transferencias federales y 3.9% los obtenidos a través de financiamientos, es decir, deuda.
Francisco Cruz, especialista en temas políticos del Estado de México, asegura además que, para asegurar el triunfo sin alianza, el PRI tiene contemplado echar mano de sus trabajadores, que en términos de votos representan 75 mil aproximadamente, más 200 mil trabajadores del estado.
El especialista asegura que el priismo tiene experiencia en procesos electorales, pero tiene el control de las estructuras electorales, como el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y de los tribunales electorales locales, incluso los federales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federal (TEPJF).
Por ello, Cruz Jiménez asegura que el Revolucionario Institucional se prepara para no perder el último bastión que le queda y la razón de su existencia como partido: el Estado de México, origen del Grupo Atlacomulco.
De no ganar, añade el investigador, el PRI estaría cavando su tumba con la pérdida incluso de su registro como partido político.
Morena, con todo el aparato en la espalda
Ubicado como el estado que mayor número de habitantes tiene a nivel nacional, los cuales ascienden a 17 millones de personas, el próximo año podrán votar 12 millones 247 mil 064 mexiquenses, es decir, 13.1% de la lista nominal nacional.
El Estado de México concentra 45 distritos electorales de los 300 que existen en todo el territorio nacional.
Según los datos demoscópicos, en los procesos electorales para la presidencia de la República, esa entidad le otorga cerca de 15% de los votos al candidato ganador.
Por ello, ambos partidos tienen en la mira ganar las elecciones del 2023 en el estado de México para iniciar con el andamiaje electoral rumbo a los comicios presidenciales del 2024.
Al viejo estilo del priismo, Morena sigue seduciendo a la población con los programas sociales que ha venido operando de la mano de López Obrador, como ocurre con el Programa de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vidas, Apoyo para el Bienestar de las Niñas y los Niños Hijos de Madres Trabajadoras, por citar algunos, productos ancla de los morenistas para convencer a los mexiquenses que su voto esté dirigido al partido guinda.
Pero el control sobre los recursos públicos, los órganos electorales locales y federales, así como la geografía del estado por parte del PRI, se enfrentará al “músculo político” de Andrés Manuel López Obrador y de su partido Morena.
Lo cierto es que las elecciones del estado de México pueden ser la antesala de las presidenciales de 2024, de las que se dice que Morena quiere repetir.