México.- En noviembre de 2010 el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, oficio la misma en la que el entonces gobernador del Estado de México y actual presidente de la República, Enrique Peña Nieto, contrajo nupcias con la exactriz de Televisa, Angélica Rivera.
La ceremonia religiosa, que luego se supo que fue ilegal porque la disolución del primer matrimonio de Rivera no se ciñó a las directrices marcadas por el Vaticano, como lo documento el semanario Proceso en su edición de febrero pasado (número 2049), se llevó a cabo en la catedral de Toluca.“…todo era legal, yo casé a dos personas que se podían casar por la iglesia”, justificó el prelado luego de que Proceso y el portal Aristegui Noticias documentaron las ilegalidades que precedieron el enlace matrimonial entre Peña Nieto y ‘La Gaviota’.
Miranda Weckman era viejo conocido de Peña porque antes de llegar a esta entidad el sacerdote fue obispo en Atlacomulco, la tierra natal del mandatario mexiquense.
A pesar de la añeja amistad que lo une con el mandatario, el arzobispo Constancia Miranda no alcanza a entender cómo el Presidente se atrevió a impulsar una iniciativa tan polémica, como la que avala los matrimonios igualitarios en el país.
“No he hablado con él (con Peña Nieto), pero se tiene que pensar, es una cosa muy extraña lo que salió de la iniciativa, porque estamos en la defensa del matrimonio, de la familia, (el Presidente) no debería proponerse esa iniciativa, menos aprobarse”, dice el prelado a Apro.
En entrevista, asegura que no le molesta hablar del tema y que respeta las diferentes opiniones, “pero volvemos a lo mismo, haya o no haya ley, o no por poner una ley que vaya contra la naturaleza humana, va a ser lícita o buena”.
“Yo voy contra lo que no está bien. No está bien, lo haya dicho la Suprema Corte, lo haya dicho algún Congreso del estado, con todo respeto, los congresos pueden legislar, la Corte no puede legislar, la Corte nada más interpreta leyes”.
El jerarca de la iglesia católica en la entidad aclara que no está en contra de alguna institución, sino a favor del matrimonio y de la familia, “como todo cristiano y como toda gente de buena voluntad”.
Sobre las personas de la comunidad lésbico-gay, como sujetos de derechos, el arzobispo afirma que él defiende la ley eclesiástica, la ley natural y no la ley civil, aunque como ciudadano sí la defiende.
“Soy muy respetuoso, también respetuoso de las personas, yo no estoy en contra de las personas, la Iglesia no está en contra de las personas, ni nadie cuerdo está en contra de las personas, sino en contra de las actitudes que minan la familia, el matrimonio y la vida”, justifica.
Añade que respeta a las personas que tienen otra manera de pensar, otra ideología y hasta otro comportamiento –“tienen mi cariño, respeto y solidaridad”, pero aclara que el matrimonio nunca será entre personas del mismo sexo porque esa institución es para tener hijos, y esas parejas no pueden procrear.
“Entonces a una naranja no se le puede decir que sea manzana, ni a una manzana que sea naranja, entonces ni a un matrimonio que no lo sea se le puede llamar matrimonio, sí sociedades de cualquier forma lícitamente, porque estamos en un país libre y podemos asociarnos con quien sea y como sea, aunque no está bien, pero se puede hacer”, explica.
Miranda adelanta que, aunque no tiene planeado un encuentro próximo con el presidente Peña Nieto, quien es su amigo, un tema que abordarán es su propuesta para legalizar el matrimonio igualitario en todo el país.
“Cuando nos veamos, ¡gracias a Dios luego nos vemos!, ese tema se comentará”, adelanta.
El pasado fin de semana un grupo de organizaciones católicas realizó una vigilia afuera de catedral durante 12 horas, para orar por el matrimonio y la familia tradicional y en contra del aborto.
El arzobispo explica que los participantes en la vigilia, quienes colocaron cartulinas en bancas y se apostaron también afuera del Congreso del estado, están animados para defender la vida y el matrimonio en el que se puede procrear una familia.
“Es una iniciativa que se me hace muy bien (…) hubo misa frente a catedral, rezaron en la vigilia”, celebró.
Los organizadores convocaron a través de redes sociales y de whatsapp para asistir a la vigilia, en la que oraron por diferentes temas y aclararon que no era un acto político, pero que sí buscaban que haya católicos en los partidos.
No sólo eso, también pidieron que los católicos dieran su voto a quien promueva el matrimonio y familia “según el orden natural y moral”.
En los últimos días, evangélicos y católicos han cerrado filas para rechazar la iniciativa presidencial que aprueba los matrimonios gays y les otorga el derecho de adoptar que, a decir de algunos priistas, le restó votos al partido en la pasada elección.