Chicoloapan, Estado de México.- Los lavaderos públicos
generalmente son unas construcciones realizadas al aire libre, en otros casos
no interviene la mano del hombre y son espacios naturales, en algunas ocasiones
estos lavaderos están cubiertos por un tejado o por algún tipo de techumbre,
los lavaderos siempre son alimentados por una corriente de agua que suele
proceder de un río, una fuente, una acequia o por la construcción de un
acueducto o canaleta.
La función de estos lavaderos, aparte de la ya sabida (lavar ropa y otros
utensilios, llevando las mujeres la losa de madera o raspador, el jabón, el
barreño…), era la de reunir en este espacio a las mujeres del pueblo para
hablar y comentar cualquier noticia o acontecimiento que ocurría en el pueblo o
en los alrededores.
En estos lugares, muchas veces las mujeres dirimían sus diferencias y
manifestaban sus coincidencias, de ahí la frase: “ahí en el lavadero”, que no
pocas veces fueron testigos de enojos y amistades, pero también eran el centro
de información, de donde se publicitaba lo privado, como señala una frase muy
utilizada: “lo oyó en el lavadero”.
Como en cualquier pueblo o comunidad de antaño Chicoloapan tiene su historia
propia acerca de ese lugar necesario que ayuda mantener una buena higiene
personal, el lugar para lavar la ropa, sus lavaderos públicos ¿en dónde se
encontraban ubicados?, ¿en qué época? y ¿cuáles eran las vivencias que se
desarrollaban en ese lugar?, todo esto lo conoceremos a través de testimonios y
anécdotas de vida documentadas.
Historias de vida, Ma. De los Ángeles Bazán Hernández.- La señora Ángeles Bazán con una edad de 79 años nos narra que ella
vivía en la CDMX y venían a visitar a su suegra, ellos vivían en la calle de
Allende, se paraban muy temprano para ir a los lavaderos de Chicoloapan
ubicados para referencia donde está la escuela primaria Benito Juárez, alguna
vez acompaño a su suegra, le enseño donde tendían y era entre la hierba; ya que
no había tendederos y lavaban, se tenían que ir temprano porque se aglomeraba
la gente y ya no alcanzaba lugar; había mucha agua que era transportada por
canaletas. Recuerda que aproximadamente de los 70 cuando conoció los lavaderos
llevaban su jabón pasta del Tepeyac que estaba sobre una piedrita que tenían, e
indica que los lavaderos eran de piedra eran grandes y chicos de tipo
rectangular, y eran muy necesarios para gente que no contaba con agua.
Guadalupe Ramos Ramírez.- La señora
Guadalupe Ramos nos relata que cuenta con 74 años, con 7 hijos, nos platica que
su abuelita Macaria Álvarez vivía a un lado de los lavaderos tenía una pequeña
casa donde vivió bastantes años y ella la visitaba muy seguido, por eso tenían
conocimiento que había un total de 56 lavaderos; eran largos y había un tanque
grande para el agua y un tubo ancho para abastecer la canaleta que pasaba por
en medio de los lavaderos, era un promedio de afluencia desde la cinco de la
mañana hasta tarde y hacen referencia de dos lavanderas, Emerenciana ella ya
murió desde hace algunos años y Tacha Tablada, ella se fue a trabajar al CDMX;
también comentan que el gobernador de ese entonces Alfredo del Mazo Vélez
acudió a inaugurar la bomba de los lavaderos. Recuerda que la mayoría de las
personas iban a lavar, porque no tenían pozo de agua como otras familias, por
lo regular se llenaban todos los lavaderos, conforme acababan de lavar se
ocupaban los lavaderos; había gente que apartaba los lavaderos y había veces
que se peleaban por esa situación, su tío fue uno de los que cuidaba él se
llamó Tito Ramírez. También recuerda que estos subsistieron hasta que se
tiraron los lavaderos para realizar las construcciones de los salones de la
escuela Benito Juárez, y de la calle Hidalgo.
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1 comentario:
Gracias por tan importante aportación y por mencionarnos y compartir algunas cosas de nuestro blog.
Saludos y animo!
Juan
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